CAPÍTULO #4

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CAPÍTULO #4



Luego de llegar al aeropuerto con las maletas a nuestro lado en la recepción, mamá se encargó de hablar con una de las señoritas encargadas de nuestra aerolínea para llevarnos la camioneta con nosotros, mientras Louis, Tamara y yo nos encargábamos de sacar los boletos de avión de las respectivas maquinas.

Me distraje un poco al ver a una linda pareja de casados; una señora muy bien vestida con una linda bebita en brazos y al igual que ella su esposo, un hombre apuesto, no estaban tan lejos de la maquina en la que me encontraba, y pude escuchar como un niño tan adorable con sus largos rulos castaños le decía lo mucho que lo quería mientras el hombre lo impulsaba en el aire y lo abrazaba, me recordó tanto cuando papá hacía lo mismo con Tamara y yo, él siempre nos decía que éramos sus "hermosas princesas gemelas".

― Maya... ―escuche como la voz de mamá me hablaba, sacándome de mi ensoñación, volviendo a recordar que hoy me iría de Londres, a donde quizá nunca volvería.

Tome mi mochila y me la colgué mientras sostenía mi bolso en mi antebrazo y empecé a seguir a mi madre y a mis hermanos. Pasamos por seguridad antes de volver a encontrar un establecimiento dentro del aeropuerto, mamá había dicho que era mejor comer adentro donde estaban las salas de espera para abordar los aviones que afuera donde quizá sería más difícil alcanzar el avión, así que cuando por fin encontramos un Starbucks nos alegramos tanto de al fin poder disfrutar de algo rico, antes de pasar más de ocho horas de aquí hasta Washington DC y luego volver a abordar otro avión que nos llevará directo a Los Ángeles, en donde viven los abuelos, donde ahora trabaja mi padre y también en donde ahora voy a vivir.

Nos sentamos cómodamente a tomar nuestras bebidas y a almorzar mientras estamos a la espera de que llegue el tiempo justo para ir y subirnos al avión que nos llevará a nuestro nuevo destino, Los Ángeles California.

― Muy buenas noches queridos pasajeros, esperemos que disfruten de este vuelo con destino a la ciudad de Los Ángeles California, y que su estancia en Washington DC haya sido de su agrado. Les habla su capitán y piloto de este avión recordándoles que deben abrocharse sus cinturones de seguridad porque estamos a punto de despegar.

Recargue mi cabeza en el marco de la ventana mirando a través de ésta como el avión apresuraba el paso por llegar al cielo, mientras poco a poco me alejaba más y más de la pista de aterrizaje. En un solo abrir y cerrar de ojos ya me encontraba a más de mil pies de altura sobre la capital de los Estados Unidos, solo en espera de poder llegar y bajarme de este avión para ver qué es lo que me tiene guardado el destino, lejos de aquella ciudad y de mis recuerdos.


«Al momento de abrir los ojos confirme que no estaba en un sueño, o quizá sí pero no lo sabía. Mire a mi alrededor, estaba a la orilla del río y ahí se encontraban mis padres, mis hermanos, mis abuelos y más personas, quizá de la familia, no lo sé, entre ellos estaba ese alguien tan familiar, que aunque lo viera mil veces no podría reconocer. Me tomaba y me halaba hacia él envolviéndome en un cálido abrazo mientras me susurraba que era su sobrina consentida, luego alguien lo golpeaba en el estómago, nos volvimos a ese alguien que resulto ser Tamara, la tomo con su brazo izquierdo y también la arrullo en un abrazo mientras le susurraba que ella también era su sobrina favorita y nos deseaba un feliz cuarto cumpleaños. Volví a mirar a mí alrededor, era una fiesta de cumpleaños para Tamara y para mí, en el río al que siempre acostumbrábamos a ir cuando vivíamos en California, donde habíamos nacido Tamara y yo. Todos estaban sonriendo y divirtiéndose, Louis jugaba con una niña de cabellos dorados y grandes ojos azules, justo como el tío Theo.

∞SECRETS∞Where stories live. Discover now