Capítulo 11

65.2K 2.7K 235
                                    

  Maldito teléfono. ¿Quién era a esta hora de la mañana?
No dejaba de sonar así que no tuve otra opción que abrir mis ojos, miré hacia la mesa de noche donde estaba el despertador, bueno, no era tan temprano era casi el mediodía.

- Hola. - Contesté adormilada.

- Hola. - Respondieron al otro lado de la línea, y reconocí esa voz, así que me senté.

- Mamá...
- Oh por Dios, recuerdas mi voz.

- Que chistosa. – Carraspeé para aclarar la voz. – ¿Cómo estas?

- Bien, cariño, ¿y tu? – Preguntó y yo sonreí.

- Excelente.

- Mjm si, porque ya te olvidaste que tienes padres. – Reí. Había estado muy ocupada últimamente.

- Claro que no, mamá, de hecho pensaba llamarte hoy.

- ¿Se puede saber donde estuviste anoche? Te estuve llamando.

- ¿La verdad? – Pregunté.

- Si la vedad. – Dijo ella firmemente.

-  Salí anoche... – Pronuncié rápidamente esperando su reacción.

- ¿Cómo… Cómo que saliste? ¿Con quién? – Genial, lluvia de preguntas.

- Eh… Con un amigo. - Estúpido tono nervioso.

- ¿Cómo se llama? – Siguió ella

- Mamá, eso no te incumbe. – Dije riendo.

- ¿Pero eso significa que me hiciste caso?

- Cambie mi look, por una vez una idea tuya no me pareció tan mala. – Carcajeé.

- Que bien, mi nena ¿y cómo quedaste? – Preguntó como si fuéramos amigas.

- Mama, no te voy a mentir... – Hice una pausa con dramatismo. - Quedé para morirse. - Un poco de autoestima no lastimaba a nadie ¿no?

- Si tanto así mándame una foto. – Por su tono podía saber que estaba emocionada. Seguro hubiera querido estar conmigo para ver todo el cambio.

- Me compré ropa de esa que siempre quisiste que me pusiera, me corté el cabello, me puse lentes de contacto y un piercing en el ombligo.

- En serio estoy orgullosa. - Dijo. -  Pero lo de el piercing no me entusiasma mucho.

- No te preocupes, mamá, es pequeño.

- Me alegra que estés bien y se ve que estás feliz, pero ya debo colgar, cariño.

- Está bien, te amo y salúdame a papá y al resto. – Suspiré. Los extrañaba.

- Yo también te amo, nena, adiós. – Y luego cortó.

    Después de terminar de hablar con ella me volví a acostar. Tenia pereza.

Pero hice un esfuerzo para levantarme, hoy me pondría a redecorar mi departamento. Me metí al baño y me di una ducha rápida, me puse una camisa blanca con un mini

Mi estómago rugía. Fui a la cocina para prepararme algo rápido y desayunar/almorzar en el sofá mientras veía algo en  la televisión.  

  Cuando terminé de comer me puse a separar los sofás de las paredes y les puse sábanas encima para que no se fueran a machar de pintura. También puse papel periódico en el suelo, abrí la pintura y saqué la brocha, estaba apunto de hacerlo pero tocaron la puerta.

Arrastrando los pies fui hacia la puerta y cuando abrí me llevé una sorpresa.

Quedé pasmada al verlo, estaba ahí con una sonrisa. Sentí su mirada pasando por mi cuerpo y creo que se dió cuenta de que no llevaba brasier. Me sonrojé. Sentía que estaba desnuda ante sus ojos.

Fall - Justin Bieber y Tu. [En edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora