Capitulo 40 - Son Mi Mujer y Mi Hija

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Regresó a su casa antes de tiempo había tenido un mal presentimiento y necesitaba llegar a su casa y asegurarse de que estuviese bien. Al llegar vio a Carolina en la cocina pero ella no estaba.

Diego: Carol.

Carolina: Diego, no lo esperaba tan pronto ¿paso algo?

Diego: nada, mi esposa ¿está?

Carolina: yo acabo de llegar del súper, cuando me fui estaba en el cuarto de la bebé dijo que empezaría a decorarlo hoy.

Diego: sí ya sé, voy a buscarla entonces.

Subió hasta la planta alta pero no escuchó ruido alguno revisó su cuarto pero ahí no se encontraba y fue hasta el que sería el de su bebé, al llegar abrió la puerta y se encontró con la más terrible imagen.

Diego: ¡Roberta! Nooo, mi amor.

Corrió hacia ella horrorizado, estaba tirada en el suelo inconsciente, se agachó a su lado intentando que reaccionara y entonces vio sus piernas empapadas en sangre.

Diego: nooo, Roberta no mi amor por favor.

Carolina que había oído sus gritos subió hasta el cuarto quedando paralizada al verla ahí tirada y con Diego llorando e intentando que reaccionara.

Carolina: Diego hay que llamar a una ambulancia.

Diego: no, no hay tiempo yo la llevo a la clínica, llama a mi cuñado y dile y ocúpate de mis hijos.

Sin dejarla decir nada más la cargó con cuidado y la llevó hasta el coche en menos de veinte minutos ya se encontraba en la clínica donde Teo lo esperaba e inmediatamente la llevaron para revisarla mientras Diego lloraba sin parar, intentó avisar a Alma pero se encontraba de viaje, todos estaban trabajando y sólo pudo encontrar a Reverte y a su madre quienes rápidamente corrieron a la clínica.

Mabel: (llegando) Diego mi amor ¿qué paso?

Nada más oír la voz de su madre se levantó y fue a abrazarla empapado en lágrimas.

Mabel: hijo que pasa.

Diego: Roberta mamá, estaba tirada en el suelo, tenía una hemorragia mamá y no me dicen nada.

Mabel: (abrazándolo) tranquilo mi niño va a estar bien.

Diego: mi hija mamá, el amor de mi vida y mi hija están en un quirófano debatiéndose entre la vida y la muerte y yo no puedo hacer nada.

Reverte: Diego tranquilo, tú conoces a mi hija, ella va a luchar por su vida y por la de mi nieta, van a estar bien, las dos tienen que estar bien.

Diego: si la pierdo me muero, si las pierdo no se qué voy a hacer, me muero.

Mabel: no las vas a perder, tranquilo hijo ya.

Diego se aferró a los brazos de su madre quien intentaba mantenerse serena por su hijo que lloraba desconsoladamente. Reverte intentaba mantener la calma al igual que Mabel aunque por dentro estaba volviéndose loco por no saber cómo estaban su hija y su nieta.

Habían pasado más de tres horas y lo único que sabían es que Roberta había sido metida al quirófano de urgencia ya que por el fuerte golpe la niña corría peligro y también ella. Llegaron Mía junto con Miguel y Franco ya que Luján se estaba encargando de cuidar a los niños y a Alma aún no habían conseguido localizarla.

Mía: Diego ¿aún no saben nada?

Reverte: no Mía aún no sabemos nada.

Mía se acercó a Diego quien se encontraba sentado abrazado a su madre, ahora ya no lloraba estaba en shock.

Mi Destino Eres TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora