Recuerdo 8.

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-Papá, basta ¿Qué es tan importante?- pregunté a mi papá John, que se había empeñado en sacarme de la casa con los ojos vendados, diciendo que era muy importante que no viera nada, aunque bueno, con solo sacarme los lentes hubiera sido suficiente. Había heredado su ceguera, por lo que no podía ver más allá de mi nariz sin mis gafas. 

    -Deja de moverte, Paris, ya casi llegamos- me dijo, conduciéndome torpemente por las calles de la ciudad -Papá ¿Traes tus gafas? He estado a punto de chocar contra tres árboles en menos de media hora- me burlé. Parecía ser que estábamos dando muchas vueltas a la ciudad, porque no sentía que de verdad nos estuviéramos alejando de casa -Ja, ja, que graciosito saliste, niño- replicó papá John -Si, tengo las gafas, solo espera un poco- frenamos de pronto, y logré escuchar la voz de Mary a lo lejos. 

    -Bien, cuando yo te diga, quítate la venda- me ordenó mi papá, asentí en silencio -Ya- me ordenó, y de inmediato me quité la fastidiosa tela de los ojos y saqué mis gafas de la bolsa de mis jeans. Casi se me cayó la mandíbula al ver un coche rojo, completamente nuevo, frente a mi. -Felices 17, hijo- me dijo papá Paul, colocando una mano en mi hombro -¿Es mío?- pregunté, sentía que estaba sacando baba como si fuera un perro, pero de verdad que el coche era hermoso. 

   -Todo tuyo- confirmó papá John. -¡Si! ¡Carajo!- grité, le quité las llaves de la mano a mi papá Paul y corrí hacia este, abrí la puerta y rápidamente me coloqué en el sillón de cuero y abracé el volante, haciendo que mi papá Paul riera -Necesitarás unas clases de manejo, y la única condición es que lleves a Mary a sus clases de arte los sábados- sonreí como idiota y asentí, mirando cada detalle de mi nuevo coche. 

    -Bueno, ese fue el regalo de tu papá, ahora va el mío- me dijo papá John, rápidamente giré la vista hacia él -Búscalo, está en la guantera- me ordenó, y yo obedecí rápidamente. Encontré un folder amarillo en la guantera, y rápidamente saqué el papel que contenía. 

Contrato de grabación. Parlophone. 

The Lennon's Band.

   -Esto es... esto es...- sacudí el papel, no podía creerlo. Bajé del auto y rápidamente me abalancé contra mis papás -¡Es el mejor día de mi vida!- grité, abrazando a ambos -Te dije que le iba a gustar- le susurró papá John a mi papá Paul -¡Son los mejores papás del mundo!- ambos sonrieron y siguieron abrazándome. Si, todos pueden decir que Paris Lennon-McCartney es la persona con más suerte en todo el mundo. 

Paris Lennon-McCartney.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora