Desde hace un sueño (En físico en Amazon)

Capítulo 9: Recuerdos

Me quedo sentada en mi cama, mirando el nombre plasmado en la primera página del diario. He estado así por mucho tiempo ya, pero no me atrevo a avanzar más, no me atrevo a leer lo que contiene este libro. Siento profundamente que estoy a punto de violar su privacidad. Este hombre alguna vez escribió todo lo que sentía en lo más profundo de su mente, de su corazón. Probablemente haya cosas escritas aquí que él nunca le contó a nadie mientras estaba vivo. ¿Quién soy yo para leerlo sin más? Se siente absurdo, pero mi padre me enseñó siempre que respetar la privacidad ajena es un principio fundamental de los buenos modales. ¿Incluso aunque esté muerto, haría mal en leerlo?

Miro a Winter tratando de buscar respuestas, algo qué hacer. Pero él sólo está durmiendo calmadamente. Con la respiración relajada su peluda panza se mueve de arriba abajo lentamente. ¿Por qué lo miro a él, de igual forma? Aunque le contase lo que siento respecto a este diario, él no podría responderme. Pero últimamente siento más necesidad de comunicarme con Win, de entender lo que siente. Presiento que guarda respuestas en su interior.

Vuelvo a mirar el diario, con su caligrafía perfecta. Lentamente la curiosidad me consume y al final no puedo controlarlo.

Tomo la página entre mis dedos y la paso suavemente, para leer lo que sigue. Ahí, en el centro, hay un pequeño texto, sin ninguna fecha que me indique cuándo fue escrito. Puedo notar al instante la suavidad de su pulso. Tal vez suene estúpido, pero papá me ha enseñado a ver en textos antiguos cosas más allá de lo que se puede observar a simple vista. Puedo ver aquí que ha sido escrito con tranquilidad. ¿O tal vez me equivoque?

Doy un suspiro y en mi mente le pido al autor de este diario que me perdone por violar su privacidad. Doy un último vistazo a Winter y me dispongo a leer con entusiasmo:

''Este diario lo escribiré con un único propósito: Plasmar con letras lo que con palabras no puedo decir. ¿A qué me refiero exactamente? He estado reflexionando mucho últimamente, al sonido del viento. Me he dado cuenta de muchas cosas y a la vez de nada. Sólo sé que últimamente me siento muy solo, hay tanto que quiero expresar pero muy pocos que me escuchen, o que simplemente intenten escucharme. ¡Pero por qué piensas eso justo ahora, Charles! Nunca nadie te ha escuchado verdaderamente.

Entonces estaba sentado en una roca en la playa, mirando el mar y su suave y armonioso movimiento, imaginándome la vida más allá, siendo libre como un ave; y de repente algo se me ha venido a la mente, un recuerdo. Este recuerdo no fue visual, sino sonoro. Una vez, de pequeño, escuché a mi padre monologando en la biblioteca. Lo que hizo fue citar a Charles Dickens: ''Cuando lo hayas encontrado, anótalo'', dijo una vez aquel escritor.

Ahora, este recuerdo irrelevante para mí en ese momento, tuvo mucho sentido después. ¿Por qué estaba en la playa, en primer lugar? Porque necesitaba tiempo para pensar y reflexionar sobre lo que sentía en ese momento. ¿Y qué es exactamente lo que sentía en ese momento? Soledad.

Entonces esta chispa vino a mi mente. Lo que encontré fue un sentimiento, una emoción. Descubrí que me sentía solo y de repente la cita que mi padre monologó una vez tuvo mucho sentido para mí.

A lo que me quiero referir con eso es que encontré una respuesta a ese inevitable sentimiento: Anotarlo. Sí, escribiré todo lo que sienta dentro de mí, como si este libro fuera mi amigo. Un amigo que sólo escucha, sin protestar y sin interrumpir. Esto, querido amigo, es lo que he estado buscando por mucho tiempo.

¡Ah, sí! ¡Por poco me olvido de mencionar algo! Hay otra razón por la que escribiré mis sentimientos, pensamientos y emociones. Sólo espero que si alguna vez me voy lejos y alguien por casualidad encuentra este diario, comprenda que las cosas importantes en la vida a veces las pasamos por alto. Aunque habremos algunos que no hemos tenido el placer de sentir todas estas alegrías al cien por cien, ¿Por qué tú, que lees, deberías dejar de sentirlas? No quiero que cometas mis mismos errores, que sientas mi misma cobardía. Sólo espero que al leer lo que plasmaré en estas páginas puedas caer en cuenta de muchas cosas, aunque no puedo decirte con seguridad qué cosas son. Y si soy yo mismo quien en un futuro lejano lee esto, sólo tengo algo que decirte, Charles: Espero que seas feliz, lo espero de corazón.