Ángel

Capítulo XV

-Lo siento mucho Señor Morgan.

Aquel medico le ofrece una mirada de desconsuelo, Jacob tiene una vista perdida y solo ve aquella chica que está cubierta con la manta no escuchaba a nadie más, se encuentra perdido en su mundo asimilando que Elizabeth se había ido.

*Ha muerto*, *Ella está muerta* lo tenia asimilado desde hace semanas atrás, pero jamás imagino que fuera tan dura su partida y dejarla ir fuera tan fácil.

-Jacob- La voz de su hermano se escucha tan lejos, lo volteo a ver- lo lamento tanto hermano, debes dejarla ir- La mirada de su hermano pequeño lo mato por completo, está devastado por la noticia.

- No puede dejarme.

- Se que es difícil, pero era su destino dejar este mundo...

La oración queda al aire al escuchar el llanto de aquel bebé que está en brazos de su hermano.

-Tranquilo pequeño- Jacob se limpia rápido las lagrimas de su mejilla-te prometo que no te dejare solo- Su vista se vuelve a nublar, vuelve a besar su frente.

-Jacob debemos irnos.

Él negó.

-No puedo debo arreglar algunos papeles...

-Yo lo haré, ahora debes descansar.

Respira y asiente, su vista se vuelve a dirigir hasta la habitación mira por última vez aquella chica solo uno segundos para después caminar hasta lo cuneros dejándola sola, él también sabía que vida ha cambiado.

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Llora en los brazos de su madre desconsoladamente aquel cálido abrazo donde siempre estará seguro, las manos de aquella mujer suben y bajan su espalda las caricias son su consuelo y ánimos de seguir adelante.

-Lo siento mucho, Cariño- Solo esconde más su cabeza en el cuello de su madre, lo único que desea en estos momentos es olvidarse de todo.

-Ella está un mundo mejor hijo.

-Lo sé papá- Habla entre voz cortada, no tiene ánimos de nada.

Su hermano Brayan se había regresado al hospital para arreglar los papales, él solo desea que sea una pesadilla en cualquier momento despertara y solo será un sueño, pero sabe que no lo es.

-Descansa un poco- Habla su padre, negó aun en los brazo de su madre- debes ir a la universidad, Hijo.

Su padre continúa.

-Se que no deseas ir lo entiendo, pero...

-Debo seguir con mi vida- Deja de abrazar a su madre para mirar a su padre- es muy doloroso- Trata que su voz suene normal- se que no la conocía pero le tome un cariño especial

Baja la mirada intenta controlar las lágrimas que están a punto de salir una vez más, aprieta los labios conteniéndose en no llorar.

-Me odio por no a ver podido hacer nada por ella.

Alza la mirada al sentir la mano de su padre en su hombro

-Estás equivocado- Lo observa con ojos llorosos- Se que ella fue feliz al saber que alguien se preocupo por ella, sintió el cariño que tu le distes en este tiempo.

Jacob asiente jamás había pensado de aquella manera.

-Yo...

Aún no era apropiado hablar del tema por ahora, era mejor guardarlo por unas horas más, tampoco sabía cómo reaccionarían sus padres cuando se enteren, era mejor callarlo un poco más.

-Descansare un rato, en pocas horas iré a la universidad- Le da un rápido abrazo a su madre, le sonríe ligeramente a su padre paso a su lado camina hasta las escaleras.

Estar solo un momento era lo mejor, dormir y olvidarse de todo un poco.

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La alarma suena 7 : 30 como todos los días no había dormido nada, hace 2 horas atrás había muerto aquella chica que le había vuelto las esperanzas de volver amar, con golpe se quita las sabanas blancas se levanta con pocos ánimos.

Lo único que desea es estar todo el día en la cama y se podía llorar todo él día, gira su cabeza hasta la ventana seguía nevando una pequeña manta blanca de nieve tapa su pequeño jardín, sonrío.

-Al menos te has ido en un día de nieve.

Cada vez que nevara se acordara de ella.