04

1.1K 154 18
                                    

— ¡Tú! ¡Maldita rata de alcantarilla!—oí la voz de Yoongi a mis espaldas. Me di la vuelta algo extrañado, señalándome a mí mismo.

— ¿Me hablas a mí?—pregunté con mucha indiferencia.

— ¿Mi hiblis i mí?—dijo haciéndome burla, creando una mueca bastante graciosa. Tuve que resistirme por no reírme por la cara de mi amigo.— No, le hablo a Miseok que está detrás de ti. Claro que te estoy hablando a ti, pedazo de imbécil.

Era muy divertido ver y escuchar a Yoongi enojado, siempre y cuando los insultos no iban dirigidos a ti. Soltaba cada mala palabra cada vez que se enojaba que parecía que era lo único que sabía decir, llenándote de maldiciones. Yoongi siempre se volvía sarcástico e inmune al humor, capaz de golpearte hasta más no poder en cuanto decías algo de mal gusto para él. Y si le decías que se calme, era como echarle leña al fuego.

— ¿Cómo mierda se te ocurre irte sin avisarme? ¡¿Qué mierda tenías en la cabeza?!—exclamaba con tal velocidad que apenas se le entendía lo que decía. Su rostro estaba rojo, ¿acaso respira cuando habla así de rápido?— ¿Sabes cuánto tiempo estuve buscándote? ¡Media hora! ¡Media hora y no tenía señales de vida de ti! Por dios, que hasta creí que tu fantasía de ser secuestrado por un grandulón descendiente de Godzila se cumplió, pero en lugar de iniciar una historia de amor, te comió vivo. 

Estallé de la risa, no pude contenerme más. Aquella supuesta fantasía era totalmente exagerada, de verdad. Min Yoongi era sumamente divertido en situaciones así.

—Ay, no seas exagerado.—dije entre risas.

— ¡¿Exagerado?!—gritó  indignado.— ¡¿Cómo quieres que no exagere si desapareciste así, sin más?!

— ¡Si tan preocupado estabas, podrías haberme llamado o enviado un mensaje! 

Yoongi silenció y tomó asiento en su escritorio cómodamente. Estaba en el departamento de policía, esperando a que llegara el oficial Lee, el jefe y mi padrastro, para ir a patrullar en la zona que me tocaba ése día.

Lee Minhyung, así era su nombre completo. Un nombre que sólo actuaba como adulto en momentos serios, fuera de eso siempre era como un niño. Una persona sabia y bastante cálida. A pesar de la muerte de mi madre, él y yo seguíamos manteniendo contacto, ya que los dos éramos muy cercanos. Nos llevábamos demasiado bien juntos. Cuando terminé la escuela y terminé el entrenamiento para ser policía como él y mi padre, Minhyung simplemente me dijo que ya estaba dentro, así sin más.

—Como sea.—bufó Yoongi.— ¿Alguien sabe a qué hora viene la chica del café? No desayuné esta mañana.

—Pues que pena amigo, porque mientras tú te demoraste en llegar, la chica vino.—respondió uno de nuestros compañeros, Jiyong, un tipo al cual no descansaba un segundo de su trabajo.— Tendrás que ir tú mismo a la cafetería ahora que el jefe aún no llega o esperar a que sea medio día.

—Hablando de Lee, ¿saben dónde está él?—preguntó Yoongi. Me sorprendió por un momento, pues él no se había quejado por las ideas que Jiyong le había dado, como siempre hacía. Literal, cuando le decían algo sobre esperar o ir él mismo a buscar algo, siempre soltaba grandes quejas y terminaba mandando a alguien a que vaya por él. Si no aceptaba, maldecía a todo el mundo y se iba a buscar lo suyo por él mismo. Al principio nos parecía algo muy desubicado de su parte, pero con el tiempo se volvió algo divertido y nos acostumbramos a ello.

—Dijo que tenía un par de cosas por hacer, por lo que llegaría tarde.—respondí. El oficial Lee me llamó esta mañana para contármelo, por lo que no sabía la hora exacta a la que llegaría y probablemente me quede esperando toda la mañana a que llegue.

Fighter [KiMin] [Monsta X] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora