Capítulo 15

6.4K 283 21
                                    

Claudia's POV (Narra Claudia)

Mi respiración era pacífica y tranquila. Estaba cómoda ahí. Me encontraba en una cama que no era la habitual para mí. A pesar de que seguía con los ojos cerrados, sabía que había alguien a mi lado. Notaba una presencia que me hacía sentir a gusto, me sentía protegida. Me volteé y la luz mañanera que entraba por la ventana me dio de lleno, pero no me molestó ya que mis ojos seguían cerrados y no hacían intención alguna de abrirse. Noté cómo la persona que se encontraba a mi lado se movía, y poco después su aliento se posó sobre mi oreja. No reaccioné a ello, la noche anterior había llorado tanto que estaba agotada.

Unos fríos dedos repasaron mi brazo izquierdo lentamente, provocando que mi piel se erizara a su paso. Solté el aire que sin querer mis pulmones habían contenido escasos segundos atrás y abrí levemente los ojos. Me giré y me encontré con un Niall con el pelo alborotado sonriente y sonrojado.

-Buenos días enana.- Dijo con esa voz mañanera.

-Em... Sí... Buenos días tonto.- Respondí con una sonrisa tímida. -¿Y Rocío?

-Ella está durmiendo en la habitación de invitados. Ayer estabas muy mal, y dijo que era mejor que tuvieras el apoyo de tu mejor amigo esta noche.

-No querrás decir que...- Dije en voz baja y seguidamente me sonrojé.

-¿Qué?- Dijo Niall riendo. -No, tranquila. Solamente hemos dormido.

-Bien.- Respondí ya aliviada. Lo último que me faltaba era haberme acostado con mi mejor amigo.

-¡HOLAAA!- Gritó Rox mientras entraba por la puerta y se tiraba en la cama quedando entre el rubio y yo.

Besó los labios de mi mejor amigo y luego me abrazó a mí.

-¿Cómo has dormido?- Pregunté a mi amiga.

-Muy bien, pero aquí eres tú la cuestión. ¿Qué tal estás?

Me encogí de hombros. ¿Cómo estaba? Mal, fatal, por los suelos, hecha una completa mierda, hablando claro.

-Pues no muy bien, como es lógico. Aunque Niall ha servido bastante de apoyo.

-Ya te dije que era buena idea.- Dijo él a su novia.

-Me alegro de que haya funcionado.- Sonrió Rocío. -¿Tenéis hambre?

-Obvio.- Dije. -No como nada desde ayer al mediodía.

-Vamos a por algo.- Respondió ella. -¿Vienes Niall?

-Ahora os alcanzo, debo ir al lavabo.

-Vale.

Zayn's POV (Narra Zayn)

[ESTA PARTE ES UN POCO VIOLENTA, SI TE MAREAS CUANDO APARECE SANGRE O NO TE VES CON ALMA DE QUE LE PASE ALGO MALO A ZAYN, NO LA LEAS]

Parecía que dentro de mi cabeza había explotado una bomba atómica. Me encontraba en el sofá de casa tumbado, uno de mis brazos colgaba hasta rozar con mi mano el suelo y mi pierna derecha estaba también abajo. Me removí aturdido sin saber qué había pasado las últimas 12 horas. No recordaba nada.

Me senté en el sofá y llevé una de mis manos a mi cabeza en signo de dolor. Miré a mi alrededor, todo estaba como siempre. Había dos copas sobre la mesa de café y unas cuantas botellas de champán. Una de las copas estaba a medio beber, y en otra no quedaba ni una gota.

Reuní fuerzas para poder levantarme e ir hasta el lavabo. Maldije el tener una casa tan grande en esos momentos, ya que el lavabo de encontraba en la otra punta.

Una vez llegué busqué un bote de pastillas para la resaca y tomé una. Me quité la ropa que olía a alcohol de una forma exagerada y me adentré en la ducha con agua bien fría. La resaca se me pasó a causa de esto y salí. Enrollé una toalla alrededor de mi cintura y con otra sequé mi torso y mi pelo. Subí hasta mi habitación y me vestí. Busqué mi móvil, y lo encontré en el escritorio. Sobre este había una nota de ¿Claudia?

Empecé a leerla, y a medida que avanzaba las lágrimas salían de mis ojos sin yo poderlas controlar. Cuando terminé me lancé a la cama y seguí llorando. ¿Cómo podía haberle hecho eso? Recordé a Celia y me di cuenta de que no estaba. ¿A dónde habría ido?

"Da igual." Me dijo mi mente. Ella se había ido. Mi niña, mi pequeña, mi princesa se me había escapado de entre mis brazos sin yo poder darme cuenta a tiempo. Mi teléfono sonó pero no lo cogí. No me veía con ganas de hablar con nadie.

Que Claudia me hubiera dejado superaba todas mis expectativas en cuanto lo que me había imaginado. Ya nada tenía sentido, si por poco muero ese año que había estado separada de mí sabiendo que me amaba, cómo iba a sobrevivir ahora sabiendo que estaba cerca de mí pero no quería nada conmigo.

Era por la única persona que mataría a los demás seres de la tierra, me daría igual mientras ella estuviera feliz. Repasé toda mi habitación con lágrimas abundantes en mis ojos café. Localicé una de mis máquinas de afeitar, y sin dudarlo dos veces me dirigí hacia ella y la cogí con las manos temblorosas. Ya no tenía nada que perder, así que nadie me echaría de menos en este mundo. Si me iba a otro sitio, tal vez todo estaría mejor. Arranqué las cuchillas de las que se componía la máquina y me dirigí al lavabo.

Me senté sobre el retrete y empecé a llenar el lavamanos de agua. Era la primera vez que hacía eso, y con suerte también la última. Preparé unas dos toallas a mi lado y suspiré hondo al ver que el primer corte había sido bastante profundo. La sangre no tardó en brotar por lo que en aquel entonces era mi brazo derecho. Todos mis tatuajes, el del micrófono, el de Zap, las calaveras, todos habían quedado empapados de sangre.

Ya iban cuatro cortes y subiendo, mis gritos de dolor plasmaban la agonía del momento pero no podía hacer nada, porque la adrenalina y el placer era mayor que cualquier otro dolor. Pero no tan grande como el vacío que Claudia había dejado en mí.

Mi vista se nublaba y todos mis sentidos empezaban a volverse locos. Al ver que ya había más de diez cortes quise poner fin a aquello. No podía levantarme, al intentarlo caí al suelo y otro grito de dolor se desprendió de mi boca. En ese momento alguien apareció por la puerta. No podía ver nada, mi mente estaba muy nublada y pronto perdería el conocimiento.

-¡Dios mío Zayn!- Gritó.

No pude hablarle, me encontraba en el suelo rodeado de sangre. Pero reconocí su voz. Ella tenía intención de salvarme, y eso me dio ganas de querer vivir. Pero era demasiado tarde, todos mis sentidos fallaban. Aunque aún así, pude reconocer esa voz que me salvaría de la muerte. Era Celia.

Taken 2: Siempre jóvenes (Zayn)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora