Capítulo 28

19.1K 1K 29
                                    

Meses después

Han pasado demasiadas cosas en estos 4 meses, mi vida cambió al igual que la de Alex ahora ya no somos dos si no tres, llevo en mi vientre el fruto de nuestro amor, un bebe o pimpollo como le digo yo.
Cuando me enteré de que estaba embarazada me la pasé llorando y no por que fuera malo si no que es algo maravilloso, nunca pasó Por mente tener hijos pero ahora estoy más que feliz.
Desde que salí del hospital Alex se ha encargado de mi me tuve que despedir de mis amigos del trabajo y aunque me dolió, seguimos en contacto y planeamos visitarnos, ahora vivimos en New York, fue una decisión algo apresurada pero tenía que hacerlo debia de alejarme de aquí que me recordaba lo malo.

- Amor he llegado y adivina que te he comprado.

- Pastel- bajo corriendo los escalones de nuestra casa como loca. Estos antojos hacen que me altere.

Le doy un beso rápido y le arrebató la rebana demasiado grande para mi que mi amado Alex me ha traído.

- Alex, quiero pedirte algo - lo miro algo apenada y nerviosa se que lo que le diré no le gustará.

- Que sucede - me mira ya sabiendo lo que le diré.

- Quiero trabajar, no me la quiero pasar aquí encerrada en casa.

Dejo de comer y Le empiezo hacer pucheros, mientras me le acercó lentamente a él hasta quedarme frente a él y colocar una pierna en cada lado y sentarme, mi vientre un poco abultado queda a unos centímetros de su abdomen que es muy lindo.

- Estas tratando de convencer esposa y futura madre de mi hijo.

- No seas hablador, sólo quiero estar cerca de ti - aún que en parte miento, realmente necesito estar fuera de casa.

- Sabes bien que no quiero poner en peligro a mi bebé y menos a ti Beatríz, es por eso que no puedo aceptar que trabajes, sabe Dios donde. - me mira algo molesto y trata de pararse haciendome a un lado pero se lo impidió.

- Alex, no empieces me se cuidar y claro que lo cuidare, necesito sentirme útil, y no pasármela encerrada en casa hasta que tu llegues del trabajo - estoy molesta muy molesta y no me importa si se crea las tercera guerra Mundial yo voy a trabajar lo quiera o no.

- Perfecto, señora, la quiero a las 9 de la mañana en mi oficina.

Lo miro boquiabierta que me quizo decir con eso. Veo como fácil mente me levanta y me lleva en brazos, toma mi pastel y sube los escalones para ir a la habitación.

- Alex.

- A partir de mañana seré tu jefe mi amor. - me regala una encantadora sonrisa de esas que te derrite y yo me pregunto a donde me he metido.

Me deja suavemente en el piso cerca de la cama se acerca a mi y me besa dulcemente, luego va cambiando y es más un beso que te deja sin aliento, me encanta que sea así.

- Sabes que me volveras loco tenerte en mi oficina,seras especialmente mi asistente, sólo mía.

Su mirada es de deseo yo me limito hablar se que pasaran muchas cosas en esa oficina y haremos de todo menos hacer lo que realmente debemos hacer, trabajar.

Ahora que estoy embarazada, le gusta que yo siempre ente arriba como en estos momentos.
Me encuentro totalmente desnuda y el igual, empieza a besar mi frente, mis labios, mi cuello, hombro llega a mi vientre y le susurra un té amo y eso hace que me sienta las mujer más enamorada y feliz del planeta.
Poco a poco el se introduce dentro de mi, sin apurancia, lento, suave, no aparta su mirada de mi, estamos disfrutando los dos esta unión. Empieza aumentar el rimo y yo me dejó llevar de mis labios salen pequeños gemidos que el me provoca es maravilloso. Me toma de las manos para tener mejor equilibrio, mientras que yo empiezo a subir y bajar, el por un momento cierra sus ojos y se pierde en las sensaciones que yo le provoco.
Seguimos en la misma posición, no es nada incómodo, el me tiene tomada de la cintura mientras yo me vuelvo en círculos, asu anhelando nuestros orgasmos.
Veo como el echa su cabeza hacia atras dandome cuánto que su orgasmos está llegando, mientras que mi cuerpo empieza a temblar mi orgasmo está por llegar.

Tomamos unas respiraciones muy profundas, Alex me abraza y me besa.

- Casate conmigo, se mi esposa.

Lo miro sin saber que decir, esto ha sido demasiado loco, después de hacer el amor que te propongan matrimonio la verdad no es nada normal.
Empiezo a llorar, me rapo mi rostro ni quiero que observa lo ridícula que puedo ser embarazada.

- Yo no se, y si no llego hacer buena para ti, me pondré mas gorda y no me querrás el embarazo me hace comer. Ya vez hablo mucho me has puesto nerviosa, yo si me quieres casar y contigo . - lo a  abrazo y lo beso el sólo empieza a reírse.

- Mi amor, te ame, te amo y te amaré por siempre, no busques ni pero ni contras en nuestra relación, así es y así será, estas embarazada me encanta que comas, me vuelve loco tu cuerpo, llevas dentro un hijo mio, soy el hombre más feliz del planeta, yo tampoco planee embarazarte y creeme que cuando me dijo el doctor que estabas embarazada casi me desmayo. Pero luego asimile que ahora ya no seremos dos si no tres. Y sobre pedirte matrimonio mi cabeza ya me lo decía que debía de pedírtelo, no me importa si vamos apresurados. Quiero que cuando salgamos de casa. La gente note en nuestros dedos la Unión quiero que digan yo quiero ser como ellos, por que serémos felices y a nuestro hijo nada le faltara tendrá amor y amor de sobra ni papa anda ya loco con el nieto y aún no nace.

-Oh mi amor, te amo.

Es lo único que llegó a decir, por que nuevamente Empiezo a llorar todo lo que me ha dicho Alex ha sido demasiado para mi, no puedo aún creer la dicha que tengo de ser madre y tener un futuro esposo.

Mi jefe Donde viven las historias. Descúbrelo ahora