Capítulo 9.
Estaba muerta del miedo en la sala de espera, mis amigos estaban junto a mí, pero nada podía consolarme, mi mente no dejaba de repetir el cuerpo de Lauren siendo lanzado por aquel coche y la sangre que salía de su cabeza.
Me sentía culpable, si algo le pasaba a mi novia no estaba muy segura de que pasaría conmigo, ya ni siquiera recuerdo como era mi vida antes de ella.
-Camila, ella va a estar bien-susurró Matt antes de dejar un beso en mi coronilla-Veras que saldrá bien
-¿Cómo estás tan seguro de eso?-me limpie con rudeza las lágrimas-Te juro que si algo le pasa a Lauren me muero, me muero
-No digas eso-me regañó Hannah-Ella va a estar bien
Eso era lo que todos me decían, "ella va a estar bien", ¿Cómo mierda podrían asegurarlo?, estaba que me moría de la angustia, solo quería que el doctor saliera y me dijera que ella estaba perfecta, o mejor aún, despertar y que todo esto hubiera sido una pesadilla únicamente.
Pero no era así, la vida no era como en las películas.
No me di cuenta de cuándo, pero me quede dormida, me quede dormida y soñé con sus hermosos ojos verdes, con su deslumbrante sonrisa y con su risa de bebé. Eso solo empeoro mi estado de ánimo cuando desperté y estaba en la sala de espera dormida en el regazo de Sarah, los demás estaban en las mismas condiciones que yo, muertos del cansancio, pero nadie quería irse hasta tener noticias sobre mi niña de ojos verdes.
No sé cuánto tiempo pasó hasta que el doctor llamó a los familiares de Lauren Jauregui, podrían haber sido horas, minutos, yo lo sentí como una eternidad, una tortura.
-La señorita Jauregui se encuentra estable-comenzó, inconscientemente deje escapar un suspiro de alivio-El golpe que se dio en la cabeza fue muy fuerte, tanto como puede salir de aquí mañana corriendo como si nada, como puede salir de aquí en años sin recordar absolutamente nada. Lamento ser tan crudos con ustedes pero esa es la verdad y tienen que estar preparados para afrontarla
Todos nos quedamos en silencio por algunos segundos, en shock.
-¿Puedo pasar a verla?-le pregunte esperanzada, solo quería verla, saber que estaba bien
-Claro que sí, sígame
Mis amigos me sonrieron dándome ánimos.
-Chicos será mejor que se vayan a descansar-les dije-Yo voy a pasar la noche con ella, ¿puedo hacer eso, Doctor?
-Absolutamente-me dio una sonrisa
-Mila, no podemos dejarte sola en esto-dijo Tobias
-Ella está bien, vayan a descansar y regresan si quieren hacerlo
Después de algunas quejas de parte de todos terminaron cediendo y se fueron prometiendo volver mañana y haciéndome prometer que mañana iría a casa a dormir, darme una ducha y comer.
Cuando llegué a la habitación donde estaba Lauren tuve miedo de entrar, tuve miedo de verla en la camilla. Ahogué un sollozo cuando la miré. Llena de moretes y rasguños, conectada a algunos aparatos y con una venda en la cabeza.
-Perdóname, princesa, perdóname-llore dejándome caer en la silla junto a la camilla, tome sus manos entre las mías y la llene de lágrimas-Soy la peor novia de todo el mundo, no te merezco, de verdad que no te merezco
Me quede dormida a su lado mientras lloraba pidiéndole perdón, estaba devastada, verla así me golpeo muy fuerte.
Tobías llegó a la mañana siguiente con un cambio de ropa para mí y comida, me pidió que fuera a descansar un poco, pero me negué, no quería que mi novia despertara y no me viera ahí con ella, a su lado.
Estaba dispuesta a arrodillarme y arrastrarme para que me perdonara. Lo que sea para no perderla.
Y así pasaron los días, y esos días se convirtieron en meses. Afortunadamente los doctores me dieron permiso de trasladarla a Miami, bajo un millón de condiciones y cuidados, pero pudimos regresar a casa.
