I'm Thinking About You

10.5K 555 447
                                    

{ Amanda }

Ya pasó una semana de que presenté mi examen de contrapunto. Harry me ayudó mucho estudiando y gracias a eso saqué la nota más alta del salón. Obviamente a Harry no le hizo mucha gracia aquello, pues le había ganado en calificación. Jamás mencionó de nuevo que me ayudó, se lo guardaba como secreto, ya que la verdad ambos sabíamos que no iba a pasar de nuevo. Pero eso sí, estoy agradecida con él, aunque no se lo haya dicho.

Miraba mi ojo en el espejo del baño de damas de la escuela, iba mejorando, ya no estaba tan hinchado, solamente era una leve mancha a comparación a como estaba antes. Salí del baño y vi a Trevor a unos metros de mí con una flaca de cabello rojizo. Hablaban muy a gusto, él no quitaba su vista de ella. Yo me quedé ahí parada, sin saber qué hacer.

Hace una semana también que no hablo con él. Desde lo que pasó en el departamento no le he vuelto a dirigir la palabra, ni él a mí. Yo estaba avergonzada y supongo que Trevor también.

¿Qué hace él aquí? ¿qué hace con ella? Siento la sangre hervir en mis venas.

— Oye enana...— oigo a Harry, pasa por mi lado, yo le miro pero mi mente no estaba del todo claro — Voy a pedirte, no, mejor dicho; voy a obligarte a...

Dejé de escucharlo para darle un rápido vistazo a mi amigo, que está abrazando ahora a la chica. Todo parece tan rápido, mi cuerpo reaccionó de una manera espontánea cuando cogí las mejillas de Harry y me paré de puntillas para así darle un beso.

Lo sentí tenso, su cuerpo no se movió ni mucho menos su labios. Me separé cuando medí lo que hacía. Lo miré como si fuese él un fantasma, Harry me miró con la boca ligeramente abierta. Miré hacia Trevor, que estaba ahí mirándome con sorpresa, ya sin la chica. Miré hacia el chico que besé, y una sonrisa arrogante se asomó por sus labios.

— Mira enana, no soy alguien para darle celos al gordo de tu amigo. No estoy para tus tonterías infantiles — ríe un poco, mis mejillas se sonrojan — Que tu único amigo quiera joderse a otra que no seas tú no es mi culpa. Es la tuya por no ser lo suficientemente caliente y poco atractiva. — se da la vuelta — Además, que te haya ayudado para estudiar tampoco significa que ya somos amigos, idiota.

Se va, dejándome sumamente ofendida pero algo dolida por sus palabras. Yo sabía que no somos amigos, pero yo creí que con el tiempo podríamos serlo. Verán, él se comportó muy bien conmigo la otra noche. Era distinto, como si toda su atención estuviera en mí. Limpió cada lágrima de desesperación que solté cuando no entendía nada. Me hablaba de la manera más suave. Harry me ayudó de mil maneras, pero debí suponerlo cuando al día siguiente me trató como una mojigata.

Me acerqué a Trevor con la mayor vergüenza del mundo.

— Lo siento Trevor, yo... estaba celosa al verte con esa chica que reaccioné de la manera más tonta — suspiré, él tomó mi mano.

— No tenías por qué estarlo. Yo te quiero a ti, Amanda — me sonríe un poco, yo hice el mismo gesto — En serio me gustas. Eres mi mejor amiga pero cuando estoy contigo me siento distinto, obviamente de la mejor forma. Has sido la única que me quiere por como soy, que me respeta y me trata como alguien especial. Eres única, Amanda. Por eso... quiero...— sus mejillas se sonrojan y sus manos tiemblan al igual que las mías — ¿Quieres ser mi novia?

Una gran sonrisa aparece en mis labios. Lo suelto para así abrazarlo. Como él es alto, me carga un poco con sus brazos. Yo reí, estaba llena de felicidad.

— Creí que jamás lo dirías — miré sus ojos cuando él me bajó al suelo — Joder, creí que yo sería la que diría esas palabras.

— ¿Eso es un sí? — ríe un poco.

— ¡Claro que sí!

Lo besé. Ahora así, mis labios tocaron sus cálidos labios mientras sentía toda la adrenalina correr por mi cuerpo.

— Ahora que soy tu novia y puedo reclamarte... ¿Quién era esa flaca? — cruzo mis brazos.

— Era una vieja compañera que antes estaba en mi facultad, pero apenas este semestre se cambió a ésta — confiesa, yo asiento sin ya darle mucha importancia al asunto.

Realmente lo que empezó como un mal momento terminó siendo el mejor de todos.

{ Harry }

Georgina besa mi pecho descubierto mientras sus manos recorren salvajemente mis brazos. Yo tomo su espalda para bajar poco a poco a su trasero. Ella suelta un gemido y yo sonrío. Cansado de la misma posición, dejo a la rubia debajo de mi cuerpo. Miro su sonrisa perversa y yo le sonrió para juntar nuestros labios una vez más.

— ¿Tienes el condón? — ella asiente y me lo da, yo lo abro con mis dientes y me lo pongo lo más rápido posible —¿Lista?

— Mierda sí, hazlo — jadea totalmente desesperada.

Cierro mis ojos y se lo meto despacio haciendo que ella chille. Empiezo a moverme adentro de ella mientras soltaba varios quejidos. Georgina gime en cada embestida que daba. Como mantenía mis ojos cerrados mil cosas se me vinieron a la cabeza. Pronto, Amanda apareció en mi mente. Su maldita imagen chocó con mi mente. Y no era bueno mientras tenía sexo. Un grito asustado salió de mis labios mientras abría mis ojos y dejaba de moverme. Miré a la rubia, quien me miraba confundida.

— ¿Por qué paras, cielo? — preguntó confundida.

Joder. Pensar en Amanda en estas circunstancias era cosa del demonio. He pensando en muchas mientras tengo sexo pero ¿la enana? Tengo a una hermosa chica debajo de mí como para pensar en esa tonta. Ladeo un poco mi cabeza y continuo con mis movimientos, pero ahora ya más inseguro.

— No era nada nena, tú sigue gimiendo — digo mientras aumentaba la velocidad, ella muerde su labio y sin evitarlo grita de placer.

— Uh sí, si-sigue... 

Y me corrí tiempo después con la imagen de Amanda en mis pensamientos. 

My Room, My Rules | Harry StylesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora