La sonrisa de Coop desapareció cuando negó con la cabeza.— Es un muy buen partido, pero simplemente no quiere ser atrapado. Kurt es... se podría decir que lo han herido, una y otra vez. Usado, engañado, echado. Después de que James rompiera su compromiso... nunca había visto a Kurt tan deshecho antes, Bee. Parecía como si fuera a hacerse añicos con el menor contacto. Y luego la cirugía de su padre por encima de eso. Se había ido por un mes a la casa de su familia, y cuando regresó, él estaba... diferente. Más contenido, menos emocional. Supongo que va a costarle mucho trabajo a algún hombre poder romper sus barreras y ganarse su confianza.

De repente con un nudo en la garganta, Blaine buscó a tientas algo que decir, sin dejar saber demasiado. Distracción. Bien.

— ¿Y tú? No estás nada mal tampoco, y sin embargo, no te he visto con una chica desde que llegué aquí. ¿O es que es cierto todo el tiempo extra que pasas en el trabajo?

Cooper se rió pero sonó apagado de alguna manera. Se tomó su tiempo terminando sus huevos antes de responder.

— No, es sólo trabajo. No estoy seguro de ser el tipo de hombre de relaciones a largo plazo.

Blaine frunció el ceño.

— ¿De verdad? Pero debes sentirte solo, haciendo todo por ti mismo. No puedes trabajar todo el tiempo, no es sano, ¿sabes?

Coop resopló sin alegría y se puso de pie para poner los platos en el fregadero.

— Cállate y ven a ver Duro de Matar antes de que me vea obligado a utilizar el argumento de eres demasiado joven para entenderlo.

Estaban en la cuarta película y Blaine definitivamente se sentía perezoso, lleno de pizza, palomitas y coca-cola, y resignado a no ver a Kurt hasta el lunes, cuando el teléfono de Cooper sonó. Acostumbrado ya a las largas conversaciones de negocios de su hermano, Blaine aprovechó la oportunidad para ir al baño y enviar un mensaje de texto (Me gustaría poder pasar para darte las gracias por lo de anoche, pero Cooper me mantiene encadenado a John McClane. ¿Ayuda?). En el momento en que obtuvo una respuesta (Misión de rescate iniciada. Prepárate para el impacto.) y volvió a la habitación, Cooper había terminado de hablar y estaba esperando con un control remoto en la mano.

— Mas tarde saldremos a un Bar-karaoke con los chicos, —anunció y pulsó la tecla play.

— Espera, ¿qué? —Blaine le quitó el control remoto y detuvo la película de nuevo.

— Bar-karaoke. Hoy en la noche. Sebastian llamó, quiere ir a cantar y a beber, y Kurt va, entonces nos uniremos a ellos. Obviamente, tú no vas a beber. Mucho. ¿A menos que no quieras ir?

— ¿Y perderme la oportunidad de escucharlos cantar a ustedes tres? De ninguna manera.

— Genial. Ahora anda, ponle play. Esta es la mejor escena.

...

El bar -uno que Cooper y sus amigos frecuentaban aparentemente de manera regular- estaba a media luz y lleno de gente en Sábado por la noche, pero Blaine vio a Kurt de inmediato, como si estuviera iluminado por una fuente de luz invisible. Su corazón latió de una manera que le dijo que tendría que ser muy cuidadoso con sus miradas y sus palabras esta noche, cuando todo lo que quería era tomar la mano de Kurt y besarlo, sin importar quien lo viera y lo que tendrían que decir al respecto.

Kurt no parecía tener ningún problema pretendiendo que no estaban... ¿saliendo? ¿que no eran novios? ¿amantes? Los saludó a él y a Cooper como a unos queridos amigos; no hubo ningún rubor delator en sus mejillas, ni el menor cambio en sus ojos cuando miró a Blaine. Sólo su usual sonrisa hermosa -una sonrisa que se transformó en ternura y complicidad, cargada de emociones en el segundo en que Cooper y Sebastian se alejaron por un momento.

It's Not BabysittingWhere stories live. Discover now