Bajo una Maldición (Una semidiosa en Hogwarts)

Unexpected visits - Té de Madame Tudipié

Evelyn:

Cuando me eché para atrás los brazos de Draco Malfoy rodearon mi cintura y me pegaron a él, me sentía un manojo de nervios al momento de separarnos.

—Parece que no me odias tanto— habló el primero.

—No te odio— respondí al instante— Sino no hubiera hecho eso.

—¿Te diste cuenta, no?— dijo— Tardaste demasiado.

—¿Ya lo sabías?— Draco asintió tranquilamente— Te has llevado una decepción, ¿no?

—¿Cómo?

—Por eso no me lo habéis dicho— murmure yo y él soltó una carcajada.

— Me he dado cuenta de camino aquí— me contó

—Oh

—¿Cómo podría estar decepcionado?— dijo el agarrando mis manos— Si la chica que amo es la misma que me trae loco desde que comenzó el curso— Antes de que pudiera contestar me atrajo a él y me beso, ambos nos abrazamos mientras una balada sonaba, riéndonos de lo tontos que habíamos sido por meses hasta que un rugido perpetuo en la oscuridad.

— ¿Oíste eso?— pregunté mientras observaba alrededor.

— ¿Qué cosa?— Draco parpadeó confundido— No he oído nada.

— Yo... deberíamos volver— dije agarrándolo de la mano y comenzando a guiarlo de vuelta al Gran comedor, Draco no dijo nada hasta que llegamos a la entrada.— ¿Podrías traerme una bebida?

Draco achicó sus ojos en mi dirección pero asintió y se alejó. Inmediatamente yo di media vuelta y salí por el vestíbulo hacia los jardines completamente vacíos o eso esperaba.Estaba segura de lo que había escuchado, un monstruo debía haberse colado a Hogwarts.No podía hacer de la vista gorda y dejarlo fuera merodeando, debía mandarlo de vuelta al Tartaro(*) o podría herir a mis compañeros. 

Resbalando en la nieve por culpa de mis zapatos altos comencé a andar lo más rápido posible buscando sin dar con nada más que oscuridad. Volví a caer por culpa de los zapatos a regañadientes me agache para desatarlos y quitármelos, un gruñido a mi atrás me puso alerta antes de que me pusiera en pie.

— ¡Protego!— grito de pronto Draco apareciendo con su varita en alto, me agarro del brazo para levantarme y ambos retrocedimos al ver como una enfurecida criatura con cuerpo de cabra ,cola de serpiente y cabeza de león volvía a lanzarse contra nosotros.

— ¡Es una Quimera(*)!— le dije a Draco quien volvió a lanzar el hechizo contra la quimera, yo no tenía varita, ni mi daga ni mi arco, estaba completamente desprotegida.

— ¡¿Una que?!— me pregunto él avanzando con dificultad por la nieve.

— No importa, ¡corre!— agarre una rama congelada y se lo lance a la cabeza del monstruo, con los trozos de hielo estallando en su cabeza más el hechizo de Draco nos dio tiempo de correr.

— ¡Vayamos al colegio!

— ¡No!¡Es demasiado arriesgado! — jadee— Uno de nosotros debe ir por ayuda, el otro debe distraerlo.— Draco dudó un poco al tropezar juntos por la nieve, hasta que una sonrisa se extendió por sus labios.

— ¡Tengo una idea!— me dijo él— ¡Apresúrate!— El grito de la criatura nos hizo saber que estaba por alcanzarnos.

— ¿A dónde vamos?— le pregunté jadeando

— No falta mucho— jadeo también— Así lo podré distraer y tu podrás ir por ayuda, no me mires así mi hechizo podrá retenerlo.

Draco no se detuvo hasta que llegamos al pie de un enorme sauce congelado, radiante Draco me hizo señas para que vaya en busca de ayuda.