— Si, pero no te preocupes ya lo hará solo necesito saber qué es lo que le gusta— dijo, por eso María la había traído, esa mujer era muy optimista y siempre sonreía.

—Sofía... puedo hacerte una pregunta ¿tú quieres al joven Guillermo?— dijo María, ella mostró pena, bajo su mirada al suelo y su labio temblaba ante una posible respuesta — Tranquila, puedes confiar en mí, me he dado cuenta en la casa como lo mirabas y no dudaste en venir a este viaje que durara mucho tiempo — se acercó hasta ella, no se llevaban mucho en edad solo escasos 4 años.

—No puedo negarte que siento algo por él, no sé si algún día él pueda corresponderme, pero sería muy feliz si así fuera— dijo muy segura.

— Te animarías a hacer algo por él, bueno más bien intentar algo por él— ella movió la cabeza diciendo que sí con algo de duda, caminaron hasta el camarote, nadie podía entrar, por una rendija dejaban la comida — Entraremos, no sé cuánto quieras acercarte a él, pero necesitamos que él tenga contacto con personas y sé que no puedo confiar en nadie más — la otra mujer la escuchaba atenta, no había cosa que no haría por él, entonces lo hicieron abrieron la puerta, Guillermo se encontraba arrinconado en una posición muy animal, su cama y todo estaba destruido, Sofía se acercó hacia él dejando la comida cerca, este le gruño pero ella se mantuvo firme y así pasaron los días, hubo algunos donde la saco de ahí, otros la empujo y hasta la lástima, pero ella seguía intentando, hasta que paso, él fue confiando en ella, poco a poco hablaban, María siempre estaba ahí al pendiente, cuando empezó a verle con más comportamiento al alfa, los dejaba estar a solas... entonces que ella fue testigo de un genuino amor que crecía en ellos.

De ese amor años después de tocar tierras, él convertido en el alfa que todos esperaban, nació el mayor de sus hijos, Sofía le pidió que en honor lo llamara como su hermano Alexter, Guillermo lo dudo por un momento aún no entendía que había pasado, ese día se había borrado en su cabeza, decidió que así fuera y 4 años después llego Sebastián, fue entonces que al mirar a sus hijos, en sus sueños lo atormentaba la imagen de un lobo endemoniado, podía ver como mataba a sangre fría, hasta entonces María tomo una decisión y le entrego la carta que escribió Jorge una que guardaba para el día en que él recordara todo y necesitara respuestas, la entrego, fue un golpe duro para él, por más que ella le decía que se perdonara era inevitable, para lavar sus errores formo a sus hijos como lo hubiera hecho él, no había forma de limpiar todo el horror, pero trató de que sus hijos no fueran como él, que jamás fueran una basura como él, que el honor brillara en ellos como su mejor cualidad, pero esa cruz que eran sus pecados nunca los olvidó... pero entendía que no podía morir, desea la muerte, pero debía esperar que sus hijos fueran los suficientemente grandes para tomar el lugar del alfa y así no condenar a toda la manada...Alexter por su parte se parecía tanto a él en su forma de ser tan bondadosa y noble, se ganó el respeto de todos rápido desde muy pequeño y él jamás dudo que sería el mejor de los alfas... Sebastián por su parte se escudaba en su hermano para todo y era su ejemplo a seguir....

—Don Guillermo fue curado con amor el único sentimiento que es real en todos nosotros, el que no se puede ocultar con ese pudo limpiar sus heridas aunque jamás las pudo olvidar... Ahora que no está usted señora me temo que él caerá de nuevo....— pronuncio para ella en la calma de su habitación, mirando a la luna, María recordó todo el viaje y su vida a lado de Sofía como señora de esa casa.

2 meses después....

Madeleine contemplaba al bosque, había querido irse la noche siguiente del trágico día pero algo la detuvo, algo le impedía salir de ese lugar no sabía si era la nostalgia de alejarse de todo lo que significaba Alexter, había llorado a mares cada noche, sintió el desgaste de sus sentimientos, don Guillermo se mantuvo aislado de todos en su habitación y Sebastián se mostraba solemne con ella tan así que una amistad crecía entre los dos a Madeleine eso la reconfortaba de cierta manera, Sofía permanecía sumergida en su tristeza después de semejante desilusión, Carlos siempre atento a ella hasta el último momento. Mientras miraba, el frío de diciembre se hacía sentir cada vez más, la manada aún no se recuperaba de la perdida de sus seres queridos, se podía sentir, pero todos intentaban salir adelante con la ayuda de Sebastián como alfa que hacía todo por el bien de la manada.

El alfa enamorado ✔🐺🌌Where stories live. Discover now