2. Tiene que ser... ¡¡PERFECTO!!

5K 273 23
                                    

-Bueno, yo voy a ir con Alessa.-Dice Joshua. - Os daré tiempo para elegir más cosas. ¡Y coge uno rojo! ¡Da buena suerte!- Grita mientras se va. Yo me sonrojo.


Narra Alessa

Me tiembla la mano al apoyarla contra el frío cristal de la vitrina. Intento relajar mi respiración.

-Relájate joder.- Me digo a mi misma. Tengo el corazón a mil, no dejo de mirar hacia fuera por si mi pequeño ángel aparece y me encuentra con las manos en la masa.

Mi pequeña niña buena... Quiero hacer esto, si no lo hago enloqueceré. Sé que ella me ama, pero ¿me ama lo suficiente? No es que dude de ella pero esto es un paso muy importante. Dejo salir el aire que retenía en los pulmones. Confía. Me digo a mi misma. Confía en ella.

Vuelvo a mirar a la vitrina, los anillos me devuelven la mirada. No. Son demasiado sosos, vacios... No puedo darle algo así a la persona que lo significa todo para mí. No. Necesito algo mejor.


Cinco minutos después

Acabo mirando una vitrina en total soledad, la gente no se acerca a esta área. No sé porque...

-¿Y si miramos ahí?- Le pregunta una mujer al hombre al que está acompañando. El niega.

-Se sale del presupuesto.

-Venga, solo un vistazo. Soñar es gratis. - Dice una mujer que aparece detrás de la primera pareja.

Me fijo en los precios. Supongo que ahora tiene sentido que nadie se acerque aquí.

-¿Alessa?- Oigo detrás de mi. Me tenso y me giro rápidamente, pensando en que debería decirle. Me encuentro a Joshua detrás de mí.

-¿Y Sara?- Paso la mirada rápidamente por el local.

-No está, tranquila. Esta ocupada comprando con Vero.- En la cara de Joshua aparece una sonrisa.- Así que es cierto.

-Como le digas algo a ella...

-No diré nada, tranquila. Cuando me lo dijo Mark no me lo podía creer.

-Yo tampoco me creo que haya dicho algo tan importante en sueños... Menos mal que ella no lo escucho.

Debería golpearme la cabeza por eso...

Desde la primera vez que la bese supe que ella lo seria todo. Aun más, cuando la conocí en su balcón sentí algo... No reaccione como debería. La reacción normal hubiera sido noquearla antes de que ms viera, pero por alguna razón me quede ahí quieta. Espere hasta que ella me vio.

Recuerdo cuando le pedí que me cosiera la herida de bala, yo podía coserlo perfectamente pero mentí y cuando ella me toco... Sentí como si electricidad fluyera por mis venas, jamás había experimentado nada parecido.

Aquella noche fue como un sueño, fingí estar dormida solo para observarla dormir. Y odie cuando amaneció, en ese momento selle mi destino... le robe un beso. El beso que lo comenzaría todo...

Dios, hazme lo que quieras pero no me separes nunca de ella...

Los años que tarde en encontrarla fueron un calvario. Me aleje de ella para protegerla, tenía a los científicos pisándome los talones y no podía dejar que la encontraran. Me esforcé en acabar con los científicos para volver con ella y rezaba para que ella no se entregara a nadie. Cuando vi como Jake la intentaba forzar... Simplemente fue demasiado.

Hace solo un mes, cuando Sara me pidió que me fuera el dolor fue tan intenso... Al principio me enfade, ¡yo solo intentaba ayudarla! Pero lo horrible vino después. Dicen que es mejor haber amado y haber perdido que no haber amado nunca. Yo no lo creo.

Sentí que había perdido todo aquel día, no sentí nada más que vacio. No quería vivir sin ella. Cogí el primer tren que vi y durante toda la noche pensé en lo feliz que había sido con ella. Volví a fumar, iba a lanzarme desde el balcón de cualquier hotel que encontrara así que mis pulmones me importaban poco. Después decidí lanzarme a un acantilado. En realidad me daba igual, solo sabía que no quería vivir así.

Entonces apareció mi padre, tenía que salvar a Adam así que me resistí. Me amenazaron con gasolina en el pelo pero no dije nada. Prendedlo. Pensé. Me haríais un favor. Después luche con un guardia, tenía que matarlo, asegurarme de que no buscara a Sara y después con la misma pistola me volaría la cabeza.

Entonces mi pequeño ángel bajo del cielo para salvarme. Cuando la vi, tuve ganas de llorar. Creí que estaba muriendo, y que mi mente me mostraba lo que realmente amaba. Mi pequeña... ¿Cuántas veces me habrá salvado y ella sin saberlo?

-¡Mierda! ¡Sara!- Oigo a Joshua que me saca de mis pensamientos. Completamente alerta me giro.

-¿En serio? ¡Llevo horas intentando que me hagas caso!

-Lo siento, lo siento. Es que estoy muy nerviosa.

-Lo sé.- Dice el sonriéndome.-Venga, hagamos que se quede sin habla.

-¿Crees que me rechazara?- Digo sinceramente mirando lo que posiblemente decida mi futura felicidad.

-Niña estúpida...

-Joshua de verdad que voy a arrancarte la cara a jirones.

-Genial, eso significa que ya no estas taquicardica.

Me detenido un momento. Es verdad, me he relajado. El me mira con suficiencia.

-Está bien, graciaaas.

-Se te ha olvidado pedir perdón.- Bufa.

-¿Perdón por qué?

-¿Como que porque? ¿Quizás porque pensar en golpearme te relaja?

-Oh, eso. Es una costumbre.- Me encojo de hombros y Joshua me fusila con la mirada, en ese momento un dependiente de la tienda aparece para ayudarnos.


Media hora después

-En serio Alessa, este está bien. Le va a encantar.- Me repite Joshua.

-No, no puede "estar bien". ¡Tiene que ser perfecto!

-¿Entonces cual decides?

-La piedra de este es demasiado grande, no quiero agobiarla, y este es demasiado intrincado, busco algo más sencillo.

-Todavía no existe la sección "crea tu anillo perfecto " Así que tendrás que elegir uno.

Entonces lo veo, pequeño y sencillo. El oro blanco me recuerda a la pureza de Sara, tiene una pequeña base negra y sobre ella un diamante no muy grande pero tampoco demasiado pequeño, simplemente perfecto. Me fijo en la base, es también de diamante, diamante negro.

-Este.- Le digo al dependiente sin dejar de mirarlo.

-Este es nuestro mejor producto. Pero... E de decirles que su precio asciende considerablem...

-Lo quiero.- No me interesa lo que valga. Lo quiero. Ese anillo ha sido creado para estar sobre el dedo de algún ángel, y yo tengo el ángel perfecto. Alguien perfecto necesita un anillo perfecto.

La tarjeta pasa sin problemas y el dependiente me entrega mi pequeño tesoro. La tienda entera me está mirando pero no me interesa. Cierro la pequeña cajita de terciopelo. Ahora falta el siguiente paso. Declararme. Eso no va a ser tan fácil...

¡Ámame Como Yo Te Amo! ¡3! - ¡Chica Mala Vs. Niña Buena!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora