¿Pero que mier...? [ChanHun]

Capitulo 8

La habitación estaba oscura, solamente un rayo de luz proveniente de la luna y que se filtraba por la ventana le daba algo de iluminación al lugar, aun así, gracias a esa tenue filtración, se podía visualizar la silueta de dos figuras cuyos cuerpos se encontraban alineados el uno con el otro, unidos en un baila intimo, donde sus movimientos hablaban por ellos. Solamente se escuchaban jadeos y uno que otro gemido salir de la boca de los individuos mientras continuaban fundiéndose bajo la luna
—..ah...ah...mas...mas rápido...—pudo escuchar como su compañero le suplicaba al oído, tenía las piernas fuertemente agarradas a su cadera, haciendo mas presión y obligándole a acercarse mas—por...favor... —siguió escuchando aquellas palabras llena de deseo salir de los labios suplicantes del chico que se encontraba bajo su cuerpo

Para el todo era borroso, se encontraba sumergido en demasiado deseo, demasiada pasión, todo se sentía tan maravilloso

—Ah..Cha..Chanyeoool....—no pudo aguantar mas, aquel gemido lleno de luguria fue demasiado, la cara de su amante que se encontraba borrosa entre tanta pasión, se volvió clara y el rostro de Sehun en su mayor éxtasis apareció ante sus ojos y en ese momento

En ese momento

Se despertó de ese maravilloso sueño respirando con dificultad, miraba el techo con una expresión entre sorpresa, molestia y decepción; era la primera vez que tenia un sueño húmedo tan vivido, suspiro llevándose una mano a la cara, no necesitaba bajar su mirada para saber que había arruinado completamente su ropa interior, maldijo por debajo y resignado tomo su celular de la mesa de noche junto a su cama, marco y espero

—¿quien se murió? ¿para que me llamas a estas horas? Espero que tengas una buena razón maldito orejón —

—Estoy jodido Kris—

—eso ya lo se, no tenías que reafirmar lo obvio y mucho menos hacerlo tan temprano—

—No, literalmente, estoy jodido—resoplo mal humorado —y todo es culpa del maldito arco iris con pies, acabo de tener el mas delicioso sueño húmedo de mi vida y todo es su culpa

—admito que pude haber vivido sin saber eso,  pero tienes razón Yoda, estas jodido, ahora anda a jalartela l que se yo y dejame seguir durmiendo— con esas sabias palabras su chino amigo finalizó la llamada, gruño y tiro el teléfono en algún lugar de su cama, maldijo por lo bajo levantándose de la cama en camino al baño, para sin nada de vergüenza satisfacer su frustración, hoy seria un día muy largo.

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—Por última vez Jongin, no paso nada, además ¿De que te preocupas si me abandonaste sin decirme nada? Grandisimo idiota— le dedico una mirada llena de disgusto mientras continuaba caminando junto a su primo y su mejor amigo

—me atacas a mi solamente, Tao también te dejo— dijo señalando con reproche al chino en cuestión

—pero yo había hablado con Hunnie antes de irme, tenia llegar temprano a casa—respondio haciendo un pequeño puchero— pero no puedo creer lo que nos dices ¿Ese bruto de verdad no trato nada raro?

—por ultima vez, ya dije que no, luego de tomarme el café con bastante duda, espere a que la ropa estuviese lista y una vez la lluvia termino, salí corriendo a casa— recordó todo el rollo que tuvo que aguantar del mayor quien estaba empeñado en llevarlo a casa, cosa que obviamente el no permitiría, quien sabe que cosas planearía aquel demonio sabiendo su dirección

—¡oh miren!—el moreno apunto con sobresalto en dirección contraria a donde ellos se encontraban — allá viene tu Romeo—le dio unos golpes en el costado de forma sugestiva, recibiendo un manoton en su cabeza por parte del menor

Resoplando indignado, miro en dirección a los dos individuos que caminaban hacia ellos, estaba preparado para soltarle un buen puñetazo al orejón si se le ocurría decir algo, cabe destacar que eso nunca paso ya que el chico simplemente paso por su lado como si no existiera, ignorandolo completamente a diferencia de su amigo el rubio alto que se dedico a acariciar el cabello del panda que se sonrojo de sobremanera por la acción para luego continuar su camino junto al demonio de cabello blanco

—emm ¿soy solo yo o te ignoraron muy feo?—pregunto su primo alzando una ceja con duda

No respondió, simplemente se quedo mirando como la silueta de su acosador desaparecía por el pasillo dejándolo bastante confundido ¿que estará tramando? Se pregunto mientras suspiraba y continuaba su camino a clases.