Estaba mirando a mi alrededor, sin darle importancia a la charla que tenía el resto de los chicos, yo miraba la puerta.
Cuando el mozo se fue ya con nuestras ordenes, volví a ver ese punto fijo situado en la puerta.
De repente la misma se abrió y Zayn entró. Miró para todas partes hasta que nuestras miradas se encontraron, todo fue en cámara lenta, pero fue un momento algo raro, al parecer venía apurado. Moví mi mano en forma de saludo, el hiso lo mismo, nos quedamos unos minutos así, hasta que el reaccionó y vino con nosotros.
- Zayn, hermano, llegaste al fin – dijo Liam dándole un apretón de manos
- Lamento llegar tarde, tuve un inconveniente – dijo el castaño
- ¿Qué paso? – pregunto Louis
- Otra pelea con Perroe – contestó Zayn
- ¿Pelea en que sentido? – preguntó Austin algo preocupado
- Una discusión – aclaró Liam
- Lo lamentamos – dijo Eleanor entristecida
- Gracias, Eli – le sonrió – bueno, ¿ya pidieron?
- Si, pero llamaremos al mozo para que venga por tu orden – contestó Austin, Zayn lo miró bien.
Le hice unas señas al mozo para que venga y este se acercó, tomó la orden del recién llegado y se marchó. Al rato volvió con todas las órdenes. Cenamos entre risas, Austin les contó nuestra historia, como nos conocimos, a los chicos y ellos lo miraron bien, como gesto de aprobación.
Zayn y yo cada tanto cruzábamos miradas, pero yo era la primera en desviarla. Tengo que hablar con él, hay algo acá que no me cierra.
La cena trascurrió rápido ya que nos divertimos mucho, nos despedimos y Austin y yo volvimos al hotel.
- Linda velada, ¿no crees? – preguntó Austin, quien se encontraba acostado a mi lado.
- Si – susurré y suspiré algo dudosa, pero él, afortunadamente, no lo notó.
- Buenas noches, linda – sonrió
- Buenas noches, lindo – sonreí
Caí en un sueño profundo.
A la mañana siguiente, Austin no estaba, me acomodé en la cama y miré la mesita de noche, había una cartita.
“Fui a buscar tu ropa al aeropuerto, dejé el desayuno preparado, te amo. Austin”
Sonreí ante ese detalle, fue a buscar cosas mías al aeropuerto y encima me preparó un desayuno, es como un príncipe.
Desayuné tranquila, me cepillé los dientes, entré en la ducha y recordé los pensamientos que tuve la noche anterior, durante la cena. Me duché rápido, sequé y cepillé mi cabello. Me vestí http://www.polyvore.com/cgi/set?.locale=es&id=58502401 hoy era un día muy frío y adoro vestir con prendas largas.
Llamé a Zayn y le pedí la dirección de su casa para visitarlos, él insistió en pasarme a buscar y finalmente, me ganó. Esperé un rato y tocaron el timbre.
- Hola Zayn – sonreí y besé su mejilla
- Buen dia, _____- sonrió
- Hola Nialler – sonreí y también besé su mejilla.
Yo estaba sentada en la parte trasera del auto y los chicos en la parte delantera.
- ¿Cocinarás para mí? – preguntó con una sonrisa de niño tierno
- Si insistes – reí
- ¿Dónde está Austin? – preguntó Zayn, curioso
- Fue a buscar mis cosas al aeropuerto, hoy estará algo ocupado por el tema del alquiler del apartamento así que decidí pasar el día con ustedes - contesté
- Genial – Exclamó Zayn
El morocho condujo hasta una casa enorme y bonita, era blanca y tenía un gran jardín. Era de esos aspectos antiguos que amo tanto en las construcciones, pero por dentro debe ser el lugar más moderno nunca antes visto.
Bajamos y entramos en la casa, Zayn y Harry seguían dormidos, Louis comía, Zayn se puso a jugar a la PS3 y Niall me dio un recorrido turístico por la casa. Cuando llegamos al cuarto en el que Zayn y Hazza dormían, me aconsejó no entrar por el hecho que Harry duerme desnudo.
Cuando bajamos, nos dispusimos a hacer el almuerzo.
Escuchamos pasos que bajaban de la escalera.
- Mi amor – exclamó Lou y se abalanzó sobre Harry.
- Hola, hola – dijo riendo.
Cuando me di vuelta quedé petrificada, Harry estaba en bóxer y en remera pero Zayn… Zayn estaba simplemente en bóxers, su cuerpo estaba al descubierto. Es cierto que dentro de la casa hacia más calor por el aire acondicionado que justamente, tiraba calor, pero aun así, hacía frio para estar así. Volviendo a su cuerpo… era prácticamente perfecto. Sus pectorales eran enormes y fuertes, sus bíceps también lo eran. También tenía ciertos “cuadraditos” por así llamarlo, en el abdomen. Tenía un poco de vello en el pecho, muy poco. Me quedé mirando su cuerpo como una boba, ese cuerpo daba mucho que desear. Cuando se dio cuenta que lo miraba, se miró a sí mismo, volvió a mí, lo miré a los ojos y corrió hacia arriba.
