Capítulo único

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Las cosas cambiaron mucho con el tiempo; estaba más alto y quizás hasta más guapo, pero nunca dejó de sentir aquel revoltijo revolviéndole el pecho de manera agradable. Durante gran parte de su vida vivió de la esperanza, del anhelo de tenerlo.

ChanYeol estaba cerca de cumplir sus veintiocho años y logró sacar la carrera de arquitectura sin mucha dificultad. Ya para esos momentos llevaba unos años trabajando en una pequeña empresa.

El momento del quiebre con sus padres fue esencial para formar su independencia. Uno de sus logros fue comprarse un departamento que quedaba en el centro de la ciudad, aunque lo que verdaderamente consideraba como un tesoro era su nuevecito jeep que se regaló él mismo para su cumpleaños. Quedó totalmente endeudado, pero lo logró.

Sus padres mencionaron unas cuantas veces que se estaba poniéndose viejo, que ya era momento de que pensara en el futuro, en la pareja, la casa con jardín y el auto familiar. A ChanYeol le daba igual, sinceramente. Él no podía buscar a nadie aún, todavía tenía aquella astilla en una de los recovecos de su corazón. Era muy importante para él, siempre lo fue. Hace mucho tiempo, cuando solo tenía quince años y recién empezó a comprender lo que era la realidad del mundo, se dio cuenta de un pequeño secreto, uno que era suyo y que no lo supo hasta ese momento; lo confirmó unos años después, con el tiempo, así se dio cuenta que su homosexualidad era su yo definitivo, aunque aceptar eso no lo hizo sentirse ni un poquito mejor porque llevaba enamorado cerca de diez años del mismo chico, cosa ridícula sabiendo que este no ponía ni la más mínima atención en él.

El hijo pequeño de los Byun fue lo mejor que vieron sus ojos alguna vez. BaekHyun era hermoso, el primer ser que realmente llegó a mover algo dentro de ChanYeol y también el primero en romperle el corazón.

Quizás todo empezó cuando aún seguían en la escuela. Asistían al mismo curso y, además, eran vecinos, por lo que verse la mayor parte del tiempo fue algo esencial para el enamoramiento del alto. El problema era ChanYeol estaba demasiado enamorado. No podía sacárselo de la cabeza a pesar de que actualmente solo lo viera por las reuniones de sus padres.

—Amigo, tienes que hacer algo al respecto. —ChanYeol cerró los ojos y deseó que las palabras de JongIn no hicieran efectos en él.

—Ya está bastante jodido. ¿Qué más da si sigue hundiéndose un poco más?

Tiró una de las almohadas que había sobre su cama para que esta golpeara el rostro de SeHun. Una vez que lo logró reclamó con el ceño fruncido—: No quiero seguir siendo el tema de conversación.

—Lamento decirte, querido bastardo, que lo serás. —JongIn golpeó a SeHun con el puño para que el chico guardara silencio, sabiendo de antemano que este siempre se comportaba como un imbécil, especialmente cuando se referían a ese tema.

—Ya pasaron muchos años, ChanYeol. Deberías empezar a plantearte el hecho de dejarlo ir. No siempre podrás vivir con el recuerdo de BaekHyun. También tienes que planificar una vida.

—No tienen por qué meterse en mi vida, maldición. Que me siga gustando BaekHyun es problema mío.

—ChanYeol —llamó esa vez JongIn con voz suave—. Todos en esta habitación estamos conscientes de cuanto te gusta ese tipo y... creemos que ahora es tu oportunidad de decidir.

—Pronto será el matrimonio de BaekBeom y fuimos invitados a la fiesta. Creo que esta debe ser tu oportunidad para hacer de tu amor platónico algo real.

—No es mi amor platónico...

—¡Claro que lo es! —chilló SeHun mientras se levantaba del sofá que estaba apegado a una de las paredes y se acercó hasta él apuntándolo con el dedo índice—. Si no haces algo deberías empezar a hacerte a la idea de perder a tu querido chico.

Pretending • || ChanBaek ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora