Esclava por un día.

26.2K 854 238
                                    

Kate

—  ¿Quieres hacerlo ahora? — Pregunta Ale sonrojada y sorprendida mirándome la boca.

— No. —  Sonrío cruel. — Mañana. — Quédate con las ganas.

— Y ... ¿Quieres hacer otra cosa? — Me mira bajando la mano de mi trasero a mi entrepierna.

— Hmm — Sonrío, mueve las cejas.— No.

—  ¡Pero amor! — Llora

—  Es broma. — Digo subiéndole el pijama tortuosamente lento.

Charlotte.

— Fue una buena tarde. — Se estira Gabi luego de que fuimos a comer unos helados. Claro salvo la vez que llegaron un par de chicos a coquetearnos.

— Exceptuando a los idiotas ... si. — Digo, la verdad es que odio que molesten, más cuando estoy con Gabi.

—  ¡Es el precio de la belleza en este mundo cruel! — Recita, me mira del sofá. — No todos pueden tener la suerte que tengo yo. — Sonríe, es increíble que su hermosa mirada al verme no varíe jamás ni en lo más mínimo, aun cuando no tenga un buen día.

Me recuesto sobre ella.

— Ni yo. — Aclaro, acaricio su boca con la mía. Me encanta que sea tan amorosa conmigo, me invite a hacer cosas, y no deje de ser tan inquieta.

— Te amo.

—Y yo a ti. — Me acerca de la cintura. — ¿Quieres empezar a hacer un hijo rubio? — Bromea moviendo las cejas.

— ¡Que dices! — Me río.

—  ¿No los quieres? — Hace un puchero.

— No lo sé, primero quiero seguir aprendiendo de ti. — La miro maravillada, me parece que es el primer paso para crear un buen ambiente, no quisiera recrear a mi familia, y a veces es difícil no traer la crianza con una misma.

— Pero también yo aprendo de ti. — Me mira coqueta mientras nos acercamos más en el sillón. — Eres más ordenada, cocinas mejor, más tranquila y no sacas de quicio a nadie.

— Pero a mí me gusta que no seas tranquila. — Me quejo

— Y a mí me gusta que seas tranquila. — Levanta una ceja

— Bien.

— Bien entonces. — Dice creída.

—  ¿Qué te crees? — Me quejo en broma.

— Soy súper Gabi.

—No, eres mi novia. — La molesto poniéndome sobre ella y besando su cuello.

—Bueno sí.— Sonríe haciéndome más espacio, acaricio su estómago, bajo a su vientre y sigo bajando.

— Charlotte. — Suspira coqueta

— Creí que te encantaba que te hiciera cariñito. — Susurro repartiendo besitos por un lado de su rostro.

—  ¡Claro que me gusta! — Suspira. — Aunque si me acaricias ahí ... — Voy sintiendo como moja mi mano. La saco y lamo mis dedos, me mira ruborizada.

— ¿Quieres ir a la cama? — Muevo las cejas.

— Vamos. — Dice de golpe.

La llevo y en la penumbra le quito la ropa, me agacho y comienzo a lamer.

— Oh. — Jadea. — Esto me recuerda a mi graduación.

— Si. — Digo apretando mis labios a nivel de su clítoris a lo que la oigo gemir. — Solo que tú estabas aquí, y yo estaba preocupada de que no me oigan.

Mi pareja perfecta IIWhere stories live. Discover now