Capítulo 5

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Los sueños, esos fragmento de minutos antes de despertarnos, capaces de mostrarnos nuestros más profundos pensamientos, miedos, alegrías, incluso, nuestros más profundos anhelos. Algunos son tan reales. Nos recuerda lo que somos y lo que no podemos ser, nos deja ser alguien por un momento y nos regresa a la realidad, desvaneciendo todo poco a poco, en ocasiones, borrandolos de nuestra memoria, despertando solamente con un sentimiento, sin saber la causa de ello. No olvides tus sueños, dicen más de lo que queremos.

Natalie Snow

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En ocasiones, nos metemos en problemas sin saberlo, otras veces, sabemos muy bien que estaremos en problemas, sin embargo, lo buscamos, adentrándonos más a ello, sin importarnos las consecuencias, simplemente, actuando por impulso, por nuestros deseos y por lo que queremos.

Aquí estaba, parado frente a ella, sin importarme las consecuencias que traían el estar tan cerca de ella. Tenía un secreto que no me lo diría, sin embargo, cuando sus grandes ojos azules, se adentraron a los míos, pude ver en ellos, el miedo y el deseo de que no me marchara.

-Hola-

-Hola- respondio nerviosa. Tomo un mechón de su cabello pasándolo detrás de la oreja. -Lo que pasó la última vez… yo no… es sólo qué- suspira y cierra los ojos -Lo siento- dice en el momento que abre los ojos.

-¿Qué te parece comenzar de nuevo?-

-¿Cómo?-

-Hay que olvidar todo lo sucedido anteriormente, ¿Qué dices?-

-No- siento como mi única esperanza de volver a estar junto a ella, comenzando nuevamente, desaparece al escuchar el no proveniente de su boca.

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-No quiero comenzar de nuevo, sólo quiero decirte que me asuste ese día y dije cosas que no quería decir- miro al suelo, avergonzada. Realmente me gusta este chico, quiero hacer las cosas diferente, poder estar a su lado y ver que nos prepara el futuro. Diana tiene razón, tal vez esto dure, tal vez no funcione, pero lo haré por mi, saldré de la burbuja y conoceré lo que es vivir.

-¿Eso quiere decir que podemos vernos?- pregunta dudoso. Asiento con la cabeza sin levantar la vista del suelo.

Siento como sus manos me toman de la cintura levantándome del suelo y girando junto a él. Comienzo a reír pidiendo que pare. Me deja nuevamente en el suelo, acerca su mano a mi rostro y acomoda un mechón de mi cabello que ha quedado en mi cara, detrás de mí oreja.

Escucho los pasos y la risa de Diana que se acerca a nosotros.

-Natalie- me habla, haciendo que voltee a verla. -Te presento a Josh, mi novio- una sonrisa se forma en su rostro al pronunciar la palabra ´´Novio´´. -Josh, ella es Natalie, mi prima, hermana y mejor amiga-

-Mucho gusto- me saluda Josh, estirando la mano en forma de saludo.

-El placer es mío- respondo, devolviéndole el gesto.

Nos sentamos todos en la mesa del jardín. Después de un rato se acerco mi tia, dejando botanas y bebidas para los cuatro. Estaba feliz al vernos con personas y no solo las dos como siempre solemos estar.

Sabía muy bien que no debía preocuparme por ella. No le diría nada a mi padre. Tanto tiempo pidiéndome que fue un poco rebelde a las exigencias de mi padre. Siempre me decía “no dejes de vivir por sus miedos,  cada uno tiene su inicio y su final”. Y tenía razón, después de tantos años había llegado un chico lindo para mostrarme que existen otros colores de la vida.

Los colores de la vidaOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz