7

1.5K 154 23
                                    


AVISO, CAPITULO INTENSO :·3

A la siguiente clase consigo llegar a tiempo y el profesor de química nos explica la razón por la que se ha suspendido la primera hora, para los que no lo supieran aún

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

A la siguiente clase consigo llegar a tiempo y el profesor de química nos explica la razón por la que se ha suspendido la primera hora, para los que no lo supieran aún. Como Max ha dicho, no saben quién era el causante por lo que no pueden tomar medidas en el asunto. Solo queda esperar a que cuando lo borren, no vuelvan a hacerlo.

La clase transcurre normal, Daniel se encuentra a un par de mesas detrás de la mía y sentir su presencia, aun sabiendo que hay como unas veinte presencias más, hace que me ponga nerviosa e incómoda. No quiero pensar que está enfadado porque en realidad no hay ningún motivo para que lo esté, ni yo tampoco ahora que lo pienso y aun así los dos parecemos estarlo. Idiotas.

Mi móvil que se encuentra sobre la mesa suena indicándome que tengo un mensaje nuevo y espero a leerlo cuando el profesor nos indique que hagamos algún ejercicio para que esté atento a su mesa y no me pille. Desbloqueo el teléfono con medio ojo hacia el profesor y otro medio hacia la pantalla – si eso es posible – y abro el mensaje. No es de mi madre así que frunzo el ceño extrañada. Nadie más tiene mi número ¿quién puede ser?

En el mensaje no hay ningún texto, tan solo la opción de ver la imagen que me han enviado. Relajo la expresión cuando imagino que será alguna publicidad de mi compañía de móvil y la abro.

Lo que menos podría esperarme aparece ante mis ojos. Una imagen que me aprieta la boca del estómago y me lo revuelve provocándome arcadas. Mi cuerpo entero se paraliza y siento cómo me quedo blanca y mis extremidades pierden fuerzas. Ante mis ojos tengo la imagen de mi habitación, de mi cama más concretamente. No sería tan extraño si no fuera porque sobre el colchón se encuentra uno de los gatos de mi vecina, completamente destripado, con sus restos desparramados sobre el edredón y una gran mancha de sangre en la pared con un mensaje escrito; Tú eres la siguiente.

Intento que no se note mi estado de ansiedad absoluta pero cuando compruebo para mi desgracia que no puedo quedarme allí, me levanto corriendo y salgo de clase hiperventilando. Corro por los pasillos con el teléfono apretado entre mis dedos y lágrimas de impotencia en los ojos.

Iría a casa si no fuera porque todo lo que he visto está allí, así que decido encerrarme en uno de los cubículos del baño de chicas que encuentro más cerca. Intento relajarme para no vomitar pero las arcadas son cada vez mayores y mi cuerpo no puede resistirse más así que me arrodillo frente al váter y suelto todo el desayuno. El llanto se une a mis arcadas y juro que me doy asco ahora mismo.

Los sollozos son cada vez mayores, mis dedos están rojos de la fuerza que ejerzo con ellos para sujetarme de los bordes del váter. Una nueva tanda de arcadas obligan a mi cuerpo a impulsarse hacia delante para vomitar y aunque ya no tenga nada más que echar la sensación está ahí y no hace más que producirme ansiedad.

SIN ALIENTODonde viven las historias. Descúbrelo ahora