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El timbre de mi celular me despertó a eso de las 4am, pero... ¿Quién demonios me llamaría a esta hora?
Entrecerré los ojos por el brillo de la pantalla en mis ojos y logre diferenciar una foto mía con Mangel en una de nuestras salidas.
-¿Aló, Mangel?
Cortaron.
Segundos después me llego un WhatsApp de el:
"Estoy afuera, necesito hablarte...por favor"
Me quité a Rubius de encima y me escabullí hacia la puerta, baje cuidadosamente las escaleras, algo no me cuadraba entonces, abrí la chirriante puerta y...Nadie.
-¿Mangel? ¿Donde mierda es... -sentí un fuerte golpe en la nuca que me estrelló contra el suelo, adolorida, intenté levantarme, pero, fue imposible, sentía como la cabeza me daba vueltas.
[...]
Desperté en el frío suelo de una gris y nada espaciosa habitación, no había siquiera un baño, solo una fuerza de metal reforzada delante de mí...¿Qué demonios es esto?
Comencé a golpear la puerta con desesperación, odio los espacios pequeños, los detesto desde mi madre solía encerrarme en un sótano cuando hacía algo "mal".
-¿Hola? ¡Déjenme salir! ¡Por favor! ¡Ni siquiera sé quiénes son!
Después de gritar por tanto tiempo, al fin alguien me escuchó.
Unos ojos azules se asomaron por el visor de la puerta y me miraron.
-No puedo creer que seas tú, eres idiota, caíste en el mismo hueco amor, creí que eras más lista.
Esa voz...Nathan, menuda suerte tengo, ya no era un misterio donde estaba, de seguro estaba bajo el Bar de Oz , un bar al sur de Madrid, el cual Parche había ganado en una de sus tantas apuestas en donde era todo o nada, y que usábamos para encerrar a quienes nos parecían una amenaza para el negocio, la sede de nuestra pandilla.
Me levanté ligeramente y me acerqué a la ventanilla, Nathan forma parte de mi pasado, parte de lo que fuí, el es la mano derecha de Parche, ambos muy malas personas, cuando quise irme de aquí, tenía que hacerlo procurando que no fueran a matarme, y la única solución que vi fue seducir a Nathan...no iba a poder evitar la paliza, pero si salvar mi vida, el daría la orden de que me dejasen en paz, y así fue.
-Y yo no puedo creer que aún no me superes, y haz armado este numerito tuyo, para llamar la atención.
Reí irónicamente, saldré de esto dentro de poco, el sigue enamorado de mi, será presa fácil.
-Oh no, cariño, yo no te he traído, lo ha hecho Parche, cuando se enteró que tú eras la novia de alguien que nos debe mucho dinero.-me guiñó el ojo-.Yo vengo a hacerte hablar...
Abrió la puerta, provocando que está chirreara, su alto y esbelto cuerpo moreno apareció frente a mi, tenía el brazo derecho lleno de tatuajes, realmente ya no era como antes...
No va a ser presa tan fácil.
Se sentó junto a mí en el suelo y me lanzó un celular viejo a los pies, lo tomé desconcertada.
-¿Qué quieren de mí?-pregunté.
Resopló.
-Ya te he dicho que queremos el dinero, ahora, lo llamarás y le dirás que pague...y si ambos cumplen lo que les digo, se irán vivos.-Ahora...Llámalo.
Instantáneamente negué con la cabeza, me da igual ser torturada, unos moretones más, no me matarán.
Su ceño se frunció y me aventó una bofetada, joder.
Marqué el número de Rubén, mi plan era sencillo, decirle dónde estaba y que venga con la policía.
Uno. Dos...
-¿Ahora qué quieren? ¿Donde mierda está Judith?.-se lo oía muy agitado.
Nathan se abalanzó bruscamente sobre mí, metiendo sus mugrosas manos bajo mi camisa, y estrujando mis senos.
-¡No me toques! ¡Quítame las manos de encima!
-Se que te gusta amor...-dijo él.
Rubén no paraba de insultarlo y amenazarlo.
Sentía como mordía mi cuello y bajaba hacia mi pantalón.
-No más por favor...No más...-Las lágrimas se me salían, el no iba a golpearme, quería violarme.
Maldito el momento en que me adentré a esto.
-No la toques...por favor...-Susurraba Rubén.-Ellos me robaron, me golpearon, pero si hace falta yo pagaré.
-¡El Bar de Oz!- grité.
-¡Hija de Puta!-me sacudió Nathan y cortó.
Comenzó a reírse, me dobló los brazos, colocando mis manos en mis omóplatos y me empujó contra la pared, aparentando su miembro contra mi culo.
-Gracias por tu ayuda, amor, ahora vendrá y acabaremos con esto.
Era una jodida trampa.
Salimos por un corredor estrechoy alfombrado de suelo a paredes de tonos rojos, alumbrado por tenues luces verdes neón, Nathan abrió la puerta trasera del local, y con más de diez hombres allí fuera, me arrojó al suelo, y me quitó la camisa, dejándome en sujetador en una noche tan fría.
-Si viene con dinero, déjenlos, si viene con ganas de vengarse, mátenlo...y a la zorra también.-dijo Parche.
Intenté levantarme y darle una buena golpiza, pero me asentó una patada en el estómago antes que pudiera hacerle algo, eso me dejó sin aliento e hizo que escupa sangre.
-Amárrenla.
Dos hombres me sujetaron por los brazos y Parche me levantó la barbilla, para que pueda ver su horrible rostro lleno de piercings.
-Será mejor que te calmes, Judith, porque tengo más de diez hombres aquí afuera que se mueren por tocarte.
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He vuelto, perdónenme la vida plox💔💔

Cambio de Roles » Rdg;2TPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora