Capítulo 10 - "Insistente"

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Agosto, 2010

Estoy acostada en mi cama, envuelta en mi cobija y cobertor porque desde hace tres días ha estado lloviendo sin parar y el clima está bastante frio. No es que me moleste, más bien me encanta. Y lo mejor, es que hoy es mi cumpleaños y voy a poder pasarla durmiendo y leyendo. Mi teléfono vibra de vez en cuando con notificaciones de mensajes de texo y de Facebook, pero el sueño me puede más, así que ni siquiera abro los ojos.

Creo que son como las diez de la mañana porque mi estómago ruge del hambre, asi que me levanto casi en contra de mi voluntad, y arrastro los pies hasta la cocina para luego rebuscar en la despensa hasta encontrar el paquete de pan integral de 7 granos que es mi obsesión últimamente. Es tan suave y sabe tan bien, a diferencia de otros panes integrales que casi parecen una esponja de lavar platos de lo seco y terribles que son.

Mis padres siguen en su cuarto, al igual que mi hermano, lo normal en un domingo como hoy, hago ruido cuando saco la mermelada y la mantequilla para untar a los panes tostados y eso parece indicarle a mi familia que estoy despierta y viva. Entonces, mi papá sale de su cuarto, aun en pijamas, y comienza a cantar "Las mañanitas" a todo pulmón mientras mi mamá graba desde su teléfono para enviarles el video más tarde a mis tías –sus hermanas- y mi hermano simplemente se queda de pie en la entrada de su cuarto, con el ceño fruncido, viendo al lunático que tenemos por padre hacer el tonto con una caja envuelta en papel de regalo. Asumo que ese es mi regalo de cumpleaños y espero que no sea algo frágil, de lo contrario puedo darlo por destrozado.

-Feliz cumpleaños a la hija más linda que tengo. –exclama mi papa dándome un fuerte abrazo de oso.

-Soy la única hija que tienes. –medio me quejo, medio digo, sintiendo los huesos de mi espalda crujir por el fuerte agarre de mi padre.

-Y gracias a Dios, porque con una como tú en el mundo es suficiente. –me da un sonoro y excesivamente húmedo beso en la mejilla, porque sabe que no me gustan. Y luego me tiende la caja envuelta en papel de regalo de Floricienta. ¿Cómo si quiera encontraron ese papel en el año que estamos?

Con una pequeña sonrisa, dejo el cuchillo con la mantequilla en el primer plato que encuentro y abro entusiasmada mi regalo. Una preciosa edición especial hecha por la Real Academia Española de Cien años de soledad esta acostada sobre un montón de papel crepe. El libro es casi tan grueso como una biblia, es verde y blanco, con la decoración de unas enredaderas por todo el borde de la portada y en letras blancas brilla el título.

Madre mía, pero que regalo.

Aun más emocionada, saco el libro de la caja y empiezo a ojear su contenido. Contiene una extensa biografía de Gabriel García Márquez, así como un ensayo analítico de la historia, también está la novela en sí y le sigue un glosario de palabras junto con una lista de todos los personajes de la historia. Es de las ediciones más hermosas que he tenido y de inmediato quiero encerrarme en mi cuarto para empezar a leerlo.

Someone's SomeoneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora