Capítulo 7:

162K 7.1K 2.2K
                                    

Ethan:

-¿Como ha despertado hoy mi pequeña pervertida?-  Le digo acariciendo su suabe mejilla con el dorso de mi mano. Se ve que no me he equivocado y aun no se habia despertado. Se ve hermosa con su suave cabello rizado esparcido por todos lados, los ojos entreabiertos y de un iluminante gris brillantes y esa boca... esa boquita larga y carnosa del tono más calido de todos, me insita a chuparla, lamerla, succiónarla, morderla, deborarla, ¡cuantas cosas me gustaria hacer con esa boca!.

Si ella supiera cual es mi oficio, estoy seguro de que saldria como alma que lleva el diablo, corriendo a mas no poder, y eso no lo voy a permitir. Lia ahora me pertenece y no quiero soltarla y menos aun despues de la noche que pasamos juntos. No le diré nada. Vuelve a cerrar los ojos y su boca se aprieta...¿Que le pasa? algo anda mal.

-¿Estás bien, nena?-  Le digo acariciando su brazo desnudo y viendo como mi caricia le eriza la piel. Lindo.

-Si, ¿porque no he de estarlo?, buenos días-  Me dice con una encantadora voz soñolienta.

-De hecho, después de lo de anoche deberias ser la mujer más dichosa del planeta. Yo lo soy-  Y es cierto, me he acostado con otras mujeres antes, por lo general mujerzuelas a sueldo o alguna aventura nocturna luego de salir, pero nunca sentí con ellas lo que sentí con Lía anoche, cuando su corazón palpitaba contra el mío mientras la penetraba, cuando veia sus gestos mientras llegaba al maximo placer y cuando escuchaba el sonido de sus melodiosos gemidos. Simplemente quedé fasinado.

Mi Lía abre sus ojitos gris resplandeciente y me mira, me mira, me mira... Algo le sucede. Quizá esta en sus dias, las mujeres suelen ponerse raras cuando les viene la regla pero... no, si fuera eso ya lo hubiera notado. O tal vez solo tenga hambre.

-En unos quince minutos los muchachos y yo comeremos, pediremos pizza-  ¿Eso es una propuesta?. ¡Hazlo mejor, hombre!.  -Queria saber si querias acompañarnos, bah, si quieres.  -Soy un asco en esto.

-Claro, voy a darme una ducha y bajo, no pidan nada, esperenme-  Me dice con una sonrisa.

-Está bien... entonces me voy, llamame si necesitas algo, un toallón, una barra de jabón, ayuda...

-Ayuda, ¿para que?-  Dice desconcertada.

-Para bañarte, claro. Ya sabes, lavarte el pelo, enjabonarte la espalda, secarte, llegar a lugares en donde no alcanzas...-  Ofrezco con media sonrisa pegada a mi boca.

-No gracias, estaré bien-  Me dice rápidamente. Se ve algo espantada, pobrecilla.

-Bien, entonces te dejo sola-  Y con eso salgo del cuarto. Decía enserio lo de la ayuda y el solo pensamiento de una ducha entre Lia y yo ya bastó para dejarme cargando con una dura erección matutina.

Lía:

El agua ayuda relajarme un poco, aunque la unica manera de estar completamete tranquila es estando en cualquier lugar, lejos muy lejos de estos asesinos. Tengo miedo, estoy angustiada y me está costando mantener esa falsa sonrisa lo más creible posible aunque Ethan no pareció notar nada.

Salgo de la lujosa ducha de cristal y me seco con un toallón negro que está colgado a un lado. Tengo que planear bien que voy a decir Ya tengo decidido que voy a hacer. Voy a desayunar normalmente con ellos (bueno, todo lo normal que me salga sabiendo que ellos son delincuentes), voy a hacerles la comida y todo, luego me disculpo por tener que irme y cuando salga por esa puerta...¡Zas! no volver nunca más. Pero lo que no sé es que voy a decir, tendré que improvizar.

Me vuelvo a poner la misma ropa que ayer, es raro porque yo no soy de la clase que se ponen la misma ropa interior dos dias seguidos pero no tengo nada más que ponerme. Salgo decidida a seguir lo planeado.

-Buenos dias, muchachos-  Digo con una falsa sonrisa e la cara. No sé ni como mirarlos sabiendo lo que se.

-Buenos días-  Dicen al unisono los muchachos.

-Estás muy guapa esta mañana-  Me elogia uno de los hombres. Uno rubio ceniza, alto y de buen estado fisico.  -No nos hemos presentado, mi nombre es Sam.

-Hola, Sam, soy Lía-  Le contesto y veo cuando Ethan lo golpea discretamente y le gruñe algo al oido.

-Tranquilizate, compadre. A las mujeres les gusta que les digan que están hermosas en la mañana, creeme-  Dice Sam a Ethan no tán discretamente  -Sé quien eres, Preciosa. Ethan no ha dejado de hablar de ti en toda la mañana.

Estuvo hablando de mí con sus amigos, Okay, esto no me afecta. Me sonrojo pesando en el comentario, bien, me a afectado algo y me doy una bofetada mental por eso.

-Yo soy Marcus-  Se presenta otro sujeto. Este es más bien moreno y tiene el pelo oscuro, es flaco pero tiene buen fisico también.-  ¿Has pensado en lo de el empleo, Lía?-  Bien...Ahí voy.

-Si lo he pesado y he decidido que no. No tengo tiempo para trabajar aquí porque asisto a la universidad y no debo descuidarla.-  Bien, creible, no ha estado mal.

-Pero no te pedimos que descuides tus estudios ni que estes todo el dia encerrada aquí, solo queremos tu colaboración de mujer-  Dice seriamente Ethan.

-¿Saben? son unos machistas anticuados.- 

Uno de los hombres, el unico que no se ha presentado, me dedica una mirada fulminante y arruga el entrecejo. Es el más grande de todos fisicamente, tiene el pelo castaño oscuro y tiene una cicatriz que le cruza la frente y también el más callado.

-Tu no estas obligada de ninguna manera a quedarte con estos machistas anticuados, Señorita-  Algo en él me llama la atención, parece ser el más serio y cerrado de los hombres.

-Mi nombre es Lía- Le informo y espero a que me coteste con su nombre pero cuando no lo hace, entonces lo presiono.  -Y tu eres...

-Tom.-  Me responde secamente, mejor no chocar mucho con éste, a ver si decide matarme. Por ese pensamiento me siento tonta pero luego vuelvo a replantearmelo cuando recuerdo lo de esta mañana.

Nos quedamos viendo todos un buen rato cuando Ethan rompe el silencio.

-¿Que les parece si ordenamos una pizza grande de muzarella y otra vegetariana para Lía?, porque las mujeres suelen estar a dieta casi siempre, ya saben... son mujeres-  Ese cometario me molesta, machista, ¡machista!.

-Si no les molesta, puedo cocinar algo para todos-  Propongo decidiendo ir con pies de plomo.

Ethan asiente y todos los demás me miran mientras hago unos huevos revueltos condimentados, no es gran cosa pero a mi me fasinan.

-Definitivamente deberias quearte con nosotros, esto esta delicioso, Lia- Dice Sam acomodando su dorada melena para atras con una mano mientras debora el platillo con al otra.

-No lo creo pero gracias.

Pongo la excusa de que se me hace tarde para la Universidad, pero es mentira, hoy no tengo que asistir. Ethan se ofrece a llevarme a casa y lo acepto incomoda. Y cuando llegamos a casa  de Gina me dice:

-Prométeme que pensarás la propuesta-  Me pide Ethan con mirada rogante.

-Lo pensaré-  Respondo. No hay nada que pensar, no pienso volver a verle más al cara.

-Eso espero, pequeña-  Me da un beso en los labios y yo lo acepto, sorprendentemente.  -Pensaré en tí esta noche, y muy posiblemente la pasaremos juntos.

¡¿Que?!...

Siéntete MiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora