Capítulo 7 (Vuelve a mi)

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Me levanté, pero volví a caerme, Isabella se dio cuenta de lo que trataba de hacer y me miró con un poco de esperanza.


- ¿Lo harás? - preguntó en medio de lágrimas.

- Haré lo posible. Si lo hago cumples tu palabra - dije.


Ella me ayudó y me llevó hasta en cuerpo de Caleb. Se acercó y empezó a llorar  más fuerte.


- ¡Suéltame, maldita sea!. ¡Voy a matar a ese imbécil! – gritaba Daniel.


Más personas aparecieron, eran el resto de sus amigos, todos me miraban con odio pero Isis los detenía para que nadie se me acercara.

Cerré los ojos y visualicé mi poder, a mi alma. Cuando los abrí Isabella sostenía el rostro de Caleb mientras lagrimas caían por su hermoso rostro.


-Tráelo de vuelta - pidió.


Me acerqué a este idiota y posé mis labios en los suyos, soplé y un gran pedazo de mi alma entró en él. Por ser un semidiós se necesitaba más poder, ni siquiera sabia si funcionaria. Terminé el beso y me alejé. Todos me miraban impactados.

Él no abría los ojos.


- Damien... no despierta - dijo ella.


Me acerqué a él de nuevo y volví a posar mis labios en él, no funcionó. Me alejé cansado, estoy rompiendo muchas reglas, todo lo hago por ti Isabella, levanté mi mano y mi hoz fue atraída hacia mí. Corté mi muñeca y como un sacrificio puse mi muñeca en su boca.


- Por favor Caleb, por favor despierta... por favor - decía ella cerca de su rostro.


Daniel gritaba enojado, este hombre quiere matarme, Caleb abrió los ojos y empezó a toser, Isabella lo abrazó y le dio un beso en la boca, la ira creció en mi.


- Lo siento mucho Caleb - dijo ella.


Me miró y me dio la mano, antes de que Isis o cualquiera me detuviera desaparecí con ella.





Caleb.

No entendía muy bien lo que había sucedido.


- Lo siento mucho Caleb - escuché que Isa decía.


Trataba de levantarme pero todo se volvió negro nuevamente.






Isabella.

Aun no dejaba de llorar, no podía creer que casi lo pierdo, yo le prometí estar a su lado, pero no pude mantener mi promesa. Lo siento mucho. Llegamos a un lugar solitario, había una gran mansión, una casa en tono blanco, me solté de Damien, esta vez no había vomitado. Él me miró extraño.


- ¿Por qué te apartas? - me preguntó.


Me acerqué a Damien y le dí una fuerte bofetada, sabía que tenía el rostro vuelto mierda, sabía que estaba cortado, pero debía dársela. Él gruño del dolor.


- Eso fue por matar a Caleb - le dije furiosa.

- ¿Acaso te gusta? - preguntó.

- Si – respondí enojada.


Él se acercó a mi enojado, pero salió alguien alto, robusto, de cabello negro, es un señor de unos 40 años más o menos, miró con ira a Damien, me estremecí. Damien hizo aparecer su hoz y la puso a su lado, instintivamente me situé cerca de Damien.


- ¿¡Acaso eres imbécil!? ¿¡desde cuando te das esos lujos!? todo por esa estúpida humana - gritó tan fuerte que se me erizaron los bellos.


Este debe ser su padre. Mierda. Damien cometió muchos errores. Si la última vez casi lo mata, no quiero imaginarme lo que pasara ahora. Tomé la otra mano de Damien y la apreté.


- No importa por quien o no fue. ¿Qué será esta vez? – pregunto serio con voz escalofriante.


El padre de él se acercó a una velocidad impresionante, sin darme cuenta yo estaba frente a él, defendiendo el cuerpo herido de Damien, Damien puso su hoz delante mío, protegiendo mi cuerpo.


- Llegaré hasta las últimas consecuencias por protegerla a ella, da un paso más y te mato – le dijo a su padre.


Este parecía otro Damien. Este Damien era siniestro.


- ¿Te das cuenta con quien estás hablando? – le preguntó su padre alzando una ceja.

- ¿Y tú lo sabes? ya tu poder de ser la muerte pasó, es mi turno. ¿Recuerdas eso? ¿o te lo enseño? – preguntó.

- Sabes bien que te puedo quitar tu hoz, fui yo quien te la otorgó – dijo molesto su padre.

- Ella ahora me pertenece, haz el intento y veremos a quien corresponde. Si quieres ponerme a luchar contra uno de tus guerreros endemoniados hazlo, pagaré por mi error. Pero no dejaré de ser la muerte y mucho menos dejaré que la toques a ella – dijo Damien mirando fijamente a su padre.

- No sabes en el gran problema que te has metido, esos dioses son unos manipuladores, acabas de declarar la guerra a ella. ¿¡Acaso crees que no la buscaran!? – gritó enojado su padre.

- Estaré preparado – dijo Damien.


El padre fijo su vista en mí, yo lo miré fijamente. Luego desapareció.

Damien me abrazó por detrás, luego suspiró.


- No te alejes de mi lado – susurró.


Yo estaba perdida, habían sucedido tantas cosas. Me enteré de muchas cosas, ni siquiera tuve un día tranquilo al lado de Caleb después de besarnos, tenía un enorme nudo en la garganta, estaba atrapada en un lugar que no conocía al lado de la muerte.

¿Ya no veré a mamá y a papá? sentía una presión en mi pecho,  ¿cómo estas Caleb? espero me perdones.



Rival Inmortal. (Duología Inmortal)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora