«Las personas con pasados horribles son las más peligrosas, porque saben que pueden superar lo que sea».
Una Cazadora con un objetivo. Un objetivo demasiado fuerte para ser vencido. Y una venganza que ella se propone completar.
...
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—No hay pistas del Juguetero aquí, Clarysse —dice Erik a través del pinganillo.
Maldigo internamente. Ha pasado un día desde su broma en la escuela y no hay pistas de su paradero ni del de Richard. También se ha reportado la desaparición de un niño y es cuestión de tiempo que algo malo le pase.
—Hemos revisado y puesto cámaras en cada juguetería abandonada de Starling. ¿Cómo puede ser que no tengamos una idea de dónde está ese hijo de puta? —gruño. Molesta es poco para definir cómo me siento.
Afortunadamente, casi todos los niños fueron rescatados, sólo que la mayoría tiene heridas provocadas por la explosión, y luego está el caso de Jean Jackes; ese pequeño no aparece desde el día de la explosión.
—Justo ahora estoy trabajando con el de reconocimiento de caras en mi apartamento. Si alguna cámara en Starling, Gotham o Ciudad Nacional lo identifica, entonces sabremos por dónde empezar —intenta ser positivo, pero eso no me sirve de mucho.
Nyssa podría ayudarnos a buscar algo, pero desde que está fuera de Starling por no-sé-cuánto-tiempo, estamos solos y el Team Arrow está más ocupado en encontrar a Nightwing que en cualquier otra cosa.
—Lo sé —suspiro—. Habla si hay novedades.
Le echo un vistazo a lo que queda de la primaria que el Juguetero explotó. Con las gafas de visión nocturna que me dio Erik, busco entre los escombros algo que pueda sernos de utilidad para rastrear al Juguetero. Hay mucha basura y pedazos de concreto de lo que alguna vez fueron las paredes de la escuela.
Con los guantes puestos, me voy al rincón donde la temperatura cambia en los lentes. Ya había oído en las noticias que el Juguetero usó un robot con tema de infante como señuelo, pero al parecer los policías no se llevaron todo de él.
Esa sensación de ser observada aumenta en cuanto recojo las piezas y las pongo en una bolsa especial que me amarro al cinturón. Aunque no me vea, ruedo los ojos, cansada. Si esa persona hubiera querido herirme en un principio, ya lo habría intentado y yo ya le habría pateado el trasero por atreverse.
—¿Vas a seguir esperando a que te salude o hablarás de una vez por todas? —le digo, dándome la vuelta para quedar cara a cara.
Roy Harper dentro del traje de Arsenal me mira a varios metros de distancia, con los hombros relajados y una postura tranquila.
—Somos muy pocos en el Team Arrow justo ahora, y he venido a investigar lo que sea que ha pasado aquí —explica, mirando la bolsa en mi cinturón—. Además, también quiero saber si Dick está muerto o no.
