Capitulo 42 - Nuestra Pequeña Camila

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Ya habían pasado varias horas desde que ingresó en la clínica, los dolores cada vez eran más seguidos e intensos mientras Diego permanecía a su lado y ella agarraba su mano con fuerza aunque a veces lo insultaba en cuanto el dolor de las contracciones pasaba enseguida le pedía disculpas y eso a él lo tenía divertido. Todos esperaban afuera nerviosos incluso más que el propio Diego.

Diego: mi amor tranquila ya queda poquito.

Roberta: tranquila mis calzones, claro como a ti no te duele andas muy tranquilo ¿no?

Diego: mi amor yo entiendo pero...

Roberta: pero nada ya cállate ¡ahhhh!

El nuevo dolor hizo que apretara la mano de él con mucha más fuerza, el se la soltó quejándose.

Diego: ¡ah! Roberta que me dejas sin mano.

Roberta: te aguantas, los dos estabamos ahí y sólo yo sufro así que si te hago un poco de daño te lo mereces.

Entonces el doctor de nuevo entró al cuarto revisandola una vez más.

Doctor: Roberta ya va a nacer tu hija.

Roberta: ¡al fin! Creí que no iba a llegar nunca.

Diego: mi amor tranquila.

Roberta: tu te callas idiota.

Doctor: bueno Roberta ya sabes como es esto, en la próxima contracción empuja ¿sí?

Ella sólo asintió y de nuevo las contracciones se hicieron presentes, una, dos, tres... Agotada, se dejó caer cuando escucho el llanto de su pequeña.

Doctor: felicidades muchachos son papás de una hermosa niña.

Diego le dio un beso en los labios mientras ella respiraba agitada por el esfuerzo, minutos después una enfermera entregó a la niña a Diego quien se acercó a Roberta feliz y emocionado entregándosela. Ella dejó escapar algunas lágrimas depositando un beso en su cabecita.

Diego: gracias mi amor, gracias por darme la bendición de volver a ser padre y contigo.

Roberta: a ti porque esta pequeña, nuestra pequeña Camila, es la culpable de que tú y yo estemos juntos de nuevo.

Diego: te amo, las amo.

Roberta: yo también te amo, los amo.

Se unieron en un tierno beso y Diego entregó de nuevo a la niña a una de las enfermeras se despidió de ambas y salió, mientras terminaban de prepararlas a ambas, para informar a todos.
En cuanto salió sus tres hijos corrieron hacia él ansiosos por saber de su nueva hermanita y de su mamá.

Alonso: ¿ya nació Cami?

Diego: sí campeón ya nació Cami.

Gonzalo: la oímos llolar papi, la abu Alma nos dijo que ela ella quien llolaba.

Diego: así es.

Ana Lucía: ¿y mami está bien?

Diego: está muy bien princesa, está descansando.

Alonso: ¿y es guapa mi helmanita papi?

Diego: es preciosa, muy bonita, tan bonita como mamá y como Ana.

Acarició la mejilla de su pequeña y les dio un beso a los tres, entonces la primera en abrazarlo fue su mamá.

Mabel: felicidades mi amor.

Diego: gracias mamita, ya eres abuela otra vez.

Mabel: por cuarta vez mi vida, gracias.

Se fundieron en un abrazo y entonces Franco y Reverte fueron los siguientes en saludarlo y felicitarlo, seguidos de Alma quien le dio un afectuoso abrazo.

Mi Destino Eres TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora