20. ¡No me sueltes!

3.5K 218 27
                                    

Tiempo más tarde

Han pasado solo unas semanas, la temperatura aquí ha descendido bastante. Eso significa dos cosas. Una, que Alessa me deja su chaqueta y me rodea con sus brazos constantemente. Y dos, que las clases empiezan mañana.

-¡Estas en mi clase!- Entra Alessa gritando por la puerta, nada más llegar al salón me rodea y me levanta mientras da un par de saltos de alegría. La agarro fuertemente cuando temo caerme y después sonrio.

-¿Cómo sabes eso? Si nos lo dicen mañana.

-Sí, pero me he colado en el ordenador central.- Dice con una sonrisa de demonio.

-¿Estábamos en la misma clase?

-Am...- Mira hacia otro lado.- Si...

-¿Has hackeado el ordenador central y has cambiado las clases?- Digo riendo. Ella asiente.

-Tengo que estar contigo. ¡Soy tu mujer!- Le doy un beso al que ella me responde.

-¿Cómo crees que reaccionaran? Ya sabes, cuando sepan que nos hemos casado.- Le digo nerviosa.

-Probablemente se sorprendan y alguno que otro alucinara bastante, pero van a tener que superarlo porque ahora eres solo mía.

Me siento en su regazo y le acaricio el pelo.

-El ultimo año... Estoy bastante nerviosa.

-Lo sé. Todo va a ir bien, estudiaremos juntas, iremos a fiestas, haremos viajes... Todo eso es algo nuevo para mí.

-¿Y si no me apetece estudiar?- Digo desabrochándole la camisa.

-Bueno, siempre puedo hacer una clase exprés... O motivarte de alguna manera interesante...- Dice besándome lentamente y deslizando la mano bajo mis muslos para elevarme. Noto como sube las escaleras y me lleva a la habitación. Nunca voy a cansarme de ella.


El primer día de clases

Mi corazón palpita a más no poder.

-Esto no funciona...- Digo mirando la tila.

-Pequeña, tranquila.- Dice apareciendo detrás de mí y rodeando mi cintura.- Nadie va a hacerte nada.

Sus ojos reflejan sus palabras, parecen capaces de asesinar si se lo proponen... De hecho ella es capaz de matar sin ningún problema. Es cierto, nadie puede hacernos nada. Pero el solo hecho de que nos juzguen... Seguro que piensan que es mucha mujer para mí...

-Pequeña, recuerda que estamos en la misma clase... Y que no importa lo que piensen.- Levanto la vista y eso me delata.

-Es que... No puedo quitármelo de la cabeza...

Me abraza y me da un par de besos. De repente me entra el pánico, ¿y si le dicen algo que le haga darse cuenta de lo patética que soy? Oh no.

-Presiento un ataque de pánico. Así que sea lo que sea lo que estés pensando. No es cierto, no va a ocurrir y te amo igual.

-¿Incluso si...?

-Sí.

-Pero si todavía no lo he dicho...

-No importa, te amo. No me importa nada más.

Quizás en vez de preocuparme constantemente, debería valorar a la increíble mujer que tengo delante.

-Toma.- Le tiendo las llaves de su coche.- Conduce tu.

Ella me besa la sien y me agarra de la mano hasta que estamos frente al coche. Me abre la puerta y hace una reverencia, levanto un poco la falda como si fuera una princesa y subo. La sonrisa de Alessa me deslumbra. Pone una mano en mi muslo y lo acaricia mientras conduce, lo hace de manera inconsciente y me parece que ya se ha vuelto un hábito para ella. La verdad es que me relaja bastante que haga eso.

Esa pequeña tranquilidad se desvanece cuando entramos al parking y todo el mundo mira el coche de Alessa. Ella mira mi dedo anular y sonríe. Sale más rápido de lo que pueda imaginar y me abre la puerta, me tiende la mano y me ayuda a salir. Noto como me tiemblan las piernas.

-No me sueltes...- Le digo mientras me levanto.

-Nunca.- Dice apretándome la mano y cogiendo mis libros. Pasa el brazo por mis hombros y me da un beso en la frente delante de todo el mundo. Yo le rodeo la cintura. Todos nos miran, al principio todos están en silencio pero después todos empiezan a murmurar.

-¿Qué tenemos ahora?- Me pregunta Alessa.

-Eh...- Saco el papel del bolsillo de la sudadera.- Matemáticas... En realidad tenemos matemáticas a primera todos los días menos el miércoles y el viernes.

Alessa suspira.

-Eso va a ser duro.

-Estoy junto a ti, acuérdate.- Digo sonriendo pícaramente.

-Por eso va a ser duro... Voy a estar junto a ti sin poder tocarte...

Intento no ruborizarme.

-Te enviare notitas para que no te agobies.

-Gracias pequeña, tu siempre cuidándome.- Me da un beso en los labios nada más abrir las puertas, cuando se separa de mi y noto el silencio me doy cuenta de que ha sido una muy mala idea. Vero acude a nuestro rescate y me da un abrazo de oso, Mark y Ana saludan a Alessa con un choque de puños.

Joshua intenta pasarse de listo y le quita los libros, pero ella le quita el suyo y lo pone sobre unas taquillas donde Joshua no llega. Rio ante la naturalidad de la escena. Max nos guía por el pasillo mientras se queja del horario de matemáticas y Dani se niega a creer que este año no haya deporte. Aunque para mí esa es una buena noticia...

-Menuda entrada triunfal.- Me dice Vero al oído. Me sonrojo.

-Ni siquiera me he dado cuenta... Ha sido tan natural...

-Por cierto, creía que ibas a ocular el anillo pero... ya veo que no.

-¿Qué? ¿Por qué lo dices?- Digo mirándolo extrañada.

-Bueno, las uñas negras lo resaltan bastante. Espera... Alessa tiene el mismo diseño.

-Nos hicimos la manicura juntas. ¡Tenias que verla! Estaba completamente en tensión.

-¿En serio? ¿Por qué?

-Dijo que el chico que nos atendía era raro. ¡No se fiaba! ¡Estaba más mona!

Vero empieza a reír a carcajadas.

-No sé porque pero me la imagino mirando mal a todo el que se te acerque.

-¿Y tú con Dani?- Vero sonríe y mira hacia el suelo.- Bueno... digamos que hemos estado muy activos en el sentido de...

-¡Vale! ¡Vale! ¡Suficiente! ¡Lo pillo!

-Dios Sara, no has cambiado nada.- Dice riendo. Entramos a clase de matemáticas y nos sentamos atrás del todo.

-Una fotooo.- Dice Vero sacando el móvil y apuntándonos a todos.- A no, no. Alessa y Sara agarraros de la mano y levantadlas que se vean bien.

Cuando saca la foto y la vemos, nos fijamos en que los anillos se ven muchísimo más gracias a un filtro de Vero. Me giro mirándola mal, a lo que ella responde con una risita.

Entonces me doy cuenta de que los más cercanos a nosotros miran la mano de Alessa y mía que siguen juntas y más importante. ¡Los anillos se ven mogollón! Empiezo a oír los primeros rumores. Miro a Vero.

-¿Lo has hecho quer...?- Ella esta riéndose antes de que acabe la frase. Si. Lo ha hecho queriendo. ¡Maldita!

¡Ámame Como Yo Te Amo! ¡3! - ¡Chica Mala Vs. Niña Buena!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora