—Si no recuerdas, forastero, te dije que en un par de meses mi prometido vendría por mí.  Esos meses ahora son "un par de días".

—¿Qué tontería estas diciendo?— Kyle se detuvo en seco— Tú me perteneces, a ningún otro mas que a mi—afianzó más su agarre con un ligero apretón— ¿Quién es el idiota que cree que puede tomarte como si nada?

Una sonrisa irónica se dibujo en el rostro de Luna y bufó.

—Estoy comprometida desde el día que nací, en cambio tú vienes de la nada y quieres tomarme así como así . En este momento el idiota eres —negó rotundamente —. Será mejor que me bajes y te marches lo más antes posible.

Kyle miró a la chica fijamente durante algunos segundos. Ella era suya. Le pertenecía. Le pesara a quien le pesara. La dejó suavemente en el suelo mientras hablaba.

—Dices que me marche, pero—acercó su rostro al de ella, para mirar de cerca sus ojos, le parecían hermosos— ...no creo que eso sea lo que realmente quieres, Luna.

—Te pondré al de tanto de lo que pasa aquí— ella sonrió de la manera mas fingida posible —; en este pueblo a nadie le importa lo que realmente yo quiero. Desvió su vista para comenzar a caminar y dirigirse a su hogar. 

Él chico soltó una risita mientras la detenía del la muñeca. Ella era interesante. Luna le despertaba mucho interés.

—Oh, vamos—bufó— Resulta que a mi me importa. Y no solo lo quieras, sino tú. Soy un tipo terco, pero te propongo algo—la liberó del agarre de muñeca—. Supongo que toda esta tontería de casarte fue obra del clan de tu padre, así que iré a hablar con él. Le diré que me perteneces y listo—sonrió de una manera inocente pero perversa. Ocultaba muchas intenciones bajo esa sonrisa.

Luna simplemente soltó una carcajada. ¿Él en verdad había dicho eso?

—Ah, si claro. Ve a hablar con mi padre, dile lo que me acabas de decir y él inmediatamente y gustoso cancelará el trato. No importa que el clan de mi prometido se moleste y se desate una guerra entre clanes, no.  No le importará y dejará que su única hija se marche con un forastero que apenas conoce y que se comporta como un neandertal — contestó con sarcasmo. Se acercó al forastero para tomarle de la mejilla y asentir un par de veces —. Suerte con ello, Forastero.

El chico tomó la mano de ella que aún estaba contra su mejilla.

—No necesito suerte—le sonrió. Después de todo, por su mente no pasaba el pedir permiso—. "Forastero". Sigues llamándome así desde que nos conocimos. Ni siquiera me has llamado por mi nombre.

Se sentía extraño al toque de su mano. Era como un sentimiento posesivo. Él no solo estaba interesado en ella. Estaba enamorado. Se río mentalmente de él mismo ¡Kyle enamorado! El  Kyle al que le gustaban los problemas, la adrenalina y el peligro bajaba las defensas ante una chica que era una novicia. La miró a los ojos, por los de él pasó un brillo indescriptible, iluminando su pupila azul. Deseaba... No. Necesitaba que ella permaneciera a su lado.

Forastero te queda mejor —Luna sostuvo un momento la mirada con la de él, hasta que una esencia familiar le interrumpió. Estaría en problemas. Retiró su mano repentinamente para continuar con su camino pasado de largo al chico—. No necesito saber tu nombre, se lo que piensan los de tu clase.

Él  rió inocente.

—¿Ah, si? Dime ¿En que estoy pensando ahora mismo?—comenzó a caminar junto a ella. Sus brazos chocaban de vez en cuando. Uno de sus sentidos de alerta le estaba gritando. Los licántropos de la zona estaban cerca. 

Cielo y Fuego 1 "Ella"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora