Capítulo 24: "Epílogo"

709 55 13
                                    


Un joven de cabello alborotado recibía de las manos del alcalde de la ciudad el cinturón como campeón internacional de artes marciales.

Bravo, Gokú, bravo, decía sus amigos de gimnasio mientras aplaudían.

Ese es mi nieto, decía el abuelo del joven de cabello alborotado.

Gokú miraba al público mientras mostraba con orgullo su cinturón de campeón y detenía la mirada en su amada pelinegra que se encontraba junto a su abuelo.

Horas después: "Restaurante"

Gokú junto a su amada novia, familiares y amigos compartían una deliciosa cena en honor a su nuevo triunfo.

Ahora sí a organizar lo que falta para tu boda, dijo Bulma mirando a Milk.

Y mira que ya esta bastante cerca, dijo Dieciocho.

Ni me lo recuerden que me pongo más nerviosa, dijo Milk sonriendo.

Chicas ¡gracias por apoyar a mi princesa¡ dijo Gokú.

Lo hacemos con gusto, dijeron la rubia y peli azul.

Luego de compartir la deliciosa cena, Gokú y Milk fueron juntos a caminar como disfrutan sus últimos días de solteros.

¿Qué te parece mi idea?, decía Gokú.

Muy buena, ¡gracias por ser tan noble¡ dijo Milk.

No digas eso, además creo que es lo mejor la casa que compramos es muy grande, hay suficientes habitaciones para que tu padre y abuelo vivan con nosotros, además así tú no estarás tan sola cuando viaje por los campeonatos, dijo Gokú sonriendo.

De seguro papá se pondrá feliz cuando se lo diga dijo Milk.

Si mi abuelo se puso feliz cuando se lo propuse, dijo Gokú sonriendo.

Pero de igual manera si yo puedo viajar contigo, ten por seguro que lo haré, dijo Milk.

Eso es lo que más me gustaría siempre llevarte conmigo, vaya donde vaya, dijo Gokú besándola dulcemente.

Días después: "Casa de Milk"

Una bella pelinegra se encontraba terminando de arreglar para el día más importante de su vida.

Hija ya estás lista, decía el padre de la pelinegra impaciente.

Si, ya papito, dijo Milk saliendo de su habitación con su bello vestido blanco y corona de flores.

Mi niña, eres tan bella como tu madre, dijo su padre emocionado abrazándola.

¡Gracias papito¡ dijo Milk.

Aún no puedo creer que te me cases, decía emocionado el padre de la pelinegra.

Pues créelo, dijo Milk sonriendo.

Casa de Gokú:

¿Qué tal me veo abuelito?, decía el joven de cabello alborotado colocándose frente a su abuelo que lo inspeccionaba con la mirada minuciosamente.

Perfecto, hijo, solo falta esto, dijo el abuelo colocándole un ramillete pequeño de flores en la solapa del saco.

¡Gracias abuelito¡ dijo Gokú.

No ¡gracias a ti¡ por ser tan buen nieto, dijo el anciano.

Después de un abrazo, abuelo y nieto salieron de su modesta vivienda para dirigirse a la iglesia.

Minutos después:

Gokú y Milk se encontraban frente al altar escuchando atentamente las palabras del sacerdote, mientras sus familiares y amigos los miraban con atención.

"Las Palabras"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora