Change [Lawlu]

Capítulo 15

Narra Law

Hacía mucho rato que ya me había despertado, pero como no tenía ganas de levantarme, me quedé mirando el techo de la habitación.

Hoy era el último día que estaría en el cuerpo de Mugiwara-ya. Antes de cambiar otra vez y volver a mi verdadero cuerpo, quería arreglar el mal entendido de la noche anterior.

No tenía ni idea de como hacerlo, pero ya se me ocurriría algo.

Escuché como se abría la puerta y giré mi cabeza para ver quien era, Nami-ya me regaló una sonrisa.

-Buenos días, Law.

Volví a mirar el techo. No tenía muchas ganas de hablar con ella,aunque en realidad no me apetecía hablar con nadie.

-Buenos días, Nami-ya, ¿puedo saber qué haces aquí?

Pareció molestarse por mi tono de voz.

-Me gustaría hacer un trato contigo, Law.

Eso me sorprendió, no es que hablara mucho con Nami-ya ni tampoco es que nos llevásemos muy bien.

-¿Un trato?- pregunté.

Me incliné, quedando sentado en el borde de la cama y mirándola fijamente.
Su sonrisa arrogante me dió escalofríos.

-Exacto-y allí la sonrisa otra vez.

-¿De que va ese trato?- tenía bastante curiosidad, pero lo dije con calma y como si me importara poco.
Sacó una cámara de fotos de detrás suya y me la mostró.

-Me gustaría hacerte unas fotos- me guiñó el ojo.

¿Fotos? A claro, estaba en el cuerpo de Mugiwara-ya.
Pero, ¿para qué quería Nami-ya esas fotos?

-¿Porqué debería hacerlo?-la miré con desconfianza.

Por la cara de esa chica, estaba muy claro que tenía un truco escondido.

-Primera- dijo, y levantó un dedo- porqué después me lo agradecerás. Segunda- levantó otro dedo- porque me da la gana y tercera- fruncí el ceño- porque tengo unas imágenes las cuáles no queremos que nadie las vea.

Me enseñó unas cuantas fotos que sacó de sus bolsillos, las cogí y al verlas, no pude evitar dejar ir un grito.

-¿DE DÓNDE HAS SACADO ESTO?- le grité.

La maldita ladrona soltó una carcajada al verme desesperado y con las mejillas rojas de vergüenza.

-Tengo mis trucos.

Maldición, no podía dejar que esas imágenes las viera alguien, sería mi humillación para toda la vida.
Esa chica me había acorralado, mi única opción era hacerle caso, a la mierda se fue mi orgullo...

-Acabemos con esto de una vez- le dije, como la odiaba en ese momento.

-Como quieras- contestó, con esa sonrisa de superioridad.

Y así fue como sufrí durante media hora, los treinta minutos más largos de mi vida...

Narra Usopp (vamos, pobrecito que lo marginé :'v)

Me levanté muy temprano, tenía mucha hambre así que decidí ir a pedirle algo de comida a Sanji.
Fui hacia la cocina del Sunny pero no había nadie, como no tenía ganas de buscar, cogí una mandarina.

Si se enteraba Nami seguro que me mataba...

-Agh...m-más rápido- oí unos gemidos y me dió un escalofrío.