dieciocho ✨

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Luke trata de cogerme de la mano para poder entrelazar nuestros dedos, creo que es la quinta vez que lo intenta, pero a como las demás veces: aparto mi mano hacia mi cabello para arreglarlo, sin importar que lo tengo perfectamente. A veces este chico rubio me saca de quicio.

Ambos caminamos a paso tranquilo y paciente por el supermercado, Luke lleva la canasta de las compras en una mano, realmente de mis compras, es una historia muy larga del porqué él está conmigo haciendo mis mandados de la casa, pero básicamente él me mandó un mensaje preguntando qué hacía y le respondí que estaba en camino hacia el supermercado, y mírenlo aquí, como un imán que vino hacia mí. Y no tuve otra opción que dejarlo que me acompañara.

— ¿En la lista están las pastas instantáneas? — escucho preguntar a Luke, este luce concentrado en los estantes llenos de productos, lo cual me hace sonreír un poco.

—Sí, tres bolsas. — contesto, dirijo mi mirada hasta donde están los paquetes de espaguetis, y maldigo, pues están hasta arriba, observo cómo Luke me mira con ternura, se da la vuelta y como si fuese costumbre, solamente alza la mano y los coge para ponerlos en el interior de la canasta. Jirafa. — Gracias.

—Es un placer servirte. — me dice, seguido de guiñarme un ojo y no puedo evitar poner los míos en blanco y bufar divertida. — Eres mala, trato de ser un buen chico solamente por ti y tú no lo aprecias.

—Lo apreciaría si me pasas una bolsa de salta de tomate. — espeto en tono queda, pero mi seriedad se va cuando le observo hacer una mueca exagerada de cansancio y caminar a grandes zancadas hasta donde están los paquetes de Kétchup. Su comportamiento me hace reír, este Luke relajado y juguetón me gusta, y no en ese sentido de "amor" sino que, me siento cómoda con él.

—Vamos Darling. — Luke me llama e inmediato voy hacia él, caminamos hasta los demás pasillos en busca de lo que falta en la lista que me hizo mi mamá, ambos estamos tranquilos, a veces hacemos bromas y para ser sincera, me agrada demasiado que él esté conmigo, hace todo menos aburrido. Pero luego está esa gran duda que me llega cada vez que estoy con él, aquello que me hace sentir insegura, ¿En serio le gusto? ¿No estará jugando conmigo? Y las respuestas que me doy a mí misma apestan, pues la mayoría son negativas.

— ¿Luke? — le llamo, él está leyendo las instrucciones de un pequeño carrito control remoto que encontró en uno de los pasillos de juguetes, cuando digo su nombre, lo que él hace es mirarme enseguida, poniendo el juguete en su lugar devuelta Luke gira hasta quedar frente a mí, en una mano aun lleva la canasta de las compras, su mirada me inspecciona todo el rostro y sé que quiere que hable. — ¿En serio te gusto? — mi pregunta le toma por sorpresa porque alza las cejas seguido de mostrarme una sonrisa confundida, mientras espero a que diga algo, él cambia su peso de un pies a otro y se aclara la garganta.

—Sí.

— ¿Solamente dirás sí? — mi pregunta va cargada de diversión, él se encoje de hombros mostrando una gran sonrisa, aquella donde se le marcan los hoyuelos.

— ¿Qué más puedo decir? — Luke agacha un poco su cabeza para poder verme más de cerca y ese simple acto me pone nerviosa, demonios, debí quedarme callada y seguir buscando el sazonador de carne. — Tu pregunta era si me gustabas, y yo te he respondido que sí.

—Okay. — murmuro dándome la vuelta para seguir hacia el siguiente pasillo, pero el agarre que hace Luke en mi brazo me lo impide, algo resignada me giro de nuevo hacia a él, y le miro a los ojos.

—Pregúntame por qué. — me pide con una sombra de sonrisa en su boca.

— ¿Por qué?

—Me haces sentir diferente, contigo puedo reírme de cualquier cosa, me haces sentir tan bien, Darling, que me asusta, jamás pensé sentir todo esto por alguien, eres la única chica que puede bajarme de mi nube de egocentridad, además, eres condenadamente linda, y no linda como las demás, eres más como esa linda natural y despistada, ¿Te has visto en un espejo?

—Sí, hay uno en mi habitación. — contesto algo aturdida por sus palabras, escucho cómo suelta una risa y no digo nada cuando me coge de la mano.

—Ves, es lo que digo, eres tan linda. — me sonríe de manera adorable, como si yo fuese un lindo conejito que encontró en las vitrinas de una tienda de animales. Casual. —Ay, Darling, me encantas. — Luke me presiona de la mano y me jala consigo para seguir con las compras, no digo nada en todo el camino, pues aún sigo mareada con todas las palabrerías que ha soltado, y lo único que me digo es que Luke Hemmings tiene una excelente labia, y tengo miedo de caer por culpa de ella.

***

—Una bella flor para una bella señorita. — le echo un vistazo divertida a Luke, que sostiene entre sus manos lo que parece ser un tulipán, niego y noto que la señora que está detrás del mostrador facturando mis compras, nos ve con ternura. Ay no.

—Si la pagarás tú, entonces la acepto. — le digo al rubio, él entrecierra los ojos en mi dirección y vuelve a dejar la flor en su lugar, en un canasto donde están otras distintas flores de todos los colores.

—No te la compro porque conociéndote la guardarás en la bolsa junto a las compras. — suelta poniéndose de brazos cruzados y alzando su barbilla.

—Oh vamos... — comienzo a hablar, miro a la señora que sigue facturando y haciendo que la maquina haga ese molesto pitido, dirijo mi mirada a Luke y le sonrío. — Dije que lo lamentaba.

—Está bien que lamentas que amontonaras las flores en el casillero. — me dice mientras me muestra una extraña y graciosa mueca de indignación.

—Ustedes hacen una linda pareja. — escucho decir a la señora, comienzo a negar, pero siento cómo Luke se posiciona a mi lado para poder ver a la señora frente a frente, sin dudas ya sé dónde se dirige esto.

—No somos una pareja aún, señora, ella no quiero nada conmigo. — le explica Luke con tono suave y amable, le miro incrédula y niego desaprobatoriamente. ¿Aún? ¿Cómo se atreve?

—Oh, perdón, pensé que lo eran. — dice ella con una sonrisa avergonzada, le sonrío de vuelta y me limito a darle el dinero que muestra en la pantalla, ella lo toma, toca algunas teclas de la máquina y segundos después me devuelve el cambio junto al recibo. — Dale una oportunidad, se ve que es un buen muchacho. — la señora me guiña un ojo y asiento para no ser grosera, percibo a Luke soltar un pequeña risa atrás mío, le empujo apropósito y me despido de la señora.

—Eres imposible. — le indico al rubio, que carga las bosas en sus manos, él se encoje de hombros y me muestra una sonrisa. Ambos ya estamos saliendo del supermercado.

—Deberías hacerle caso a esa señora. — ríe.

—Cállate, Luke. 

-

hello its me. si les gusta esta basura de fanfic por favor comenten y voten, btw, tal vez voy a estar desconectada de todo así que por eso TAL VEZ tarde con las actualizaciones. sorry, pero estoy teniendo problemas personales y sé que no les interesa y ya dejaré de escribir esta absurda nota. 

-kat. 

glue | lrhWhere stories live. Discover now