-¿Me estás provocando?-me preguntó con una sonrisa muy pervertida. Maldito.

-¿Qué coño estás diciendo?-le dije- ¿La caída te ha matado las últimas neuronas que te quedaban?- puso mala cara ante ese comentario.

-No me provoques, cocinero.-me amenazó.

-No lo hago, marimo- contesté- Sólo digo la verdad, ahora vete y déjame tomar el baño tranquilo de una puta vez.-y volví a señalar la salida.

-Se acabó- dijo- Tú te lo has buscado.- y se me tiró encima.

Antes de poder hacer algo, ya me tenía atrapado y estaba encima de mi.

-¡¿PERO QUE HACES PEDAZO DE IDIOTA?!-le grité, al mismo tiempo que intentaba liberarme de su agarre o por lo menos quitármelo de encima.

-Voy a castigarte-me dijo mientras se acercaba a mi cara, peligrosamente.

-¡Ni se te ocurra!- le amenazé, moviendo la cabeza para un lado. ¿Acaso ese idiota pensaba hacerlo allí?

Noté como su enorme y cálida mano me agarraba la cara, obligándome a mirarle.

-Demasiado tarde- murmuró, antes de besarme.

Su beso había sido muy suave, con amor, pero anda que no se le notaba la calentura que llevaba. A medida que el beso se iba haciendo más y más apasionante, mi cuerpo se calentaba. Aunque él no se quedaba atrás, podía notar su erección encima de la mía, eso hacía que me pusiera aún más caliente de lo que estaba.

-Mgh-gemí cuando él me metió su lengua en mi boca.

-Veo que cambiaste de idea.-dijo, separándose un poco de mi, y señalando mi erección. Mierda, había olvidado que seguía en pelotas.

-Cállate-le dije, este se rió y sin previo aviso, cogió mi miembro por debajo del agua-Agh-me quedé paralizado.

-Se pide por favor.- dijo con una sonrisa.

-N-ni de coña...- le respondí, como respuesta, empezó a mover su mano de arriba a abajo, haciendo que me encorbara y mi respiración se acelerara.-Mgh- maldito hijo de puta...

-¿Sabias que cuando gimes eres adorable?-me susurró al oído-Me dan ganas de comerte~-dijo mientras movía su mano aún más rápido.

-M-maldición-me quejé, estaba llegando al clímax-v-voy...a...-no pude terminar, el maldito cabrón me besó mientras me corría en su mano.-Agh-gemí en medio del beso.

-Eso fue rápido- se rió mientras llevaba su mano hasta mi entrada y metía, sin avisar, un dedo.

-¡Ah!-grité- Avisa antes, ¡idiota!-dije.

-Eso quiere decir...-empezó a mover su dedo haciendo que soltara más gemidos y me volviera a poner duro-...que quieres tenerme dentro, ¿verdad?- dijo.

Mi cuerpo ardía de deseo, ese maldito cabrón había conseguido lo que quería, ya me as pagaría más tarde.

-¿Y bien?- preguntó, y me puso otro dedo- ¿Quieres tenerme dentro?- mi entrada ya estaba dilatada por completo, y yo, quería más.

-M-me las...pagarás...-dije- Métete... d-de una vez, j-joder...-pareció estar satisfecho con mi súplica y de un golpe metió su enorme miembro dentro de mi-¡Agh!-grité, no de dolor, sino de placer.-¡M-muévete!- grité, desesperado.

Él me obedeció y empezó a embestirme suavemente, adentrándose profundamente en mi. Pero, como no, yo estaba muy caliente, y quería mucho más. El agua salpicaba cada vez que este me embestía.

-M-más...rápido...-pedí, ¿qué coño me había echo ese imbécil?

-Como desees-contestó, y sus embestidas, se hicieron mucho más fuertes y más rápidas, haciendo que yo gimiera como un loco.-Mierda...-murmuró-Me voy a correr...- dijo.

Change [Lawlu] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora