Shiro Heart (Kageyama Tobio)

"Volver a verte."

Ya había pasado todo ese tortuoso y lento tiempo lejos de mi Kageyama.

La relación entre mis padres estaba concluida, los visitaría de acuerdo a lo acordado con los abogados y todos felices, mamá había dejado su trabajo en el bufete de abogados donde era directora junto a papá y puso su propia pastelería (su sueño frustrado por unas buenas notas y unos padres estrictos) y era realmente feliz con sus medios ingresos y su casa impregnada a olor a azúcar quemado, ya que bueno, aun no era una profesional en eso de los glaseados.

Por mi pedido pasaría la escuela media en Karasuno, donde suponía que terminaría mi tonto Kageyama, ya que estaba segura que lo rechazarían de su propuesta inicial si se basaba en sus conocimientos.
No podía valerse por si mismo en ese sector.

El único inconveniente seria que durante ese tiempo de no volver donde mamá tendría que irme a pasar las vacaciones con ella. Por lo que tendría que aprovechar cada fin de semana junto mi Kageyama para no extrañarlo demasiado luego, lo que no sonaba realmente mal para mí.

Poco a poco el día de mi comienzo en Karasuno estaba más y más cerca, estaba mas nerviosa de lo normal ya que no empezaría el mismo día que los demás sino una semana mas tarde, lo que me alejaría un poco de todos porque generalmente los grupos de amigos se forman en la primera semana.

Y todo esto por la mudanza repentina de mi padre a su ahora completamente construida y enorme casa.

Papá había puesto más que mucho dinero en esa nueva casa, era su obra de arte. Y mi cuarto no era menos, era gigante, amplio, con baño propio, armario grande y de color blanco como a mi me gustaba.

-No debiste - le dije poniendo mis manos como una barrera ante las bolsas de regalo. Sus recibimientos siempre eran gratos ya que como el dinero no parecía tener valor para él, vivía gastándolo en cosas innecesarias, como en cosas para mí.

-Es solo para que tengas algo apropiado para algunos de mis viajes al exterior - sonrió y dejo las bolsas colgadas en mis manos, le Sonreí agradecida y papá se retiró cerrando lentamente la puerta blanca.

Tome las bolsas y me encamine al armario de puertas negras, las abrí posando una mano en cada puerta y me deje iluminar por las luces de su interior, era mi pedazo de cielo.

Poseía una mesa de vidrio en el centro, repisas a ambos lado y estantes para libros, al final habían repisas para los zapatos y estantería con puertas de vidrios y broches especiales para aretes, collares y relojes, y el suelo era como pisar nubes, estaba completamente alfombrado y era algo afelpada.

Este era realmente el paraíso.

Deje la bolsas por ahí entre las cajas donde estaban mis cosas apiladas y me aleje unos pasos para volver a admirar mi amplio armario.

En un momento me recosté en el suelo mirando hacia en cielo razo pero cuando di media vuelta me sorprendió ver una esquina de una foto que sobresalía de una caja cercana, la tome con cuidado y la tire hacia mi lentamente para no romperla.

Era Kageyama.

Tenia ocho años en aquel entonces , estaba vestido con un traje negro, era la boda de uno amigos de nuestros padres, se lo veía de perfil y una gotas transparentes estaban posadas en sus azules ojos, tenia la mirada perdida y las gotas que caían por su mejilla parecían de cristal.

Recuerdo que unas semanas antes de irme donde mi madre estaba con él en su cuarto charlando y la imagen cayo exactamente sobre mi.