Amnesia

1K 63 1
                                    

De negro pasó a blanco, quien lo diría.
Cuando por fin pude salir de la negrura que me rodeaba y me desperté, todo era blanco. Paredes blanca, mantas blancas y mente blanca.
Y un ángel mirándome, con los ojos rojos y la nariz hinchada, como si hubiera estado llorando.
Eleve mi mano hacia su rostro y susurré, con una voz ronca, casi inexistente:
¿Por qué lloras pequeño ángel?
De sus labios escapó una corta carcajada y respondió con una dulce sonrisa:
Lloro por tu ida y tú vuelta amigo mío.
¿Ida? ¿A dónde?
¿Quién era mi ángel y por qué mi corazón cabalgaba en mi pecho por su sonrisa?
¿Por qué era incapaz de recordar algo?

La chica del autobúsKde žijí příběhy. Začni objevovat