Capítulo 3 - Inesperadamente cambiante

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Octubre, 2009

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Octubre, 2009

Tercera semana de clase y juro que ya tengo el plan perfecto para deshacerme de mis compañeros de clases que parecen ser especialmente molestos este año.

Hay una niña de papi y mami que parece tener más marcadores de colores que yo, y eso es decir bastante. Esta el clásico empollón con la cara llena de granos y lentes culo de botella, ¿es que no había modelos más bonitos en la óptica? Y por supuesto, la clásica sabelotodo que ya tenía mil años estudiando música y entendía perfectamente al profesor en todo lo que decía. ¿Si ya sabe todo lo que el profesor enseña para que esta aquí?

Ah, y por supuesto, esta Lucas.

Doy el ultimo retoque a la pequeña ciudad que dibuje durante la clase de lenguaje musical en el borde de mi cuaderno pentagramado al mismo tiempo que el profesor anota las lecciones que debemos practicar para las próximas clases. Estamos trabajando lectura en clave de Do en todas sus variantes, lo que es igual a un enorme dolor de cabeza garantizado para el resto de la semana. Es decir, ¿Quién diablos necesitaba leer en todas esas claves? Ni si quiera los violistas necesitaban practicar leer clave de Do en todas sus variantes.

-Lecciones 148,147 y 150 para el jueves. –dice el profesor. –y lección 5 de la guía de polirritmia también. Nos vemos la próxima semana, y procuren estudiar. La semana de arriba es el primer examen.

Cierro mi cuaderno y guardo mis cosas dentro de la mochila para poder ir a casa. Mi clase de piano de esa semana había sido movida para noche para poder estudiar en el piano de cola del teatro de la universidad. Mi profesora desea que estudie en todos los pianos posibles de la ciudad y de esa forma este relativamente preparada para el Gran Cola que me espera dentro de tres meses en el festival de jóvenes pianistas al que me inscribí hace un mes.

Cuando finalmente logro poner un pie fuera del salón Lucas llama mi nombre y yo acelero más el paso. No tengo tiempo para lo que sea que quiera decirme. Necesito llegar a mi casa y descansar antes del ensayo de la noche. Entre las clases del colegio en la mañana y el conservatorio en la tarde trataban de matarme de agotamiento. Además, la tarea de matemática no iba a hacerse sola. O quizá si, si le pedía a Stefany que me dejara copiar la suya mañana durante el receso...

-Lucy, espera. –dice Lucas jalando de la correa izquierda de mi mochila que por flojera no acomode sobre mi hombro como obviamente tuve que haber hecho. -¿Vas a ir esta noche al festival Cultural?

Trato de ocultar mi total fastidio por su interrupción en mis planes de esa tarde y me giro para responderle.

-¿El de la universidad? No. Voy a estar en la universidad, pero no por el festival.

-¿Y eso?

-Tengo un ensayo en el teatro. –me limito a responder. Mientras menos información tenga mejor.

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