Capítulo 13

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Ella quería conocer los colores de la vida. Yo se los enseñe, le enseñe el significado de todos los colores del arcoíris, aquellos que significaban amor, paz, alegría, vida. Pero ella me enseño el último color, aquel que no se encuentra en el arcoíris, pero siempre está presente.

Nick Turner

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-Bienvenida al famoso lago de Lakeville- susurro en su oído.

Natalie sonríe y voltea a verme con los ojos llenos de sentimientos encontrados.

-Es hermoso, gracias por traerme –Sus brazos rodean mi torso. Pasos mis brazos por encima de sus hombros acercándola más hacia mí.

Después de unos minutos nos separamos. Tendimos la manta en el suelo, cerca de la orilla, nos sentamos y comenzamos a comer. El tiempo se pasó volando mientras platicábamos de cosas sin sentido. Poco a poco la iba conociendo más. Era fácil hacerla reír y su sonrisa, era la más hermosa que había visto. Nos quedamos en silencio unos minutos. Natalie no despegaba su vista del paisaje, se había adentrado tanto en la tranquilidad que transmitía el lugar, que parecía haberse ido de mi lado.

Había encontrado este lugar junto a Josh, un día que estábamos en una excursión improvisada por el lugar. Ambos quedamos asombrados por la gran vista que nos permitía y no tardamos mucho en hacerlo nuestro lugar secreto. Se notaba que había más personas que venían a este lugar, pero no lo suficiente como para encontrar personas a cada rato. El sol no tardaría en meterse y asómbranos con una puesta de colores.

-Vine al lago con mi madre en alguna ocasión. Creo que fue más de una vez, pero estaba demasiado pequeña como para recordar. Tengo una fotografía con mi madre sentada en el tronco de algún pino y al fondo se ve el lago. Cuando le pregunte a mi padre donde era, me dijo que era aquí en el pueblo, pero nunca me trajo.-Suspira y una media sonrisa se posa en su rostro -Diana y yo habíamos hecho un plan para venir, pero no pusimos un pie afuera cuando mi padre ya nos estaba regañando por lo que estábamos a punto de hacer.-

-¿Por qué lo hace?-

-Es mi padre- se encoje de hombros. –Me siento como en una escena de esos libros que tanto leo- cambia de tema.

-Pero esto es mejor-

-Mucho mejor-

El sol comienza a ocultarse, pintando el cielo de diversos tonos de violeta y azul, mezclándose con un rojizo al final, chocando con el agua azul del lago.

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La puesta de sol comenzó, iluminando el cielo de colores. Nunca había apreciado un atardecer tan hermoso. No aparte mi vista ni un segundo en lo que sucedía frente a mis ojos. Quería grabarlo todo en mi memoria, quería recordar exactamente cada detalle, cada segundo. El sol desapareció completamente, ocultándose por el agua del lago, el cielo aún permanecía con los hermosos colores. Parecía como si el cielo estuviera avergonzado. Sin embargo, había sido cómplice del mejor atardecer que había apreciado. A lado de un gran chico. Un chico que no pensó dos veces cuando le propuse venir a este lugar, un chico que sabía que algo había pasado, pero en todo este tiempo no pregunto absolutamente nada. Eso me gustaba de él. Sabía que me sucedían muchas cosas, que había algo más detrás de todo esto, pero solo escuchaba y esperaba a que yo contara todo. Aunque hoy no lo haya hecho. Dicen que todo sucede a su tiempo y así será, estoy segura.

Mis parpados comenzaron a sentirse con pesadez. Me había despertado temprano esta mañana y mi cuerpo estaba comenzando a sentir la falta de sueño. Recargo mi cabeza en el hombro de Nick, mientras la oscuridad comienza a apoderarse cada vez más de la noche. Nick voltea a verme sorprendido, pero pronto cambia su reacción por una sonrisa. Nos quedamos así hasta que la poca luz que quedaba se esfumo completamente.

Siento sus labios sobre mi cabello. –Me gustas pequeña- su voz sale decidida, sin ni una pizca de broma.

Separo mi cabeza de su hombro y volteo a verlo sin saber que decir, por tres cosas. Una, acababa de decirme oficialmente que le gusto, dos me dijo pequeña, un apodo cariñoso, algo lindo de su parte y tres, me había quedado sin palabras.

-Es hora de irnos, en no más de cinco minutos el lugar quedara completamente oscuro.

Nick ofrece su mano para ayudarme a ponerme de pie. La tomo y con cuidado jala de mí. Guardo la basura en una bolsa mientras él dobla la manta. Comenzamos nuestro camino al carro nuevamente y no había pronunciado ni una sola palabra en todo este tiempo. Nick se dirige al cofre y guarda la manta y las bolsas que contenían ahora la basura.

-Nick...- mi voz sale tímida, el voltea a verme y sonríe. –También me gustas.- desvió mi vista al suelo y siento mis mejillas arder.

Si bien, es algo que ambos ya sabíamos y nos imaginábamos, pero, decirlo en voz alta es una cosa completamente distinto. Siento a Nick acercarse a mí, pasa sus brazos sobre mis hombros y me abraza acercándome hacia él. Mis brazos rodean su torso y me siento completa, segura, sin querer separarme de él.

-*-

-Me haces tan feliz, no quiero separarme de ti, quiero estar contigo si tu así me lo permites, quiero tomarte de la mano y mostrarte los colores de la vida, quiero hacerte feliz, no sé qué me has hecho, pero en este tiempo que tengo conociéndote no he podido sacarte de mi mente ni un segundo.- la aparto lentamente de mi haciendo que su mirada se encuentre con la mía. –No me importar lo que diga tu padre, ni nadie más, quiero estar contigo.-

-y yo contigo- su voz sale en un susurro.

Me acerco lentamente a ella y termino lo que Anthony había interrumpido. Mis labios se posan sobre los suyos, sintiendo sus delicados labios moverse en sincronía con los míos.

-*-

Nick me estaba besando. Olvide a mi padre, olvide las discusiones, mis problemas y todo aquello que nos pudiera afectar en un futuro. Sus labios se sentían tan bien sobre los míos, parecían encajar perfectamente. Mis brazos se fueron alrededor de su cuello, sentí como los suyos se enredaron en mi cintura. El beso era tierno y delicado. Nos separamos dejando nuestras frentes juntas. Mis ojos permanecían cerrados. Los abro lentamente y me quedo mirando sus ojos, perdiéndome en ellos. Nick sonríe y deposita un beso corto en mis labios.

-Es hora de irnos- Asiento con la cabeza. Nick se separa de mí entrelazando su mano con la mía.

El cielo había oscurecido completamente, eran alrededor de las siete de la tarde. Nick debía pasar por su madre y mi padre no había marcado ni una sola vez.

Conforme nos acercamos a mi casa unos nervios se apoderaron de mí, los sentía en mi estómago. Nick aparca el carro. Baja junto conmigo y me guía a la entrada.

-Buenas noches pequeña- sonreí, podía acostumbrarme a esto fácilmente.

-Buenas noches-

Nick besa mis labios delicadamente en un beso corto.

-Te hablo más noche-

-Esperare tu llamada-

Nos despedimos y comencé a caminar hacia mi casa. Escuche el motor del carro encenderse e irse. Me quede parada frente a la puerta de entrada con mi mano en la perilla. Aun no quería volver a la realidad. No quería entrar. No quería despertar, aun no.

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Hola a todos. Aquí esta el primer capitulo de este maratón, se que ya es muy noche, pero acabo de llegar a mi casa y apenas lo he podido subir. 

Pero mañana nos leemos en el siguiente capitulo. 

Los amoadoro a todos ♥

PD: En esta ocasión no hay pregunta.

Los colores de la vidaWhere stories live. Discover now