Change [Lawlu]

Capítulo 25

Narra Hancock (sí, ella ¬¬)

Estaba muy preocupada por mi querido Luffy...no había comido nada durante un día entero. Sus amigos intentaban animarle pero nada funcionaba, no había nada que hacer. Era muy estresante oír las preocupaciones de todos, así decidí salir a dar un paseo para despejar mi mente, pero como no, siempre me estaban vigilando.

-¿Dónde va, princesa?- me preguntaron cuando me vieron salir de mi habitación.

-A dar un paseo-respondí.

-Pero, debería quedarse aquí por si acaso- insistieron- ¿Y si pasara algo?- que molesto.

Puse mi mejor sonrisa y vi como se quedaban embobadas por mi belleza.

-Entonces- dije, con una voz suave y cariñosa- vendré en seguida..sólo quiero ir a despejar mi mente, tanta tensión me estresa- puse una mano en mi frente para dramatizar mi actuación.

Todas asintieron con la cabeza rápidamente.

-¡C-claro!- exclamaron-¡Puede ir a donde quiera, princesa!- sonreí por dentro.

Salí de mi palacio en dirección al bosque, si iba por el pueblo, todas se me echarían encima y no tenía más ganas de fingir. Me gustaba ir allí cuando necesitaba tranquilidad, además, nadie me molestaría. Estuve andando un rato, hasta que vi a alguien a pocos metros de mi. No, él no, por favor.

-¿Qué haces aquí, Trafalgar Law?- dije con asco en la voz. Este, ni siquiera me miró, estaba sentado en medio del césped con la mirada perdida. De alguna manera, me recordó a Luffy. Su mirada era triste y deprimente.

¿Qué les pasaba a todos? Espera...a lo mejor había sido culpa suya que Luffy estuviera así.

-¿Qué le hiciste a mi Luffy?- se quedó quieto, y pude ver como se tensaba, había dado en el blanco.

-Eso a ti no te importa- contestó, me dieron ganas de arrancarle la cabeza pero me contuve. Esa no era la manera correcta de tratarme a mi, la mujer más bonita del mundo, la gran emperatriz pirata.

Me acerqué a él, lentamente, y puse mi mejor cara seductora.

-Vamos~-insistí, con una voz muy sensual- Cuéntame~-nadie, ni hombre ni mujer, se podía resistir a mis encantos. Solo Luffy.

-No- dijo, me quedé sorprendida. ¿No había funcionado? ¿Luffy no era el único inmune a mi poder?- No te servirá de nada tu fruta del diablo, no funciona con los que están realmente enamorados de alguien- dijo, como si me hubiera leído la mente.

-Ya veo...-maldición- pero....¿de quién estás enamorado?- eso me había sorprendido,
¿qué mujer le había llamado la atención al gran Trafalgar Law?

Vi como suspiraba.

-La misma persona que tu- me quedé helada....¿Luffy?
¿A él le gustaba Luffy? ¿MI Luffy? ¿Mi futuro marido?

-¿Es verdad?- pregunté con una voz fría- ¿Te gusta Luffy?

No tardó mucho en responder.

-No me gusta- me dijo tan tranquilo- Lo amo.-Me miró fijamente antes de seguir hablando.- Él es mi aire, mi vida, mi todo. Sin él volvería a ser el antiguo yo, sin sentimientos, él me enseñó a amar y a querer a mis amigos. No quiero perderlo...lo necesito- una lágrima resbaló por su mejilla, estaba llorando, se la quitó rápidamente y volvió a su rostro frío e inexpresivo, a la vez que triste y desanimado.- Si terminaste de preguntar, agradecería que te fueras- dijo.

-Ya veo...- murmuré.- Ya sé lo que tengo que hacer.-dicho eso, lo dejé solo para volver tranquilamente al palacio.

Debía ir a ver a Luffy, había llegado la hora de actuar de una vez por todas.