Sweet Obsession

Capitulo 24

Lauren POV

Tomo la mano de Camila mientras caminamos  lentamente hacia su casa, se siente tan bien, nuestros dedos encajan perfectamente

-Camz- la llamo tiernamente  y ella voltea hacia mí saliendo de sus pensamientos

-Sí?-

-En 2 días es mi cumpleaños-
ella asiente
-Mis padres hagan una fiesta, ya sabes quieren lucirse esos millonarios huecos-

Camila ríe, admito que amo su risa

-El problema es...-  hago una pequeña pausa mientras nos detenemos frente a la biblioteca -Yo no quiero asistir-

Ella frunce el ceño
-Porque no?- pregunta

-Porque odio ese tipo de fiestas, sabes que mis padres ya invitaron a medio Maiami sin siquiera tener mi aprobación- suelto un bufido

Camila toma tímidamente mis manos y las acaricia
-Y... yo, yo que puedo hacer Lauren?, sabes que por ti haría cualquier cosa que me pidieras- comenta lentamente con la vista puesta en él piso

-Quiero escaparle contigo- suelto dando un paso frente a ella

Sube la cabeza confundida
-Enserio?-
Su hermosa carita se ilumina y puedo ver la ilusión en sus ojos

-Te quiero Camila- me acerco hasta ella para poder besarla

Ella me abraza fuertemente, como si su vida dependiera de mi

Él fuerte rechinido de unos neumáticos me hacen caer en la realidad.

Alguien sujeta mis brazos con fuerza y me aleja de Camila, a ella la golpea en la cara un tipo al que juro voy a matar, la tira al piso.
Trato de correr hasta ella pero no puedo

-Lauren!- grita Camz llorando con desesperación -Laureen noo-

-Camila- cito débilmente con un nudo en mi garganta. No puedo hablar.

De pronto todo se vuelve oscuro, siento como me lanzan bruscamente al interior del vehículo y otra vez él maldito rechinido de las llantas

-Laureeeen-
La escucho gritar una vez más, una ultima vez más.

*****

Me despierto empapada con mis propias lágrimas.
Me levanto y veo a mi alrededor otra vez esa pesadilla un, escalofrío me recorre al escuchar la gran puerta de metal abrirse.

Poco a poco se ilumina el espacio y logro ver una sombra acercarse

-Lauren- susurra ella

No respondo.
Siento su mano en mi rodilla y me alejó rápidamente

-Tranquila cariño no voy a hacerte nada malo- dice la guardia en un tono que realmente me asusta.

De pronto siento su mano en mi muslo
-Si te portas bien conmigo, tu vida en este infierno será mas fácil muñeca-
Comenta subiendo cada vez mas su manso hasta mi entrepierna

La aviento con fuerza haciéndola caer

-Estúpida no quiero nada contigo- grito mientras me alejo lo más posible

Ella se levanta y saca su inmovilisador

No se que hacer, no pienso en mas que
-Joder la puerta esta abierta-
Tengo que aprovechar

-Esta bien, esta bien, porque no arreglamos esto de otra manera- digo con la voz entrecortada

La guardia sonríe maliciosa y baja él inmovilisador
-Así me gusta perra- se acerca hasta mi y acaricia mi cabello, su mano vaga por mi cara hasta llegar al cuello de mi blusa, mete rápidamente su asquerosa mano, entonces reacciono

Pateo su pierna mientras grito -Son de Camila idiota-
Vuelvo a patearla una y otra vez, tomo sus llaves y salgo corriendo.

No tengo idea la hora que es pero todo el mundo parece estar dormido, atravieso puerta tras puerta y parece nadie notarlo, las cámaras están activas como siempre.

Llegó a la puerta del patio trasero la abro fácilmente, al salir ese viento pega contra mi cara otra vez después de tanto tiempo el cielo aún está oscuro.

Corro atravesando de lado a lado, escaló la reja tan rápido que ni siquiera me importa sentir los metales clavarse mis pies y manos, cuando llegó a la cima escuchó la alarma encenderse no puedo perder tiempo, no importa lo que haya abajo ni cuántos metros sean sólo me dejó caer

-Estúpida idiota-  me digo a mí misma creo haberme roto un pie o las costillas

Corro sin destino alguno, lo único que quiero es alejarme de ese lugar.

Veo a mi alrededor y todo lo que hay son hierbas secas

¿dónde demonios estoy?

Todo el paisaje es pastizal...
Sigo corriendo, no es hasta que mis piernas se doblan y caigo de rodillas

-Camilaaaa!- grito a la nada y me echo a llorar, pues se que ella no esta aquí, no me escucha, no vendrá como súperman a rescatarme, me desplomo en él suelo árido

-Camila, te necesito- susurro para mi...