Rival Inmortal. (Duología Inmortal)

Capítulo 4. (Celos)

Vaya, que hermosa historia. Definitivamente papá y mamá eran una hermosa pareja. Pero...

- ¿Qué pasó con Caleb? – pregunté.

- Tuve el pequeño error de no decirle nada, una noche cuando se sentía mal intentó besarme y Daniel lo detuvo, se fueron a los golpes y Cal desapareció – dijo triste.

Me sentí mal por Caleb, debió de ser duro.

- Pero después lo fui a buscar, hablamos y él entendió, Dan era su mejor amigo y él no iba a alejarse de nosotros, sé que fue difícil para él, pero lo entendió y no se opuso entre Dan y yo – dijo.

Tuvo que sufrir mucho Caleb, tiene mucho coraje, pero debe estar sufriendo mucho.

- Lo extraño – dije abrazándome a mamá.

- Solo sigue a tu corazón, siempre te he visto como una chica sabia, sé que sabrás la respuesta a lo que sientes – dijo

La miré, ella es tan perfecta, es hermosa, realmente hermosa, sus ojos te inspiran tranquilidad y su alma es tan... pura.

- ¿Tú sabes la respuesta? – pregunté.

- Creo saberla – dijo sonriendo.

- Dímela – pedí.

- No puedo hermosa, eso lo decides tu sólita. Pero recuerda que siempre estaremos para ti, decidas lo que decidas – dijo ella besando mi frente.

Asentí. Mamá se levantó y salió de mi cuarto.

Isis.

Cuando cerré la puerta del cuarto de Isabella vi a Daniel apoyado en la pared con una sonrisa.

- ¿Te he dicho que eres lo mejor que me ha pasado? – preguntó.

Sonreí. Él me abrazó y ambos bajamos la escalera.

- ¿Crees que escoja a Caleb? – me preguntó Dan.

Realmente quiero pensar eso, pero será una dura pelea. La muerte no dejara que se le acerque Cal.

- Ella sabrá tomar la decisión correcta – dije.

- Si él no viene mañana, iré a buscarlo – dijo Dan.

Asentí. Espero estés bien Cal.

Isabella.

Había llegado a la universidad, no veía a Damien por ningún lado, suspiré. Seguro hoy no vendría. Entré al salón y vi a Cristina sonriendo con su celular en mano.

Me puse detrás de ella para ver quién era el causante de su sonrisa, estas pillada. Sonreí. Ella no se percató de mi presencia, así que me incliné para leer.

**Muchas gracias por lo de ayer, la verdad me siento un poco solo. ¿Quieres salir? pasaré por ti cuando termines las clases. Caleb**

Casi me voy para atrás, ¿Caleb? ¿mi Caleb? no esto no puede ser. Cristina me vio y se asustó un poco, si... tenía que ser Caleb. Sentí una opresión y la ira crecer en mí. ¿Qué era esta sensación?

- Hola – dijo Cristina.

- Hola – murmuré caminando a mi asiento.

- ¿Sabes? ayer estuvo Caleb acá. Te vino a buscar y te vio alejándote con Damien, solo fuimos a comer, él se veía realmente triste – dijo – no pasó nada, solo estaba apoyándolo – dijo tratando de excusarse.

- Caleb puede hacer lo que le plazca – dije.

Ella suspiró cansada.

- Isa, te conozco desde pequeña, sé que te molesta, estás celosa... te juro que no sucedió nada. Pero realmente deberías elegir con quien quedarte, ayer te vi besándote con Damien, se bien que Caleb está loco por ti, pero debes decidir, si ya eres novia de Damien dile a Caleb, estaba desorbitado cuando te vio alejarte en el auto de Damien – dijo – si sientes algo por Caleb entonces ve por él, pero ve antes de que salga destrozado. Porque podrás ser mi mejor amiga, pero si lo destrozas iré a por él Isabella. Y te juro que no lo soltaré. – Me dijo seria.

Tenía un nudo en la garganta, ¿acaso me estaba declarando la guerra? no podía dejar que esto pasara, no quería que Cal se fuera con otra chica ni siquiera si es mi mejor amiga, ¿realmente estaba celosa? ¿y Damien?

Como si hubiera sido invocado apareció Damien, entró con una sonrisa, se acercó y me dio un beso en la mejilla. Cristina entrecerró los ojos.

- ¿Te llevo hoy? - me preguntó Damien sentándose a mi lado.

Iba a responder, pero Cristina se adelantó.

- Ella no puede, saldrá conmigo a comprar un obsequio – dijo Cristina.

Damien la miró seriamente, Cristina no se intimidó. Ella levantó una ceja y Damien me miró a mí.

- ¿Estarás bien? – me pregunto Damien.

- Ni que yo le fuera a hacer daño – murmuró Cristina.

- Lo estaré – dije sonriendo.