V E I N T I D O S

2.1K 199 5
                                    

Profunda e intimidante mirada:

Tenía la carta de despedida en mis manos, la cual decía que no te escribiría de nuevo debido a que no obtenía ningún interés de tu parte. Sin embargo, toqué tu puerta y nunca abriste, así que seguí vendiendo mis tortas. Cuando iba subiendo de vuelta, me encontré con tu linda madre. La cual saludé y dijo que me compraría unas cuantas tortas, así que como siempre, me invitó a entrar a su casa.

Miré alrededor buscando alguna señal de que estabas allí, pero en lugar de encontrarme contigo, había otro chico. Su mirada era demasiado penetrante que te intimidaba, pero para ser cortés di mi típico saludo de Buenas tardes, sin embargo, no recibí respuesta de su parte. Seguía mirándome sin apartar sus ojos de mi, algo que me cayó pésimo, debido a que me sentía como una hormiga pequeña aunque estuviera sentado en un sofá. Pero una ola de tristeza me invadió cuando te busqué con la mirada y no encontré aquellos ojos que anhelo cada día. Mañana se cumple una semana desde que te vi por última vez, y supongo que te extraño.

No sé si rendirme enviándote la carta de despedida, o seguir escribiendo aquellas palabras de amor que tanto me gustan, pero de las cuales sé que no recibiré respuesta de tu parte.

Es difícil callar a mi corazón, y más cuando quiere gritar lo mucho que te quiere, vecino.





N/A: ¿Qué creen que ella deba hacer? ¿Seguir enviándole cartas de amor, o simplemente dejarle la ultima carta?  ¡Comenten!

Un abrazo,

Fátima Luna.

Me Gustas, Vecino ©  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora