Capítulo 8

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Como era de esperarse mi nuevo trabajo es bueno cada semana gano mi sueldo y lo voy ahorrando, poco a poco juntaré el dinero suficiente para irme de aquí, me duele pensarlo, dejar todo por ser alguien por el cual me sienta yo misma orgullosa, puedo sonar estúpida e ingenua pero no quiero dejar sola a mi madre, lamentablemente yo no puedo llegar a entender cómo siendo ella “mi madre” este mejor sin mí.

En mi trabajo tuve la posibilidad de conocer a varias personas yo dividí mi relación con mis compañeros de trabajos tenemos a los amistosos como Crystal y Esteban estos dos son pareja y son muy amorosos que a veces siento que me empalaga de tanta miel y odio eso no me gusta la miel.
Crystal es una chica súper alegre, su cabello rojizo y chino nunca está quieto hace llamar mucho la atención, es bajita, morena clara y una romántica que hace que te vuelvas loca.
Esteban es alto, delgado, su piel es pálida con sus ojos claros y su cabello castaño alborotado ese chico siempre te sacará una sonrisa no importa en la situación en que estés el siempre estará apoyándote.
Y luego están estos
Laura es la prima de Lina o la bruja, es bajita, más joven que Lina y su cabellos es castaño, no rubio como Lina en lo demas son idénticas hasta las dos me odian y lo peor de todo quieren a Alex de eso ya me di cuenta, muy en el fondo me molesta pero se ocultarlo muy bien.
Y por último tenemos a Alex, este a estado lejos de mi a veces siento que no le caigo bien, al principio fue bueno conmigo pero ahora se limita a estar alejado de mi y de los demas, es un hombre demasiado serio y sólo se limita a observar.

Me despierto de mi improviso ensoñamiento, se me hace tarde cuando terminó de alistarme con ni uniforme salgo de casa lo más rápido que puedo no quiero llegar tarde, llegó con mi último aliento pero llegó a tiempo.

–Te has dormido, ¿mujercita a caso me estabas soñando? - Esteban se burla de mi y no me puedo enojar con el, tiene razón si que estaba a punto de llegar tarde.

–Idiota– le doy un golpe con mi mano en la cabeza el sólo se limita a reírse de mí.

–Oyes es ni novio, yo soy la única que le dice así, aún que si lo puedes golpear no hay problema con eso– Crystal me guiña el ojo y le da un beso a su amado que este se lo devuelve con muchas ganas yo solo dirijo mi vista para otro lado.

–Amo a estas dos mujeres, bueno amo más a mi novia a ti Beatríz te quiero, si entiendes superalo – ¿pero que? me le quedó viendo como si hubiese visto un bicho raro al final los tres soltamos una carcajada y nos da un sonoro beso en nuestras mejillas.

Cuando Esteban termina dando su amor a nosotras, hace su aparición Alex que no tengo idea de donde salió en realidad no sé ni dónde vive. Este llega serio y molesto el motivo lo desconozco últimamente a andado así.

–Hombre, buenos dias– Crystal se le acerca a Alex y le da un beso en la mejilla.

–Hola, te has peleado con el peine– Vaya su primer sonrisa mañanera quien lo diría se ve hermoso asi y hasta cómico salió.

–Ja ja ja, sabes me gustas más con tu mal humor– Alex sólo le sonríe mientras Crystal le da otro beso en la mejilla mucho más sonoro que el primero, me gustaría darle uno, en realidad ¿por que ella le da besos?

Celosa Beatríz ... Para nada. Creo.

–Nena en vez de estarlo besando a el por qué no vienes y me besas a mi, controla tus hormonas– Esteban le habla serio a Crystal y aunque lo niegue se que se pone celoso.

Alex es un hombre muy guapo sería imposible negarlo, se que también no soy la única que le gustaría estar entre sus brazos, acariciándolo, besándolo, perdiéndose en el.

–Bueno amor controlate deja de estar de celoso que Alex no se fija en mi ¿que no te das cuenta? además yo estoy contigo el sólo tiene ojos para otra persona.

Prefiero mirar para otro lado, estoy en una lucha en preguntarle a Crystal quien es aquella chica o quedarme con las ganas de saberlo.

Crystal me observa, luego Esteban y al final Alex que se ha sonrojado y se ve de lo más lindo y con eso Crystal se va junto con Esteban y me dejan con Alex y  su hermosa sonrisa que me deja atontada por unos segundos.

–¿Me gustaría saber en qué piensas?

Lo miro por un instante tratando de grabarme su rostro y simple niego con la cabeza ni yo misma se que pensar en estos momentos.

–Buena respuesta.

Lo miro algo asustada al pensar que hable en voz alta pero no simplemente fue por qué no le conteste, me siento mal por no contestarle así que solo le sonrió y el me contesta con una sonrisa que pocas veces puedo apreciar.

Mi jefe Donde viven las historias. Descúbrelo ahora