Ángel

Capítulo V

-Y... ¿Cómo están?- Pregunta su mamá tras varios minutos de silencio, suspira antes de hablar.

-El bebé está muy bien.

-¿ÉL?- Pregunta su hermano, asiente.

-Sí, fue un niño- Dice, suspira y vuelve hablar- pero ella...

-¿Qué pasa con ella, cariño?- Su mamá le vuelve a preguntar.

No podía decirlo, con solo imaginarlo y recordar las palabras del doctor se le quiebra la voz.

-El médico dice que tal vez no pase la noche- Su mamá un grito ahogado, baja la mirada aun recordando aquella escena.

- ¿Qué pasara con él bebé?

Una pregunta que no se había hecho, si, *¿Qué pasara con él pequeño?*, aquel niño no tenía a nadie en el mundo solo a su madre que está peleando entre la vida y la muerte.

-Yo...

-Aguarda- Habla su hermano, se levanta del sofá- no me digas que... ¿Tu te quedaras con él?

-No, por supuesto que no, Brayan – Oh... ¿tal vez si?, la verdad no estaba muy seguro en su respuesta.

Pero tampoco desea que aquel niño se quede solo, sin nadie lo protegiera.

-El Bebé ira a un orfanato- Habla una vez su mamá.

-Es lo más seguro, nadie...

No puede evitar molestarse, como es que su mamá y su hermano hablan de aquella forma la chica aún seguía viva, tenía que irse de ahí ya no quería seguir escuchando estupideces realmente ha comenzado a molestarse.

-Ella no está muerta- Se levanta de aquel sofá molesto, les ofrece una mirada seria- basta de decir estupideces- Camina molesto hasta las escaleras necesita un buen baño, tal vez más tarde regrese al hospital.

Se ha molestado con el hecho de que la den por muerta aquella chica, el tiene la esperanza de que se salve desea que ella viva un vida feliz con su pequeño, se escucha como la puerta de su habitación se cierra fuerte por el portazo que dio.

Se desabrocha su camisa blanca de manga larga, sin dejar de preguntarse *¿Qué pasara con él bebé?* no puede dejarlo solo pero tampoco debe adelantarse tanto ella aún seguía viva, sabe que vivirá.

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La luz del sol que refleja y pasa por su ventana lo despierta, solo unos segundos más suena su despertador eran exactamente las 8 de la mañana tenía que ir a la universidad, estira el brazo buscando aquel reloj sin abrir los ojos solo maldice.

Al encontrar por aquel buró que esta a lado de su cama lo apaga, escucha su madre gritarle pero aún sigue dormido que no logra entenderle puede escuchar pasos rápido a de su hermano bajar por las escaleras, solo unos segundos más y recuerda lo que paso ayer.

Incorporándose de la cama recuerda lo que paso ayer la chica, accidente, su bebé fue un día loco y raro para él pero se alegra de a ver salvado a Elizabeth a su bebé, incluso en la noche volvió al hospital para preguntar como seguía, encontrar de su hermano mayor.

Se ruboriza con solo recordarlo.

*Recuerdo*

-Tengo 20 años no puede decirme que hacer- Sigue refunfuñando desde que salió de su casa, aún dentro de aquel taxi no le importaba que el chofer lo viera por el retrovisor.

Solo deseaba ver aquella chica, sabe que es su responsabilidad gracias a él ellos se salvaron unos minutos más el taxi se detiene habían llegado al hospital, saca su billetera de su pantalón para pagar después baja de aquel taxi color amarillo.

Respira hondo camina hasta el hospital se siente nervioso por saber cómo sigue aquella chica, camina hasta la recepción donde haya varias enfermeras se acerca a una de ellas, le sonrió como saludo.

-Buenas noches-Dice, la enfermera pelirroja le sonrió- deseo saber cómo se encuentra la paciente Elizabeth Morgan- Con solo decir su apellido en otra persona le da escalofríos.

-¿Es algo para la paciente?- Pregunta aquella enfermera, con leve movimiento en la cabeza asiente.

-Sí, soy su esposo, Jacob Morgan.

*Fin del recuerdo*

Aunque recuerda aquella frase con solo recordarlo le da escalofríos, se pasa la bufanda azul sobre su cuello toma su celular de la cama y sale de su habitación.