- ¡Chaz! – Salté para abrazarlo.

- Nena. – Dijo riendo. – ¿Cómo estas?

- Bien, muy bien.

- Ya veo por qué. - Desvió su mirada a Justin y me sonrojé. – No me habías dicho que había algo.

- No lo sé, Chazi, como siempre me conoces mejor que yo misma. – Hizo una mueca ante su sobrenombre, lo detestaba pero lo dejaba pasar porque solo yo le decía así.

- O sea que si estas enamorada de él. – Suspiré.

- Si. – Admití no tan feliz.

- ¿Por qué ese suspiro?

- Es una larga historia.

- Está bien, sabes desde el primer momento que escuché hablar de Justin supe que iba a haber algo entre ustedes.

- ¿Por qué lo dices? – Pregunté divertida ante su suposición.

- Como dicen por ahí, del odio al amor solo hay un solo paso. – Bromeó y reí levemente, sentí unos brazos rodearme por detrás y por el aroma supe que era Justin.

- Chazi, este es Justin, Justin este es Chaz, mi primo favorito pero no le menciones a nadie. – Chaz rió.

- Un gusto. – Dijo Justin dandole la mano.

- El gusto es mío, sabes, he oído hablar mucho de ti.

- ¿Ah sí?  – Sonrió mirandome.

- Bueno, una chica a la que le hacias la vida imposible y ella decia odiarte. –  Justin me dio un beso en la mejilla tratando de ocultar su sonrisa. – Hablamos luego, tengo que ir a buscar a mi esposa. – Avisó.

- Nos vemos. – Ambos nos despedimos, sin separarnos del abrazo. – ¿Quieres tomar algo? – Pregunté.

- Si. – Tomó mi mano y nos dirigimos al bar, pedimos una botella de vino. Cargó un poco en dos copas y volvió a tomar mi mano. – ¿Vamos a tomar un poco de aire?

- Claro. – Le dije sonriendo.

S salimos de la carpa y fuimos hasta la piscina, una vez ahí nos sentamos. Quedé embelesada con el cielo, estaba hermoso, y la luna llena brillaba como nunca, ni siquiera hacía falta prender las luces.

- La noche está hermosa. – Susurró Justin, volteé a verlo, era justo lo que estaba pensando. 

Se veía tan lindo bajo la luz de la luna. Nos sonreimos.

- La fiesta no salió tan desastrosa como pensabas. – Mencionó bebiendo de su copa.

- Creo que esta vez me impresionaron. – Imité su acción y bebí un sorbo.

- ¿Estas feliz? – Preguntó y lo miré.

- No sabes cuanto. – Suspiré. – Hechaba de menos a mi familia.

- Se nota que los quieres.

- Si, más que a mi vida. – A lo lejos se escuchaba la música y Justin y yo estabamos en silencio, hasta que se levantó y me tendió su mano.

- Me prometiste un baile. – Me recordó sonriendo.

- ¿Aquí? – Pregunté.

- Si, ¿por qué no? - Se encogió de hombros. – No me digas que eres incumplida.

- Claro que no, yo sé cumplir lo que prometo. – Tomé su mano para levantarme. Me acercó a su cuerpo y rodeó mi cintura con sus brazos, yo lo imité con mis brazos alrededor de su cuello.

Fall - Justin Bieber y Tu. [En edición]Where stories live. Discover now