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***Narra Shiro***

-Es mi favorita. -dijo el ojiazul sin sacar el popote de sus labios, siguió sorbiendo la leche de la caja y me miro con recelo. Comenzó a caminar y lo seguí como perro obediente. Cuanto me gustaba.

Tobio.

¿Que demonios.?

Yo no. . .

Yo no lo conozco. Apenas y se unas pocas cosas externas de él, no podríamos conocernos, es decir, es de otra prefectura. Mamá dijo que no llegamos nunca a allí. Pero . . .

¿Por que se sentía tan familiar la maldita caja de leche detrás del vidrio?.

Sin darme cuenta ya estaba en mi mano. La mire intentando concentrarme, quería ver si esa alucinación se reproducía de nuevo. Pero nada.

Alguien estaba cerca.

Mire con recelo a quien venia del pasillo.

Kageyama Tobio.

¿Nos conocemos?

Apreté la caja entre mis palmas y la deje sobre la maquina. Me sentí inquieta, algo en él me lo había provocado. Lo mire por última vez, lucia algo sorprendido. Tome el camino hacia el cuarto de los jugadores.

La inquietud paso un poco antes de llegar a la puerta. Suspire con fuerza, abrí la puerta y me metí en las sombras. Cuando me acostumbre a la luz de la luna, camine entre los cuerpos desparramados de los jugadores en sus diminutos colchones, localice en mío y me recoste, Ushijima se removió hasta quedar de frente a mi y me miro con curiosidad. ¿A donde fuiste?. Leí en sus labios.

Me tape hasta los hombros, la noche era fresca. Que te importa, respondí. Ushi fruncio el seño. Se dio media vuelta y ignoro mis pellizcos. Si hubiera comenzado a contarle no se hubiera dormido, su sueño seria ligero y en la mañana estaría muy molesto como para tomar sus vitaminas. Era como un bebé. Mi bebé de casi 3 metros exactamente. Acaricie los pelos de su nuca y su respiración se hizo pesada. Cerré los ojos y comence a pensar en cuanto faltaba para despertarme de nuevo.

***

- Arriba idiotas ! No obtendremos ninguna maldita medalla dorada si no mueven sus escualidos traseros !!
Los mas altos refunfuñaron y comenzaron a estirarse para finalmente sentarse en las camas. Se rascaron los ojos y se levantaron. Algunos aun adormilados habían comenzado a cambiarse, por lo que salí del cuarto y me dirigí con urgencia a la cocina.

-Gracias sensei. - Agradecí bajo.
Los bentos que habia preparado para mis jugadores estaban sobre la mesa principal, y estaba segura que el sensei los había bajado para mí.

Comencé lentamente y con pacienca inpropia a acomodarlos por nombre, unos brazos reposaron sobre mis hombros. Me apretujaron un poco y luego de dejarse caer, un beso silencioso tomo lugar en mi coronilla.

-No deberías haberte despertado tan temprano. -reproche.- Tomaste tu vitamina ?

- Quería salir a correr, debo estar en mi mejor estado para el juego. - Dijo grave como siempre.- Y sí, lo hice.

Deposito otro beso, esta vez, en mi cien.

- Deberías dejar de preocuparte por mí. Soy un año mayor que tu.

Shiro Heart (Kageyama Tobio)Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt