Capítulo 5

1.2K 90 59
                                    


La semana pasó más rápido de lo que creí posible gracias a los entrenamientos con Mason. No, no me confundí ese era el verdadero nombre de Mase. Al parecer a algún ex compañero de batallón le pareció gracioso hacer un mote combinando su nombre con la saga favorita del mastodonte, sí a Mason le encanta Maze Runner, y sí Mason sabe leer.

Mi rutina se volvió extenuante, me despertaba temprano, salía a correr, hacia mis rutinas de ejercicio básico, iba a la universidad y al salir Mase pasaba a buscarme para torturarme con cinco o seis horas de entrenamiento en combate.

Lo único realmente bueno de esto es que a pesar de lo que creía el gorila no se comportó como un profesor de gimnasia, sino que realizó todos y cada uno de los ejercicios junto a mí. Comenzamos la instrucción corriendo de nuevo por al menos cuarenta minutos, luego hacemos rutinas básicas, sí ya intenté explicarle a mi instructor que lo hago todas las mañanas pero es como hablar con una pared y mi cuerpo ya está tan acostumbrado a ejercitarme por las mañanas que no concibo la idea de dejar de hacerlo.

Recién después de incontables series de abdominales, lagartijas, etc. nos ponemos a boxear. Estas primeras semanas tengo prohibido lanzar cualquier tipo de golpe, según Mase primero debo aprender a esquivarlos.

-Cualquiera puede atinar un golpe niña bonita, el problema real es saber evitarlos o recibirlos para evitar que te dejen inconciente o sin capacidad para defenderte- Había dicho el rinoceronte el primer día y aprovechando cada ocasión desde entonces para remarcar que según él en lo referente a la lucha yo resultaba tan indefenso como una niña.

Así que ahí me encontraba intentando esquivar o recibir sus puños de la manera más decente posible. También practicamos como desarmar a alguien en una distancia corta.

-Lección número uno: si puedes correr corre, nunca te enfrentes a alguien a menos que no tengas opción- Decretó solemnemente

-¿Huir no es de maricas?- Le consulté extrañado

-Sí, pero tú niño bonito no te creas mucho mejor que eso, así que tú vas a correr, al menos hasta que yo te ordene lo contrario- Repuso divertido.

Después de una semana debo admitir que me sentía más rápido, más preciso y más ágil. Mi entrenador también estaba satisfecho con los resultados aunque no mencionara nada al respecto. Entonces ¿cómo lo sabía? Fácil, no me hacía hacer tantas repeticiones del mismo ejercicio una y otra vez. ¡Ah! Y ya no bufaba cada vez que yo hacia un movimiento.

-Ok, terminamos por hoy, vete a casa y date un buen baño, paso por ti dentro de tres horas, Viper quiere que lo acompañes a una reunión- Había comentado al finalizar nuestra sesión de entrenamiento.

Comprendía porque quería tener a Mase allí, era un ex militar, un ex comando de fuerzas especiales que se mudo al sector privado después de algunos años de tours en el extranjero. Era increíble lo bueno que era con sólo veintiséis años. Lo que no entendía era para que me querría a mí en una reunión, tal vez como francotirador en caso de que haya algún inconveniente. Sí, eso debía ser.

Apenas llegué a mi departamento me metí en la ducha, y no pude evitar recordar mientras el agua caliente se llevaba mi cansancio el día del incidente con Jason, no por lo que me pasó sino por la reacción de ella, realmente me pareció que estaba preocupada por mi integridad. Pero al verla al día siguiente en la biblioteca, en el horario del almuerzo como habíamos quedado, definitivamente no me encontré con lo que esperaba.

Sí, al verme se sorprendió, yo no había asistido esa mañana a clases, pero no lució preocupada en lo absoluto por las marcas en mi rostro, ni siquiera aliviada de que siguiera vivo, ahí estaba otra vez la nerd fría y distante de siempre.

La Nerd PerfectaWhere stories live. Discover now