— La novia de Chris.

— Sí, ¿pero quién es ella para ti? —Pregunto casi impaciente, notando el hábito nervioso de sus dedos.

— Ella solo es la novia de él.

— ¿Por qué me estás mintiendo? —Mi volumen aumenta con la pregunta y Lauren me quita la mirada.

— No estoy mintiendo.

— Ella también es la recepcionista, ¿no? —Lauren no responde—. ¿La hija de tu terapeuta? —Todavía no obtengo respuesta de la mujer que evita mi mirada—. ¿La que continúa texteándote y llamándote? No me suena a que sea simplemente la novia de Chris, Lauren. ¿Qué está pasando?

— Nada.

— ¡Lauren! — Grito. Ira burbujeando dentro de mí por su obvia mentira. ¿Ni siquiera tiene la decencia de ser honesta conmigo?—. Esto me está lastimando, ¿sabes? —Es ahora cuando me mira, lágrimas similares en sus ojos y los míos—. Estoy tan preocupada y paranoica porque puede que esté pasando algo entre ustedes dos y me está enfadando saber que me estás mintiendo. —Lauren se limpia las primeras lágrimas que caen por sus mejillas, mirándome con culpa—. Por favor dime qué está pasando entre Charlotte y tú.

— Nada. —Gruño con impaciencia y me agarro el cabello con las manos, sujetando las raíces con frustración—. Nada... ya no más.

Suelto mi cabello y la miro con preocupación. Lauren prácticamente confirmando que Charlotte no es simplemente la novia de Chris.

— ¿Qué quieres decir con que ya no más?

Lauren se frota la cara con cansancio y se recuesta al mostrador detrás de ella. Estrés visible en sus rasgos.

— Nos conocimos antes de que ella fuera novia de Chris.

— Sí, Lauren, me di cuenta. ¡Deja de ser tan críptica y háblame de ella! —Le ordeno a la afligida mujer.

— Fuimos al mismo colegio... —Comienza. De inmediato recuerdo a su novia del colegio que contó su secreto, mentalmente esperando que sea Charlotte, así tendría una excusa para golpearla—. Ella era una de las chicas populares, pero era muy dulce. Nunca me molestó como lo hicieron todos sus amigos y ella fue una de las pocas personas en las que pude confiar en el colegio. Fue una mierda para mí, Camz. Estaba tan asustada todo el tiempo. Siempre anticipando la siguiente cosa mala que me pasaría. Pero Charlotte me ayudó. Ella no podía hacer que la gente dejara de lastimarme, pero ella estaba ahí para mí, me hizo sentir que no era tan fenómeno como a todos en el colegio les gustaba llamarme. Le debo mucho, Camila. Estuve muy tentada a terminar con mi vida cuando la gente en el colegio se enteró de mi condición, pero Charlotte fue buena conmigo y me hizo darme cuenta de que tenía que ser fuerte y no rendirme.

— ¿Ustedes salieron? —Pregunto nerviosa, asimilando todo lo que me dijo y de inmediato sintiéndome culpable por hacer que reviviera todo por lo que pasó en el colegio.

— No en el colegio, no. Yo quería, porque ella era la única chica que me daba atención, pero solo éramos amigas. Fuimos a universidades distintas y nos alejamos. —Mis nervios se calman cuando me dice que nunca salieron, pero continúa hablando y me los dispara de nuevo—. Pero luego ella empezó a trabajar como recepcionista en la oficina de la Dra. Whitley. Las cosas fueron un poco diferentes cuando volvimos a encontrarnos.

— ¿Diferentes cómo?

— Retomamos nuestra amistad, pero no fue como lo era en el colegio. Hubo una atracción obvia y una chispa entre nosotras que no creo que estuviera ahí cuando éramos adolescentes. Normalmente me incomodo con las mujeres porque pienso que algún día tendré que abrirme sobre mi condición, pero con Charlotte, y contigo, tú ya sabías sobre eso y me hizo más fácil estar cómoda contigo. Entonces Charlotte y yo nos acercamos más y eventualmente comenzamos a salir. Nunca fue oficial o algo serio, pero...

The Donor (Traducción)Where stories live. Discover now