「 Azumane Asahi 」

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Realmente estaba siendo una tranquila y entretenida cena en casa de los Azumane. Los niños estaban duchados, sus deberes estaban hechos y todos se encontraban de un extraño buen humor.

Pero, claramente, eso no era normal en esa casa, por lo que la pequeña Azumane Rin decidió soltar la pregunta del siglo, la que llevaba semanas queriendo decir.

―Mami, ¿cómo conociste a papá?

Kotori soltó la cuchara, haciendo que esta rebotara en el plato y salpicara un poco de sopa. A su vez, Asahi se tapó la boca con una mano para tratar de no escupir el agua que estaba bebiendo. Kotori miró de reojo a sus hijos, que esperaban impacientes por la historia del primer encuentro de sus padres.

―Si, Ko-chan, cuéntales a los niños cómo nos conocimos.  ― Por primera vez en mucho tiempo pudo notarse una sonrisa forzada y un aura pesada alrededor del castaño. Ella tragó saliva y se aclaró la garganta.

―B-bueno niños, es una historia un poco...

―Cuéntala. ― interrumpió Gin ― no vas a librarte por decir que es larga o algo parecido.

Me tienen calada.   

―Bien bien, la contaré.

[...]

Era bastante estúpido el tener clases extras y entrenamiento en los clubes a mitad de junio, a treinta y ocho grados, pero en fin, así era la sociedad y lo dictaban las leyes. Así que ahí estaba todo el equipo de voleibol, cansado y sudoroso, bebiendo agua desesperadamente.

―¡Tanaka, no te quites la camiseta!

―¡Daichi-san, hace mucho calor! ― el rapado hizo mil pucheros, terminando por ponerse la camiseta a regañadientes.

―No cambia, ¿eh? ― En momentos como ese Asahi deseaba darse un buen corte de pelo. ― Iré a las fuentes de fuera, ¿alguien quiere que llene su botella?

—¡A mí por favor! — Hinata le lanzó su botella y él la cogió en el aire, saliendo fuera del gimnasio.

—¡Buff! Si que hace calor...— recorrió un pequeño pasillo hasta llegar a las fuentes, dónde llenó primero su botella.
Al terminar con la suya la cerró y la puso a un lado, cuando un grito lo distrajo.

—¡Cuidado!

Giró la cabeza en dirección del ruido y, sin darle tiempo a reaccionar, una pelota de béisbol golpeó su nariz con mucha fuerza. No fue la suficiente como para tirarlo, pero si para que le doliera, y mucho. La pelota cayó al suelo y Asahi solo se sujetaba la nariz con ambas manos. Abrió un ojo, y pudo ver a una chica castaña correr en su dirección con un bate en las manos. Se asustó al pensar que podría llegar a pegarle con él.

—¡Waa, lo siento! Creo que me pasé un poco de fuerza...¿estás bien?— se acercó un poco al gandullón y este retrocedió medio paso.

—E-estoy bien, perfecto. — rió nervioso y agitó las manos frente a él.

—¿Seguro? Yo no diría eso. — una sonrisilla se asomó por el rostro de la chica. Asahi pareció no entenderlo.

—¿Eh? —inclinó un poco la cabeza.

—Tu nariz — señaló la nariz del chico. — está sangrando.

El castaño se sobresaltó al darse cuenta de la sangre que caía, dirigiéndose a su boca. En medio del pánico solo pudo subir la cabeza y moverse de un lado a otro. La chica se rió de nuevo, pero más alto y claro está vez. Tenía una bonita risa.

—Tranquilo, tranquilo. — Lo guió hasta las fuentes y se subió en el pequeño muro que las unía, quedando a la altura de su cara. Se asomó hasta quedar en su campo de vista, tapándole el azul cielo. Intentó no moverse por la sorpresa, ya que ella estaba apoyada en sus hombros.
Le sonrió y colocó unos algodones en su nariz, frenando un poco la hemorragia.

Saltó del muro y volvió a tomar su bate. Lo posó en su hombro y se giró hacia Asahi.

—Siento eso, deberías ir a la enfermería. Soy Kotori, por cierto. — No vió al chico con intenciones de presentarse, por lo que se dió la vuelta y comenzó a caminar lejos de él.

Asahi reaccionó.

—¡Azumane Asahi!

Koto se detuvo ante el grito del chico y le dedicó una radiante sonrisa.

—¡Un placer conocerte, Asahi!

Ya no le quedaban fuerzas para gritar.

Y ella estaba muy lejos de él.

Al menos ahora.

Haikyuu!! One-Shot'sWhere stories live. Discover now