Broken ✄ KookV

01

—Vamos Namjoon déjanos pasar, no generes problemas si no son necesarios -insistió por milésima vez el de cabellos mentolados, aquel rubio frente a él siempre lograba darle dolores de cabeza y nunca se privaba de darle una buena paliza cuando esté optaba por ponerse odioso sin embargo esta vez era necesario que mantuviera la calma puesto que un menor de edad estaba presente en el lugar y no quería asustarlo todavía-

—¿Me estás jodiendo Yoongi? ¿Te presentas con un crío de cómo cinco años y esperas que te deje pasar? Tengo suficiente con permitirte el pasó a ti que siquiera eres mayor de edad así que puedes andarte bien a la mierda -el rubio mantuvo su posición recta y firme, dejar pasar a aquel pequeño era arriesgar tres veces más su trabajo y no iba a permitir tal cosa-

—Tiene ocho -corrigió como si la edad dicha por su mayor estuviese exageradamente fuera de la que realmente era- ¿Y qué tal Jin? ¿Como la pasa ahí dentro con su pequeño hermano de tan solo nueve años?

El color abandono el rostro del rubio aquel chico pálido frente a él siempre lograba joderle de alguna manera, era un hijo de puta muy astuto.

—¿Qué piensas hacer con un crío en un bar gay Min? -cambio rotundamente el tema esperando que el chico no mencionara a Jin de nueva cuenta-

—Lo mismo que Jin hace con Tae supongo -se encogió en hombros mientras en sus labios se formaba aquella sonrisa de hijo de puta que lo caracterizaba-

—Sabes que Jin necesita cuidar al pequeño en sus horas de trabajo por qué no tiene a nadie

—Este crío solo me tiene a mi de igual manera -señaló al pelinegro quien se mantenía observando a los dos muchachos en un intento de comprender su conversación- Además traerlo a mi trabajo ayudará a fortalecer nuestra relación también así que no vengas a joderme con que esto lo hago por hijo de puta

—Bien cojones, pasa ya antes de que te muela la cara a golpes

Yoongi no tardó en obedecer a su mayor, sin perder el tiempo arrastró al pequeño dentro de aquel lugar.

El azabache miraba todo con confusión una mueca de disgusto cruzo el angelical rostro del pequeño al ser cegado por las luces multicolores que se paseaban por el lugar entero, no le gustaba para nada ese lugar la música estaba demasiado fuerte que no evitó llevar sus manitas a sus oídos intentando inútilmente callar todo ese ruido que provocaba un dolor punzante en su cabeza.

—¡No te atrevas a soltarme niño! -pidió Yoongi en un grito para que el pequeño lograse escucharlo, alejo la diestra lejos del oído del pelinegro para poder tomarla y guiarlo hacia un lugar donde la masa de gente no amenazara con asfixiarlos-

Mientras más se adentraban al lugar aquel olor repugnante llenaba las fosas nasales del azabache, era el mismo olor que emanaba su progenitora cuando regresaba por la madrugada después de la partida de su padre.
Aquel olor siempre le había desagradado puesto que le recordaba a las noches en las que su madre lloraba desconsoladamente hasta caer en los brazos de Morfeo.

—¡Toma asiento ahí Jeon! -Yoongi señaló el lugar vacío frente a él pequeño, este obedeció sin decir palabra- ¿¡Por qué esa cara!? ¿¡Preferirías estar ahora mismo soportando el llanto de tu madre!? ¡Vamos anímate este lugar va a cambiar tu vida para mejor pequeño! -comentó con seguridad no sabiendo en esos momentos que había arrastrado al pequeño a un infierno más desgarrador que en el que el azabache se encontraba en esos instantes-