Capítulo 4.

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–Jane, es que no sé cómo decirle que soy la chica de las notas –dijo Xareni.

–Solo dícelo –dijo la pelirroja.

–Como si fuera tan fácil –dijo y se cubrió el rostro con una almohada.

–Sólo...

–Jane, ¿con quién hablas? ¿es la chica de las notas? la escuché –interrumpió la voz de Sebastián del otro lado de la puerta.

Las dos chicas reaccionaron y pensaron rápido en que harían.

–Sal -dijo Jane.

– Azúcar. Mal momento para bromas -rió- ¿por dónde se supone que voy a salir Jane? -susurró.

–Escóndete debajo de la cama, no hay por donde salgas.

–Jane, abre la puerta -insistió Sebastián.

–Por la ventana -dijo Xareni.

–¿En serio? –Jane comenzó a reír.

–Oh sí, si muero dile a Sebas que yo soy la chica de las notas y que asista a mi funeral -dijo Xareni y saltó por la ventana

–¿Estás bien?

–Si, creí que esto estaba más abajo, de hecho creo que pude haberlo hecho sin saltar -la chica comenzó a reír–, ¿ahora a dónde voy?

–Espera –dijo Jane mientras buscaba rápidamente las llaves de su motocicleta–. Toma, mi motocicleta está estacionada afuera, te vas por ahí donde mi primo no te encuentre, sólo no te pierdas.

–De acuerdo -dijo y fue por la motocicleta de Jane.

Mientras tanto...

–Jane –seguía insistiendo Sebastián.

Jane caminó hacia la puerta.

–¿Qué quieres?

–¿Dónde está?

–¿Quién?

– La chica de las notas, duh.

–No lo se, tal vez en su casa durmiendo, ¿no crees?

–MENTIROSA –acusó Sebastián a Jane– sé que esta aquí, la escuche hablar –dijo para después buscar por toda la habitación a Xareni.

-Estaba hablando por teléfono con Aby -afirmó Jane.

Después de no encontrar nada, Sebastián salió de la habitación resignado.


La chica de las notas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora